Presente - Philip Shepherd

Una rendición a la totalidad es una rendición a la incesante creatividad del Presente – invariablemente te lleva a algún lugar nuevo. Te invita a la paradoja deliciosa de la realidad: estarás completamente activado y completamente en reposo, serás enteramente tu mismo y más allá de ti mismo, experimentarás la gracia y no poseerás nada; estarás arraigado en seguridad y ligeramente abandonado y sentirás el mundo con una intimidad arrebatadora que es al mismo tiempo no personal. Estas cualidades son todas distintivas de la totalidad.

Pero tu no puedes pretender lograrlas directamente. El supervisor del yo no puede lograr ningún aspecto de la totalidad porque el supervisor solamente existe cuando estamos en un estado dividido. Esta es una de las oscuras ironías de nuestro apego a la inteligencia encerrada y abstracta: ansiamos la comodidad, la libertad, la presencia, la armonía, la espaciosidad y la alegría de ser – pero ninguna de esas cualidades puede ser auto-lograda. Ninguna de ellas puede ser poseída. Lo cómodo es una cualidad del Presente y no existe independientemente de él. La armonía es una cualidad del Presente. La Libertad es una cualidad del Presente. Lo que más anhelamos profundamente, entonces, son cualidades que no pueden nunca pertenecernos y además siempre se encuentran en el Presente. La espaciosidad, la alegría de ser, la conexión – cuando nos unimos al Presente, experimentamos sus cualidades. El Presente siempre está en reposo, siempre en armonía, siempre salvaje y nuevo e insondable. Y siempre completo. Entonces, lo que más anhelamos es volver a casa, al presente – incluso cuando intentamos convencernos a nosotros mismos que podemos cosechar y poseer sus cualidades mientras permanecemos divididas de él.

~ Philip Shepherd, from the book Radical Wholeness


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