Normalizar lo que nos devuelve a nosotras mismas - Lorena Cuendias

 Normalicemos dejar a las personas en la realidad que han elegido, aunque no la entendamos y seguir nuestro camino. Cargar con destinos ajenos solo retrasa el nuestro.

Normalicemos el derecho a desconfiar cuando nuestra historia nos enseñó a sobrevivir así. La confianza no se exige, se construye con seguridad y tiempo.

Normalicemos abandonar el papel de “los fuertes” y aceptar que hay batallas que solo se ganan soltando.

Normalicemos reconocer que no todos están listos para soltar sus patrones o traumas.

Normalicemos sentir enfado y frustración como una expresión legítima del cuerpo que reclama ser escuchado.

Normalicemos retirarnos de lugares donde nuestro cuerpo se sienta tenso, aunque nuestra mente diga que “debemos” quedarnos.

Normalicemos cerrar sin dudar las puertas que hace tiempo solo se sostienen por inercia.

Normalicemos poner limites que puedan romper corazones, incluido el nuestro, si es lo que nos devuelve a nosotros mismos.

Normalicemos no tener que “superar” nuestros traumas para ser dignos de amor. Tu valía no depende de cuánto has sanado, sino de cuánto te respetas tal como eres.

Normalicemos soltar a las personas que nos desconectan de nuestra autenticidad, aunque nos cueste romper con la comodidad de lo conocido. No hay vínculo que valga más que la lealtad hacia quien realmente somos.

Normalizar lo que nos devuelve a nosotras mismas, aunque incomode, es un acto de poder.

¿Qué has aprendido a normalizar para cuidar tu paz y tranquilidad?

¿Qué oráculo eliges?