Anam Cara - John O'Donohue

 Con el anam cara podrás compartir tu ser más íntimo, tu mente y tu corazón. Esta amistad fue un acto de reconocimiento y pertenencia. Cuando tenías un anam cara, tu amistad trascendía todas las convenciones, moralidades y categorías. Te uniste de manera antigua y eterna con el “amigo de tu alma”.  ~ John O'Donohue

Desperté temprano esta mañana para una inmersión en el lago con un grupo de mujeres con las que he nadado desde Mayo. Inmersión fría o natación salvaje, ha sido transformativa para mí – un bálsamo para muchos de los síntomas brutales de la perimenopausia, ofreciendo una dosis diaria de ritual, comunidad y naturaleza. He compartido varias fotos de mis aventuras en el agua en las redes sociales durante estos últimos diez meses.

Algo que he mantenido más cerca de mi corazón, es la amistad que ha sido una fuente primaria de salud y felicidad para mí durante las últimas tres décadas. Sobre todo y especialmente durante estos años de la mediana edad, entre crisis globales ambientales, acudo a mi amigo cercano, a quien conozco desde hace 30 años. Ella es la persona en la que primero pensé hoy.

En la escuela primaria, "mejor amiga" es la persona con la que pasas la mayor parte del tiempo, y esa persona puede cambiar de año en año con el cambio de aula.

Pero hay una conexión más profunda en juego con quien realmente te conoce. Esa persona te ama completamente, a pesar de tus defectos. Ella es la que lleva los registros, la testigo, la madre, la hermana y el espejo de tu vida.

Aunque la amistad profunda existe en el contexto del amor romántico, me refiero a la relación menos visible del amigo del alma – el amor platónico con ese alguien que realmente te ve, trascendiendo grupos sociales, familia, ancestros, geografía y tiempo. 

Cuando leí el increíble libro de John O'Donohue, Anam Cara, hace 15 años, finalmente me dio palabras para la amistad que me ha acompañado desde la edad adulta hasta la mediana edad. Es el tipo de amistad duradera que ha estado ahí a través de todo: pérdida de padres, pérdida de hijos, cambio de carrera, crisis de salud, mudanzas a través del país, reuniones de luna llena, ataques de pánico a las 3 am, el vuelco de Roe vs. Wade, pandemia global y guerras.Cuando el mundo en que vivimos está (literalmente) en fuego, pienso en ella. La llamo.

Dentro de la oleada de muchas tristezas y exigencias de la vida, tal vez haya alguien en quien puedas pensar o a quien puedas acercarte, que te arraigue en el aquí y ahora; quien llena tu pozo; quien te da la fuerza y el coraje para hacer el trabajo duro; que te ve, te ama y te encuentra, justo donde estás.