Visión - Charles Eisenstein

  “Pensamos: "¿Y si sólo soy un tonto? ¿Y si no merezco una bendición así? ¿Y si la humanidad no la merece? ¿Y si hemos perdido nuestra oportunidad? ¿Y si algo más allá de mi control lo arruina?". 

De hecho, cuanto más hermosa es la visión (ya sea para uno mismo o para el mundo), más dolorosas son las dudas que surgen. El resplandor de lo que quiere nacer ilumina las sombras, llevándolas a la luz de la conciencia para que puedan ser sanadas. 

Sugiero que te vuelvas sensible a la diferencia entre estas dudas y el conocimiento secreto y sobrio de que te estás engañando a ti mismo.

El primer paso para crear el cambio, entonces, es recibir una visión que se sienta verdadera. 

El segundo paso es curar las heridas y dudas que esa visión ilumina. Si no lo hacemos, estaremos en conflicto, representando simultáneamente la nueva historia y la vieja que acompaña a las heridas. 

El tercer paso es ponerse al servicio de lo que quiere nacer. 

Este proceso no es lineal. Por lo general, la visión se va enfocando más y más a medida que sanamos las dudas que la oscurecen; eso, a su vez, nos permite entrar más profundamente en su servicio. 

Un servicio más profundo, a su vez, hace aflorar nuevas dimensiones de la visión junto con heridas más profundas. El camino del servicio es un camino de autorrealización".

— Charles Eisenstein, “El mundo más bello que nuestros corazones saben que es posible.”