Mi lenguaje del amor - Lorena Cuendias

 En vez de decirme que soy “demasiado sensible”o “dramática”, he empezado a decirme: mi cuerpo está percibiendo algo que quizás mi mente aún no comprende.

En vez de decirme que hoy no he hecho nada productivo, he empezado a decirme: Hoy no voy a contribuir con este sistema que explota mi cuerpo.

En vez de juzgarme por evitar ciertos espacios o personas, he empezado a decirme: mi intuición y mi sistema nervioso me están guiando hacia lo que realmente me nutre y me protege.

En vez de juzgarme por no ser “lo suficientemente fuerte” para soltar ciertos vínculos, he empezado a decirme: mi sistema nervioso aún necesita tiempo para sanar y aprender a soltar en paz.

En vez de decirme que debería “tenerlo todo resuelto” en seta etapa de mi vida, he empezado a decirme: estoy en el proceso de aprendizaje que mi cuerpo y mi historia necesitan ahora.

En vez de ponerme las cosas díficiles y complicadas para sentir que tengo que esforzarme para merecerlas, decidí empezar a ser amable conmigo y ponérmelo fácil.

En vez de decirme que “me estoy quedando atrás” o que “debería avanzar más rápido”, he empezado a decirme: mi ritmo es el que mi cuerpo y mi sanación necesitan ahora, y honrarlo es mi forma de avanzar.

En vez de decirme que soy egoísta por no estar disponible para otros, he empezado a decirme: mi sistema nervioso hoy no tiene capacidad para más.

En vez de decirme que no soy capaz ni suficiente, he empezado a decirme “mi crítica interior debe estar muy asustada hoy y está tratando de protegerme fuerte.

Mi lenguaje del amor 

No siempre lo consigo, pero siempre lo intento.

¿De todas, cuál es la tuya?


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