Sensibilidad como don - lucrecia.astronauta

Me dijo mi maestro: toda tu vida has pensado que algo está mal en ti por sentir tanto.

La realidad es que naciste con un gran don y cuando comienzas a canalizarlo, te abre las puertas a lo que todos estamos buscando.

Puedes realizar alquimia y transformar en consciencia todo eso que se manifiesta en tu campo de energía interna.

Abriéndole las puertas a cada sensación, liberas energía que estaba reprimida, que se quedó estancada, energía que se convierte en materia densa, que cansa y enferma.

Has sido curandera en varias de tus vidas, ser hipersensible te ha permitido percibir la esencia de las plantas y las flores de esta tierra. Te ha permitido conectar con los ciclos de la luna, con el espíritu de la noche y con el misterio de los cuatro elementos. Sentir mucho te ha permitido comprehender el lenguaje de los símbolos y sentir la vibración de las piedras y los cristales.

Sentir tanto te ha abierto las puertas a comunicaciones diversas: has podido hablar con las aves, sentir el campo de energía de las ballenas, la vibración de los delfines, has podido ser sensible ante el poder de los árboles y has creado vínculos con los volcanes y los mares. Te has conectado con energías ancestrales.

Sentir tanto te acerca a tus hermanas y hermanos, te permite comprehender lo que les duele o los alegra tanto.

Sentir tanto te acerca a los ríos, a las montañas y a los llanos. Porque sientes a tu madre tierra susurrarte todos sus cantos. Sentir tanto te conecta con todas las estrellas y te ayuda a sorprenderte ante una Aurora boreal, ante los rayos y las tormentas.

Sentir profundamente y ser empática te permite percibir el dolor y la enfermedad para poderlos liberar, incluso de aquellos que prefieren reprimirlo y negarlo por el miedo y la identificación con su pasado.

Sentir tanto es un don que se te ha otorgado, en esta sociedad que aniquila y reprime lo natural y lo sensible, podrá ser juzgado, pero no te olvides que es tu don y que puedes canalizarlo para entrar en ese estado de presencia y conexión, de unión con lo sagrado.

Abraza tu sensibilidad y permite que sus movimientos te muestren lo que algunos ya han olvidado.