Permiso - Rachel Alana (R.A Falconer)

Tienes permiso de habitar tu vida
De decir no
De decir si.
Habitar tu propio saber
Tu propio cuerpo,
y todo lo que permites o no permites
en tu interior.
De amar a quien amas
De sentir
De habitar la ira,
El contento,
la alegría. Y el gran dolor.
De estar llena de fuerza
y de conocer la debilidad.
Permiso de defender algo. O de retirarte.
De encontrar reposo. De contar tu historia.
De dar o tomar lo que es tuyo,
Y de nunca explicar porqué te vas --
o porqué permaneces.
Tienes permiso, gran permiso,
de tener una voz. Y de usarla.
Y dejar a los demas tener la suya también.
De sumar tu voz al gran mozaico, 
Tu azulejo brillante a la humanidad,
y no ser silenciada.
Tienes permiso para decir la verdad
y permitir que los demás digan la suya. O de estar en silencio.
De elegir involucrarte en viejas guerras
Para ganar el juego. Para perderlo,
o mantenerte firme.
O encontrar algo superior.
De saber. Cuándo no escuchar.
O cuando estar abierta. 
Para dejar que las esporas plateadas del ser infundan tu vida.
O ver tu tierna alma desplegarse, 
y florecer.
Tienes permiso de ser Salvaje. Tan salvaje.
Para vivir en, bajo o a través.
Para experimentar creencia. Y lo que es seguir
Para liderar
O reunir todo lo que posees, todo tu ser, si es necesario,
y retomar tu camino sagrado.
Tienes permiso para vivir en tu verdad plena hoy,
Incluso si esa verdad se ha ido, mañana.
Para renacer.
Aturdida como un bebé, jadeando desde el útero,
solamente para encontrar descanso en el pecho cálido y suave
del nuevo Saber.
Tienes permiso para seguir el llamado de tu alma
Incluso si no tiene sentido.
Incluso si es inconveniente.
Incluso si solamente forma más preguntas
Incluso si solo te trae tu libertad,
O una carga pesada.
Porque no eres una bestia de manada.
Eres un ser de luz
Individualizando tu camino fuera de la tribu dormida.
Eres un arcángel, exaltada a los humanos,
Extendiendo los grandes brazos de tus alas
en la Vida
Eres una constructora de barcos,
una relojera,
Una trabajadora en la brújula.
Llena de belleza. Complejidad,
y magnífica contradicción.
Tú, querida, eres una Cantante del Alma.
Nunca,
Alguna vez,
pidas permiso.

~Rachel Alana (R.A Falconer)~

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