Opiniones - Lorena Cuendias

Hace unos días me escribió alguien compartiéndome una situación que había vivido, pidiéndome mi opinión.

En la situación ella expresó su postura acerca de algo.

Enseguida el resto de personas presentes, se le echaron encima, según me contaba, "con desprecio hacia mi y mi opinión".

Me decía que no sabía por qué le había afectado tanto, y que pensaba que tenía clara su opinión y forma de pensar.

A pesar de ello, también quería tener la mía.

Esto es un ejemplo de lo que os digo. Cuando toda tu vida te has presentado al mundo envasado al vacío, descafeinado y desazucarado, para no oler, no molestar, que no te vean demasiado, no hacer ruido, ser una niña muy buena y acomodar a los demás, tu verdad va a incomodar cuando la saques.

Pero ese no es el problema. El "problema" es que no tenemos capacidad, músculo, ancho de banda para sostenernos en nuestra propia verdad sin que alguien con menos capacidad aún (para recibir un límite o una opinión diferente al script en su mente), nos la arrebate hasta el punto de tener que reconfirmarla de nuevo con alguien ajeno a nosotros.

Esto es regalar tu poder y autoridad. Esto es lo que luego se transforma en síntomas. Esto es seguir traicionándote y abandonándote.

Nooooo!!! No y mil veces no.

Habría sido completamente diferente si esta persona hubiera podido sostenerse en la incomodidad de ser REAL y AUTÉNTICA, conectada con su cuerpo y garantizado que ninguno de los papanatas invalidadores hubiera silbado.

La verdad encarnada es muy poderosa.

Para eso, hay que volver al cuerpo y hacer CrossFit con el sistema nervioso.

En EL DESCENSO no hacemos sólo esto (trauma, trauma, trauma) sino también expansión, expansión, expansión, porque la capacidad de sostener VIDA también se entrena.

Probablemente sea la única edición de este año, mi cerebro divergente dice que necesita novedad y pasar al otro lado del trauma, (EL DESCENSO II) a gozarlo bien después de haber desmantelado todo.

Así que si quieres jugar, y estás dispuesta a comprometerte, no te lo pienses mucho.