Carl G. Jung y los 4 pasos de la transformación alquímica

Carl G. Jung realizó muchísimos estudios sobre la naturaleza humana, encontrando, entre otras cosas, que la falta de sentido en la vida conduce a muchas personas a la neurosis. En sus estudios profundizó sobre el proceso por medio del cual todo ser humano integra a la conciencia las diferentes partes de la personalidad (Individuación), dedicándose intensamente al estudio de la mitología, las distintas religiones, el ocultismo y la astrología, así como de la alquimia filosófica y su relación con el proceso de transformación del hombre.
Jung pudo deducir el significado profundo de la alquimia, y relacionó la escalera de la transmutación alquímica con la psicología profunda, con la necesaria transformación interior o individuación de cada uno.
Los escalones de la transformación
Los cuatro pasos de la transformación alquímica se denominan: nigredo, albedo, citrinitas y rubedo.
En cada peldaño, el alquimista sufre una purificación cada vez más profunda, seguida de la unión con el Fuego de cada peldaño (boda alquímica), del nacimiento de una cualidad nueva y de la muerte de la misma para poder seguir al escalón siguiente.

Nigredo

Es la primera etapa del Opus alquímico. “Nigredo” o “Putrefactio” es la fase del plomo, la inmersión en la materia prima que, mediante una serie de operaciones por las que es pulverizada, calcinada, disuelta y fundida, se transformará en “Oro Filosofal” y en “Lapis Philosophorum”. En este nivel, el ser humano tiene que penetrar en lo oscuro, en lo caótico del inconsciente, integrar el aspecto oscuro de la psique, de todas aquellas emociones, percepciones y pensamientos que se han rechazado a lo largo de la vida por considerarlos indeseables. Es el proceso por el cual se integra a la conciencia el arquetipo que Jung llamó Sombra.

Albedo: el blanqueamiento

Hay textos alquímicos que dicen que es en este momento cuando el alma se hace consciente de sí misma. Recorriendo el proceso de transformación interior, Jung describe esta fase como un retirarse de la vida exterior. Este peldaño es comparable al vapor que surge cuando se calienta el agua, y es sinónimo de la esencia espiritual que surge, elevándose, de la psique y se manifiesta en el “saber de quién se es verdaderamente”, el saber de la propia identidad. Psicológicamente esto hace referencia a la integración consciente de los aspectos psíquicos opuestos, es decir, del Ánima en el hombre, y del Ánimus en la mujer.

Citrinitas

Literalmente “color amarillo”. Es la tercera etapa del proceso alquímico. Se describe como la transmutación alquímica de la plata en oro o el color amarillento de la conciencia lunar. El alquimista, una vez purificado en sus sentimientos y deseos, debe ahora hacer pleno uso de sus poderes mentales, aprendiendo la dura labor de pensar por sí mismo, es decir, que esta es la etapa en la que se desarrolla la sabiduría, como resultado de la reflexión en la etapa de albedo.

Rubedo: el enrojecimiento

En este peldaño se despierta el deseo de dar a la conciencia iluminada una nueva forma o, lo que es lo mismo, encarnar de nuevo y de otra manera. Aquí es donde tiene lugar la verdadera transmutación, o transformación integral, y la unión nueva de espíritu y materia. Es la culminación de la «Gran Obra», la creación totalmente nueva del ser.
Jung se refiere a esta etapa como aquella donde se produce el encuentro del Yo personal y el Sí-Mismo.
Esto conforma una nueva unión, en la que todos los opuestos se complementan armónicamente y se conectan directamente con el “Unus Mundus”. Tal estado es indescriptible e inefable y constituye el logro de la Totalidad. Este Sí-Mismo es la “chispa divina” de la que hablaba Eckhart, el Antrophos del Gnosticismo, el “dios interior” de la mística, el Rey o el “Mercurio Filosofal” que reúne consigo los más irreconciliables opuestos. Ése es el motivo por el cual la obra alquimista más importante de Jung se titula “Mysterium Coniunctionis”.
El análisis de la alquimia, al igual que gran parte de la obra de Jung, fue un intento de comprender el complejo funcionamiento de la psique humana. Si bien todavía no se le ha dado el merecido reconocimiento, es de hecho, una de las contribuciones más importantes de Jung para el estudio de la psicología.

Fuente: http://aztlan.com.ar/blog/carl-gustav-jung/carl-g-jung-y-la-transmutacion-alquimica.html

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