Desvinculación - Luciano Lutereau

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Hay situaciones que vienen mal de arranque, que no se van a poder remontar y que no resuelven; son situaciones que se atraviesan y en las que el mayor efecto es, después de que pasen, estar del otro lado. Sin embargo, no alcanza con pasarlas; además son tan difíciles que también importa la atención que se le puede prestar a los propios procesos en el mientras tanto, para no quedarse malherido o enganchado con alguna actitud personal que después uno se reproche o deje una mala sensación, de esas que se prolongan en los días como una mancha de aceite.

Son situaciones en las que el criterio principal está en conservar cierta dignidad y poder decirse “No voy a ceder a esto”, incluso renunciando a un deseo si fuera necesario. Esta coordenada vale para muchas situaciones, desde una “desvinculación” -qué palabra- de un trabajo, hasta la primera conversación con una ex pareja después de separarse. Una canción de Paul Simon (“50 maneras de dejar a tu amante”) se podría decir que habla de esto. La subo.