Construir Auto-confianza después del trauma - Daniela Sieff
“Confía en ti mismo”
‘Confía en tus emociones, tu inconsciente y en ti mismo!’ es un consejo común ofrecido a las personas que intentan recuperarse del trauma. Veo publicaciones que dicen esto en mis medios sociales prácticamente a diario.
Por un lado, este consejo es valioso. Tener confianza en nosotros mismos es vital para el bienestar. Pero por otro lado, este consejo es muy simple. El trauma cambia y distorsiona aspectos de nuestros cuerpos y mentes, así que construir confianza después del trauma es un proceso complejo.
En este ensayo, intento resumir ese proceso, sin embargo, comenzaré delineando la relación entre trauma y desconfiar de nosotros mismos.
El trauma y desconfiar de nosotros mismos
Una de las experiencias que contribuyen a la creación del trauma no tener validadas nuestras percepciones, emociones, pensamientos, esperanzas o pasiones cuando no hay nada malo en ellas.
La invalidación puede ser hablada o tácita, explícita o implícita. Por ejemplo, podemos ser acusados de ver una situación de manera incorrecta, sentir emociones injustificadas o albergar esperanzas delirantes. Alternativamente, alguien puede darnos una mirada o alejarse de nosotros, puede que nos nieguen una oportunidad de expresar algo importante, o que no sean solidarios cuando intentamos seguir nuestras pasiones.
Independientemente de la forma que tome la validación, invariablemente desarrollamos una creencia inconsciente de que algo en nuestro interior es defectuoso. Como resultado, perdemos la confianza en nosotros mismos, comenzamos a desconfiar de nuestro mundo interior y entramos en el reino del trauma.
El consejo de confiar en nosotros mismos pretende contrarrestar este proceso dañino.
Sin embargo, no podemos revertir un trauma, simplemente al elegir auto-confianza. Esto es porque somos cambiados por el trauma y hasta que estos cambios sean abordados, no es sabio confiar en nosotros mismos.
Raramente somos conscientes de estos cambios porque ellos afectan nuestras mentes inconscientes y nuestros cuerpos. Sin embargo, distorsionan nuestras percepciones, emociones, pensamientos, esperanzas y pasiones. Peor aún, nos dejan sin elección sino comportarnos en formas que nos dañan a nosotros mismos y a los demás.
Si confiamos en la versión de nuestro mundo interior que ha sido distorsionada por el trauma, nos arriesgamos a crear más daño.
Las distorsiones creadas por el trauma no impactarán todo nuestro mundo interior. En nuestro interior también habrá sugerencias susurradas de que las cosas van mal, una sensación de que nuestras vidas podrían ser mejores, un impulso hacia el bienestar.
Sin embargo, hay diferentes etapas que necesitamos atravesar antes de que confiemos en nosotros mismos.
Poner nuestra confianza en los demás
Los cambios causados por el trauma están tan profundamente embebidos en nosotros que no podemos verlos por lo que son. De manera similar, no podemos imaginar la vida sin ellos. Así, el primer paso para construir auto-confianza es encontrar personas o grupos que nos puedan ayudar.
Debemos pedir prestados los ojos de aquellos con una visión más clara, aprovechar su sabiduría, escuchar su consejo y aprender sobre cómo ellos se conducen a si mismos. Antes de que podamos construir auto-confianza, debemos dar nuestra confianza a aquellos que no están comprometidos con las mismas distorsiones que nosotros.
Esto es desafiante. El trauma hace más difícil determinar quién es digno de confianza y quién no lo es. También hace más difícil confiar en cualquiera en absoluto, incluso si encontramos personas dignas de confianza, podemos luchar para abrirnos a ellos. Sin embargo, es virtualmente imposible abordar los cambios creados por trauma sin la ayuda de las personas que están fuera de nuestro mundo interior distorsionado, por lo que este paso es vital.
Comprender las distorsiones causadas por el trauma
El siguiente paso en construir auto-confianza es desarrollar una comprensión encuerpada de las distorsiones que comprometen nuestro mundo interior y el daño que causan.
Hacemos esto con la ayuda de aquellos en quienes hemos llegado a confiar, pero incluso con su apoyo, se requiere coraje. Mientras comenzamos a comprender nuestro mundo interior comprometido, típicamente nos asustamos de nosotros mismos. Es especialmente duro vivir con este miedo porque en esta etapa, no tenemos idea de si podemos cambiar lo suficiente para que las cosas se sientan distintas.
De hecho, este miedo es tan incómodo, que muchas personas intentan saltarse este paso. Ellos esperan que pueden restaurarse sin tener que llegar a conocer su mundo interior primero. Katriona O’Sullivan, una académica y autora que sufrió trauma infantil, describe en su memoria “Pobre”:
‘Quería ir [al centro del tratamiento]. Pero quería ir allí en la misma forma en la que me había mudado [de casa en casa y de ciudad en ciudad]. Pensé que me restauraría a mí misma allí arriba y que todo estaría ordenado. No entendía que yo, Katriona O’Sullivan, tendría que llegar a comprenderme a mí misma primero, verme claramente a mí misma por primera vez y abrirme.’ (p169-170, versión Kindle)
Pero aquí está la paradoja: Cuando nos damos cuenta que no podemos confiar en nuestro mundo interior, estamos sentando las bases de la auto-confianza. Esto no es sólo porque estamos viéndonos a nosotros mismos más claramente; es también debido a las cualidades de honestidad, vulnerabilidad y apertura, contribuye a ser digno de confianza.
Saber que podemos ser honestos, vulnerables y abiertos con nosotros mismos, automáticamente comenzamos a crear auto-confianza, incluso si somos inconscientes de que esto está sucediendo.
Abordar distorsiones causadas por el trauma
Un paso adicional al construir auto-confianza es minimizar el poder de las distorsiones interiores y disminuir su potencial de causar daño.
Esto toma tiempo y no puede ser resumido en un par de párrafos. Pero, con ayuda continua de personas de confianza, es posible y cada avance que hacemos – por pequeña que sea- es gratificante.
Reclamando auto-confianza
Al trabajar con distorsiones interiores, continuamos poniendo nuestra confianza en aquellos que nos están ayudando. Sin embargo, llega un punto en el que debemos reclamar esa confianza. Si queremos progresar, al final debemos apoyarnos en el terreno que nos proporciona nuestro propio mundo interior.
Reclamar auto-confianza una vez más requiere coraje. Para cuando lleguemos a este punto, conocemos muy bien nuestro viejo y comprometido mundo interior. En contraste, el nuevo mundo interior se siente joven y poco familiar, y aún no sabemos si nuestras percepciones, emociones, pensamientos, esperanzas y pasiones revisadas son ahora confiables.
Adicionalmente, los patrones creados por el trauma nunca desaparecen, hay siempre un riesgo que vuelvan a ganar poder, particularmente en las áreas donde sufrimos nuestras heridas más dañinas.
Así, parece más seguro seguir priorizando la sabiduría de aquellos que nos están ayudando, en lugar de entrar en auto-confianza. Cuando comenzamos a confiar en nosotros mismos, a menudo viene acompañado de terror.
Una manera de apoyarnos a nosotros mismos a través del terror es darnos el permiso de equivocarnos y prometer aprender de nuestros errores. Siempre que permanezcamos honestos, vulnerables y abiertos, descubriremos cuándo podemos confiar en nuestras voces interiores y cuándo no es aún el caso. Si construimos sobre este descubrimiento, generamos cada vez más auto-confianza.
Confiar en nosotros mismos no significa que dejemos de pedir apoyo a los demás. De hecho saber que pediremos ayuda promoverá la autoconfianza. Lo que significa, sin embargo, es que el equilibrio cambia y que ponemos nuestras percepciones, emociones, pensamientos, esperanzas y pasiones en el centro de nuestro escenario interior.
Desarrollar auto-confianza es vital para sanar el trauma, pero no es simple
Terminaré regresando al comienzo. El consejo de “confiar en nosotros mismos” es sólido en el sentido de que desarrollar auto-confianza contribuye a sanar el trauma y crear bienestar.
Sin embargo, si cargamos trauma, el proceso de confiar en nosotros mismos es mucho más complicado, complejo, extenso y desafiante de lo que estos eslóganes breves y pegajosos hacen parecer.
(c) Daniela F. Sieff, 2023
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