Saber lo que es tuyo y lo que no, lo cambia todo - Lorena Cuendias

 “No vemos el mundo como es, lo vemos como somos”. No.

No todo es proyección. No siempre lo que vemos es lo que somos. No todo es un reflejo de ti misma.

Esa frase es una forma pasivo-agresiva de trivializar las experiencias reales de las personas. 

A menudo se usa para evitar responsabilizarse o confrontar verdades incómodas, como si cualquier crítica o señalamiento fuera simplemente una proyección del que la emite.

Es una forma de invalidar el feedback externo sin hacer una verdadera reflexión sobre las propias acciones.

Claro, nuestras proyecciones existen, pero también la objetividad y el discernimiento.

Decir que “vemos el mundo como somos” implica que todo lo que experimentamos es una proyección interna, es una simplificación peligrosa.

Si, nuestra psique y nuestras emociones juegan un rol en cómo interpretamos la realidad, pero también somos capaces de identificar comportamientos que no están relacionados con nuestras proyecciones, sino con una realidad tangible.

No todo lo que percibimos es simplemente un reflejo de nuestro estado interno.

Nuestras mentes y cuerpos están diseñados para reconocer cuando algo no está bien.

No se trata sólo de lo que llevamos dentro, sino de lo que está frente a nosotros.

Evitar esto bajo el pretexto de “proyección” es invalidar nuestra percepción de la realidad.

Es hacernos a nosotros mismos gaslighting.

Cuando alguien se comporta de manera destructiva o estúpida, no es sólo porque tú lo estés proyectando.

Reconocer el comportamiento de otros no significa que estás reflejando tus propios traumas.

Espero que no permitas que invaliden tu capacidad de ver lo que es, sólo para evitar que otros se confronten a sí mismos.

Sí, nuestras heridas pueden teñir nuestra visión del mundo, pero también tenemos la capacidad de ver la mierda cuando está frente a nosotros.

No todo es proyección, algunas cosas simplemente son.

La espiritualidad sin honestidad es solo una forma de huida. El infantilismo espiritual también.

Mirarnos con honestidad conlleva coraje, por eso la mayoría de la gente no lo hace.

Cuando haces el trabajo de reconexión contigo, te vuelves extremadamente psíquica y perceptiva a la inconsciencia de las personas.

Todo es un reflejo, pero algunos espejos están muy sucios.

Saber lo que es tuyo y lo que no, lo cambia todo.