Trabajo del cuerpo a través del contacto - Ellen Heed

La narrativa interna del cuerpo es nuestra historia somática y autónomica. Esa historia se hace coherente en el momento en que nuestras cicatrices (tanto visibles como invisibles) tienen una oportunidad para hablar.

La regulación a la baja se hace posible para personas crónicamente hipervigilantes, o agitación y la habilidad para permanecer presentes con mayor sensación en aquellos que habitualmente se disocian.

El proceso permite una especie de integración que no es accesible usando la terapia cognitiva solamente. Nunca es mi meta como profesional guiar al cliente en una “cacería de trauma”.

Permanezco atenta a los cambios en el tejido y reporto esos cambios mientras invito a un diálogo sobre la calidad de la experiencia encuerpada en mi cliente.

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Cuando se aborda en cierta forma, el trabajo con el cuerpo puede liberar trauma. Pero estos días, parece que permanecer cauto, hiperactivo y excesivamente cuidadoso parece haberse transformado en una especie de señal de virtud para estar “informado del trauma”.

Hoy celebro a mis estudiantes que recientemente asistieron al Taller STREAM, donde el músculo se encuentra con el hueso. Su voluntad de superar los límites (tanto los suyos como los de sus compañeros de práctica) dio como resultado el más hermoso de los resultados: un profundo cambio de estado a un nivel beatífico.

Juntos, exploramos y recordamos el poder y significado del contacto como una modalidad.

La habilidad del contacto para ser un medio casi instantáneo de regresión.

La habilidad del contacto para lograr estados que están tan profundamente embebidos en nuestros sistemas que no podemos llegar a ellos de otra forma.

El trabajo del cuerpo comprendido desde esta perspectiva es un trabajo valiente no para los débiles de corazón. Pero cada uno de nosotros llegó, a pesar de nuestros temores, dudas y sentimientos de “¿Alguna vez voy a conseguir esto?”