Abrazar las paradojas - Bud Harris

 El unicornio y lo que representa, la virginidad y lo que representa, el engaño, la domesticación y la integración (muerte y renacimiento o transformación) y lo que representa, son todos segmentos del ciclo de crecimiento que cada persona debe experimentar y que cada nivel de civilización debe atravesar. Cuando hablamos del unicornio y la virgen, hablamos de dos grandes conjuntos de opuestos psicológicos, los principios masculino y femenino, simbolizados de muchas formas, eternos antagonistas, que buscan el equilibrio y la reconciliación, y encarnados en todos nosotros.

Para muchas personas, el proceso de transformación parece ser el área más intrigante en la que trabajar. Sin embargo el misterio de este proceso fácilmente nos atrapa en una paradoja porque somos virtualmente incapaces de comprender voluntaria o intelectualmente el mecanismo misterioso de la transformación. Cuando el proceso de transformación “está por las ramas”, por alguna razón, estamos en contradicción con lo que parece más lógico, forzados a trabajar en definir más claramente los opuestos involucrados en este momento, y entonces anclarlos en nuestra experiencia de vida. Mientras vivimos esta separación y abrazamos la tensión resultante envuelta en el proceso, la transformación comenzará a funcionar por sí misma como un proceso arquetipal.

Esta necesidad vital de experimentar la fragmentación y la separación y abrazar la tensión resultante sin ser forzados a reprimir, negar o ser movidos a una acción precipitada requiere un gran sacrificio y sufrimiento. En otras palabras, debemos trabajar para descubrir y abrazar las paradojas de la vida, no escapar de ellas. A medida que aprendemos a aceptar y a encuerpar las paradojas, preparamos la base para el arquetipo de transformación que nos mueve hacia una nueva actitud, un nuevo nivel de consciencia que será diferente de (o irá más allá) una meta que podríamos haber planeado o imaginado. En la psicología Junquiana llamamos a este proceso la función trascendente. El Cristianismo a menudo lo llama gracia.

—de Resurrecting the Unicorn: Masculinity in the 21st Century, Bud Harris PhD


Commentaires

Articles les plus consultés