Reducción del Crítico Interior en el Complejo TEPT - Pete Walker

En mi trabajo con clientes traumatizado repetidamente en la infancia, continuamente me siento afectado por cuán frecuentemente los distintos procesos de pensamiento del crítico interior los detonan en flashbacks emocionalmente abrumadores. Esto se debe a que el PTSD derivado del crítico interior desposa vergüenza y auto-odio respecto a la imperfección del miedo al abandono y sin misericordia conduce a la psique con el entramado de las serpientes del perfeccionismo y el riesgo. Los individuos en recuperación deben aprender a reconocer, confrontar y desidentificarse de los muchos procesos del crítico interior que los derriba en un tiempo emocional a los horribles sentimientos de miedo abrumador, auto-odio, desesperación y auto-disgusto que eran parte integral de su abandono infantil original.

Psicogénesis del Crítico PTSD 

Un crítico que induce a un flashback generalmente se genera en un hogar infantil lleno de peligros. Cuando los padres no ofrecían un vínculo y apego lo suficientemente seguro, el niño se debate en el miedo al abandono y la depresión. Muchos niños parecen ser cableados para adaptarse a este peligroso abandono con el perfeccionismo. Esto es cierto tanto para el abandono pasivo del descuido como para el abandono activo del abuso. Un clima de peligro imperante fuerza al super yo en maduración a cultivar varias psico-dinámicas de perfeccionismo y peligro listadas al final de este artículo. Cuando el esfuerzo perfeccionista ansioso, sin embargo, falla una y otra vez para hacer que los padres sean seguros y amorosos, el crítico interior se vuelve cada vez más hipervigilante y hostil esforzándose por descubrir las deficiencias que aparentemente alienan a los padres. Como el soldado demasiado tiempo en combate, PTSD se instala y encierra al niño en una hipervigilancia y una excitación excesiva del sistema nervioso simpático. Desesperado para aliviar la ansiedad y la depresión del abandono, el niño acechado por la crítica busca en el presente y en el futuro, todas las formas en que es demasiado o insuficiente. El ego naciente del niño no encuentras espacio para desarrollarse y su identidad virtualmente se convierte en el superyó. En el proceso, el crítico con frecuencia se vuelve virulento y eventualmente cambia a la primera persona cuando provoca al niño: “Soy un perdedor. Soy tan patético… malo… feo… sin valor… estúpido… defectuoso”. Uno de mis clientes recordó con tristeza los constantes estribillos de su infancia: “Si solamente no fuera tan necesitado y egoísta… si solamente mis pecas se desvanecieran… si solamente pudiera lanzar un juego perfecto… si solamente pudiera dejar de atragantarme con los guisantes enlatados durante la cena… si solamente pudiera rezar todo el tiempo para que sanara la artritis de mamá – entonces tal vez ella dejaría de meterse conmigo y entonces tal vez papa jugaría a la pelota conmigo”.

Pensamientos como Detonantes

En familias que lo rechazan en extremo, el niño eventualmente llega a creer que incluso sus necesidades normales, sus preferencias, emociones y límites son imperfecciones peligrosas- razones justificables de castigo y/o abandono. En los peores casos – donde los padres utilizan las palabras de los niños como municiones en su contra – el simple impulso de hablar algunas veces detona intensos sentimientos de pánico. Cómo podría cualquier cosa que el niño diga no revelar su estupidez e inutilidad… no llevarlo más profundo en dificultades y rechazo? Como el descuido y abuso continuos respectivamente fortalecen al crítico, incluso el pensamiento o la reflexión más inocuo y egoísta puede desencadenar un incendio de cinco alarmas de intenso flashback emocional. Para mantener la esperanza ilusoria de que algún día ganar la aprobación parental, el esfuerzo del niño ansioso escala y puede incluso convertirse en un perfeccionismo que es realmente obsesivo compulsivo.

Más sobre Perfeccionismo 

El perfeccionismo es la defensa sin paralelo para el niño abandonado emocionalmente. La incapacidad existencial de alcanzar la perfección salva al niño de renunciar, a menos o hasta, que el escaso éxito lo fuerce a retirarse en la depresión o en un desorden disociativo o lo lance hiperactivamente en un desorden incipiente de conducta. El perfeccionismo también provee una sensación de sentido y dirección para el niño impotente y sin apoyo. Bajo la apariencia de auto-control, esforzarse por ser perfecto ofrece un simulacro de un sentido de control. El auto-control es también más seguro de perseguir porque los padres que abandonan típicamente reservan sus castigos más severos para los niños que son vocales sobre su negligencia.

A medida que la búsqueda de la perfección falla una y otra vez, y a medida de que el apego nutritivo permanece elusivo, la imperfección se hace sinónimo de vergüenza y miedo. La imperfección percibida detona el miedo al abandono, lo que detona el auto-odio por la imperfección, que a su vez expande el abandono a auto-abandono, que amplifica el miedo aún más, que a su vez intensifica el auto-disgusto… una y otra vez sigue en un espiral descendente de miedo y vergüenza de abandono incrustado. Puede ir durante horas y días… semanas en condiciones ambientalmente exacerbantes… y para aquellos con PTSD severo, puede convertirse en su modo de ser estándar.

Más sobre exposición al peligro

La importancia y la magnitud de la dinámica de la exposición al peligro del crítico no puede ser sobreestimada. De hecho, he trabajado con individuos “bien terapiados” que estaban relativamente libres de perfeccionismo, pero aún seriamente afligidos con los procesos drásticos del crítico. Además, he visto muchos individuos desafiar y eliminar la mayor parte del perfeccionista flagrante, auto-atacando cogniciones del crítico sin abordar efectivamente su hábito de inundar la psique con pensamientos, imágenes y emociones de miedo. Aprendí a desidentificar del perfeccionismo mucho antes de aprender a detener las angustiosas instantáneas de peligro del crítico en largometrajes sobre mi muerte inminente en el abandono total, la humillación pública, la enfermedad letal, la falta de vivienda sin un centavo, etc. Uno de mis clientes finalmente identificó el proceso de peligro del crítico como: "Crítico como productor de películas de terror". A veces también pienso en ello como: “Crítico como terrorista”.

Usar la ira para encoger al crítico interior

Los padres que traumatizan suelen utilizar la intimidación y el asco para frustrar las respuestas instintivas de lucha de sus hijos. Recuperar la ira de la respuesta de lucha es esencial en la sanación del Complejo PTSD. Rutinariamente animo a los clientes a utilizar su ira para detener al crítico en seco, y ayudarles a atravesar las distintas dinámicas de auto-ataque que el crítico utiliza para reforzar emocionalmente al perfeccionismo. Invocar la respuesta de lucha como una herramienta irremplazable para el pensamiento – detener el miedo obsoleto del crítico- y las cogniciones basadas en la vergüenza. Por consiguiente, animo a los clientes a utilizar frases como “ya no te temo, mamá y papá… crítica. Estoy en un cuerpo adulto ahora y no permitiré que me hieras”. Adicionalmente comparto la matemática emocional de Erik Eriksen: “La vergüenza es la culpa de vuelta hacia uno mismo”, agregando que también es el disgusto de los padres convertido en auto-odio. Típicamente embellezco esto con: “Puedes externalizar la ira de los mensajes de auto-culpa del crítico fuera y lejos de ti sobre los instaladores del crítico, o de lado sobre el mismo crítico. Puedes devolver la vergüenza permitiéndote sentir indignación ante la imagen de tus padres acosándote y abrumándote con la vergüenza cuando estabas tan indefenso”.

Un crítico interior que ha dominado desde la infancia, sin embargo, no renuncia a su hegemonía de la psique fácilmente. Tercamente se rehusa a aceptar la actualización de la información que la adultez ahora ofrece la posibilidad de aumentar el apego seguro y saludable. Es como si el crítico hubiera llevado un surco inductor de flashback en el cerebro del tamaño del Gran Cañón y cualquiera de los patrones de pensamiento listados a continuación ahora desencadenara un secuestro de amígdala en el abandono, el miedo y la depresión. El trabajo de recordar a los clientes que el progreso en el encogimiento del crítico a menudo es infinitesimalmente lento e indiscernible al comienzo y puede parecer como interminable para el terapeuta como para el cliente. La adicción del cliente a solamente notar lo que está mal y lo que es peligroso, como la mayoría de las adicciones, requiere una gestión para toda la vida. En el trabajo inicial, animo al cliente a desafiar el foco monocular negativo del crítico una y otra vez con toda la ferocidad que puede reunir. Eventualmente le pido si puede encontrar una parte de si mismo que está enojada por lo sumamente injusto que fue el acoso y la indiferencia de sus padres. ¿Hay alguna parte de si mismo que está disgustada por que fue adoctrinada e inculcada en auto-abandono y auto-acoso cuando era muy joven para protestar o incluso sabía lo que le estaba sucediendo? Está dispuesto ahora a gradualmente construir su habilidad para decir “No” y “Cállate” siempre que atrape al crítico, el representante de su padre, atacándole?

Con mucho apoyo y práctica, el cliente gradualmente aprende a rechazar su condicionamiento hacia el auto-abuso y auto-abandono. Su sensación de auto-protección saludable comienza a emerger y con el tiempo crece hacia una disposición feroz para detener la crítica injusta interna o externa. Psico-dinámicamente, es esta parte del proceso e trabajar a través de la compulsión de repetición. Esto ayuda al cliente a repudiar el horrible legado de los padres de enseñarle que el amor significaba aceptar insensibilizada, el abuso y la negligencia.

Abrazar al crítico 

En mi experiencia, hasta que la respuesta de lucha está restaurada sustancialmente, el cliente promedio de complejo PTSD se beneficia poco de las técnicas más refinadas y racionales de abrazar, dialogar e integrar las partes valiosas del crítico suficientemente encogido – una parte importante del trabajo posterior de recuperación bien descrito en los excelentes libros: Embracing The Inner Critic, de Stone & Stone y Soul Without Shame, de Brown. Una vez más sin embargo, estas aproximaciones objetivas del hemisferio izquierdo a menudo son de uso muy limitad hasta que hasta que estén respaldados por una postura subjetiva del cerebro derecho de auto-protección agresiva. Probablemente esto es debido a que el crítico interior aparece para alinearse con la extrema dominancia del cerebro derecho de flashbacks [como lo muestran las MRI], tal vez los procesos del crítico interior están tan cargados emocionalmente y son tan dominantes, que los esfuerzos incorrectos para resistirlos racionalmente y desapasionadamente fracasan rotundamente.

Aunque la sustitución es otra herramienta esencial para empoderar el trabajo de detención del pensamiento del crítico. Sentí hace muchos años que mi crítico se volvía tan duro como un biceps de un fisico-culturista a través de innumerables repeticiones. Adiviné que si ejercitaba de manera similar el tipo de conversación interior positiva que describo después, crearía un “músculo” nuevo y más útil del que mi proceso de pensamiento ejercitaría automáticamente en los momentos en que era detonado. Creo que no estoy exagerando cuando digo que cientos de miles de sustitución de pensamiento positivo me han recompensado con una psique que es bastante amigable de usar.

Respectivamente, animo a los clientes a confrontar inmediatamente los mensajes negativos del crítico y procesarlos con positivos, ya que incluso uno de esos pensamientos puede actuar como un virus único y desencadenar una furia contagiosa fuera de control en una gripe similar a la mezcla de vergüenza, miedo y abandono de uno mismo. Moverse rápidamente en la detención y la sustitución de pensamiento y a menudo 

evita una caída precipitada en la espiral descendente de un flashback, tal como las medidas profilácticas inmediatas pueden frustrar el primer indicio de un resfriado. Adicionalmente, con frecuencia le pido al cliente hacer una lista de sus cualidades positivas y los logros para recitarlas cuando se encuentra a sí mismo perdido y ahogándose en el auto-odio. Esto es especialmente importante pues los flashbacks con frecuencia crean una amnesia temporal sobre el valor y la bondad esenciales del ser. [Flashbacks parecen involucrar una pérdida temporal de acceso al aprendizaje más corriente del cerebro izquierdo. Los MRI muestran una actividad del cerebro izquierdo muy reducida en individuos con PTSD activado y no remediado]. 

Memorizar la lista mejora la capacidad para disolver esa amnesia. Recetar parte o toda la lista una y otra vez como un mantra también ayuda durante esos momentos cuando el crítico es particularmente severo e insilenciable. Si el cliente tiene poco o nada para la lista, la suplemento con mis propias observaciones sobre sus cualidades y también le pido que busque la opinión de sus amigos. Adicionalmente le recuerdo que las cualidades no tienen que ser perfectas o siempre presentes para calificar como cualidades. Si es verdad para ellos la mayor parte del tiempo entonces, es una cualidad.

La imaginación positiva es un adjunto poderoso a la sustitución de pensamiento. Los clientes pueden aprender a hacer un corto circuito a los procesos perfeccionistas y alarmantes del crítico interno invocando imágenes de éxitos y logros pasados, como también imágenes de lugares y amigos seguros y amorosos. El terapeuta puede también utilizar meditaciones guiadas para demostrar y reforzar el uso de la sustitución de imaginería positiva.  

El duelo ayuda a encoger al crítico

Repetidamente le señalo a los clientes cómo el trabajo de duelar las pérdidas de su infancia les ayuda a liberar los sentimientos dolorosos (especialmente miedo, vergüenza y depresión) que alimentan los asaltos del crítico. (Este es el paso # 9 en la “gestión de flashbacks” anteriormente mencionada. Este artículo es una elaboración del Paso #8). Una y otra vez, ayudo al cliente a notar cómo la intensidad del crítico típicamente disminuye dramáticamente después del duelo egosintonico - Impulsos o ideas que son aceptables para el yo. Con la práctica continua también comenzamos a notar la auto-compasión espontánea que puede llegar a surgir en su lugar cuando al crítico no se le permite estropearlo.

A continuación una lista de los 14 ataques comunes del crítico interior divididos en categorías clave de perfeccionismo y peligrosidad. Cada uno está emparejado con una respuesta de pensamiento de sustitución más sana (y típicamente más precisa).

Ataques de perfeccionismo

1. Perfeccionismo 

Mi perfeccionismo surge como un intento de ganar seguridad y apoyo en mi peligrosa familia. La perfección es un mito auto-persecutorio. No tengo que ser perfecto para estar seguro o ser amado en el presente. Estoy dejando ir relaciones que requieren perfección. Tengo el derecho de cometer errores. Los errores no me hacen un error. Cada error o percance es una oportunidad para practicar amarme a mi mismo en los lugares que nunca han sido amados.

2. Pensamiento Todo o nada & Blanco y negro

Rechazo descripciones extremas o generalizadas, juicios o críticas. Una casualidad negativa no significa que estoy atrapado en un patrón interminable de derrota. Declaraciones que me describen como “siempre” o “nunca” esto o aquello, son típicamente y sumamente inexactas.

3. Auto-odio, Auto Disgusto & Vergüenza Tóxica 

Me comprometo conmigo mismo. Estoy de mi lado. Soy una persona lo suficientemente buena. Me niego a tirarme basura. Convierto la vergüenza en culpa y disgusto, y la exteriorizo a cualquiera que avergüence mis sentimientos y debilidades normales. Siempre que no esté hiriendo a nadie, me rehuso a ser avergonzado por respuestas emocionales normales como la ira, la tristeza, el temor y la depresión. Especialmente rehuso atacarme por cuán difícil es eliminar completamente el hábito del auto-odio.

4. Micro-gestión / Preocupación / Obsesión / Bucles / Sobre Futurizar

No examinaré repetitivamente los detalles una y otra vez. No saltaré a conclusiones negativas. No dudaré interminablemente de mi mismo. No puedo cambiar el pasado. Perdono todos mis errores pasados. No puede hacer el futuro perfectamente seguro. Dejaré de buscar lo que podría salir mal. No trataré de controlar lo incontrolable. No me micro-gestionaré a mi ni a los demás. Trabajo en una forma que es lo suficientemente buena y acepto el hecho existencial de que mis esfuerzos algunas veces traen los resultados deseados y otras veces no. “Dios dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que si puedo y la sabiduría para conocer la diferencia” – Oración de la Serenidad.

5. Injusto / Devaluación

Las comparaciones con los demás o con los momentos más perfectos de uno mismo. Me rehuso a compararme a mí mismo de manera desfavorable con los demás. No compararé mi interior con su exterior. No me juzgaré por no estar en el pico del desempeño todo el tiempo. En una sociedad que nos presiona a actuar felices todo el tiempo, no me desanimará a mi mismo por sentirme mal.

6. Culpa

Sentirme culpable no significa que soy culpable. Me rehuso a tomar mis decisiones y mis elecciones desde la culpa, algunas veces necesito sentir la culpa y hacerlo de todas formas. En la instancia inevitable cuando hiero a alguien de manera inadvertida, me disculparé y compensaré y dejaré ir mi culpa. No me disculparé una y otra vez. Ya no soy una víctima. No aceptaré la culpa injusta. La culpa aveces está camuflada de miedo – “Temo, pero no soy culpable ni estoy en peligro”.

7. “Deberías” 

Sustituiré la palabra “quiero” por “debería” y solamente seguiré este imperativo si se siente que lo quiero, a menos que esté bajo obligación legal, ética o moral.

8. Hiperproductividad / Adicción al trabajo / Adiccion a estar ocupado

Soy un ser humano no un hacer humano. No elegiré ser perpetuamente productivo. Soy más productivo a largo plazo cuando equilibro trabajo con juego y relajación. No trataré de desempeñarme al 100% todo el tiempo. Me suscribo a la normalidad de vacilar a lo largo de un continuo de eficiencia.

9. Juicios duros de uno mismo y de los demás / Insultos 

No permitiré a los críticos y matones de mi vida temprana ganar al unirme y acordar con ellos. Me rehuso a atacarme o abusar de los demás. No desplazaré la crítica y la culpa que pertenece legítimamente a ellos sobre mi mismo o las personas en mi vida actual. “Cuido de mi mismo. Cuanto más solitario, más sin amigos, más insostenible soy, más me respetaré”. - Jane Eyre

Ataques de peligro 

10. Drasticizar / Catastrofizar / Hipocondrializar

Siento miedo pero no estoy en peligro. No estoy en problemas con mis padres.  No voy a exagerar las cosas fuera de proporción. Me rehuso a asustarme a mi mismo con mis pensamientos e imágenes de mi vida deteriorándose. No más películas de horror o de desastres hechas en casa. 

11. Foco negativo

Renuncio a notar demasiado y a pensar en lo que podría estar mal conmigo o con la vida que me rodea. No minimizaré ni descontaré mis atributos. Ahora mismo, noto, visualizo y enumero mis logros, talentos y cualidades, como también los muchos dones que la vida me ofrece como amigos, naturaleza, música, películas, comida, belleza, color, mascotas, etc. 

12. Urgencia de tiempo

No estoy en peligro. No necesito afanarme. No me afanaré a menos que haya una emergencia verdadera. Estoy aprendiendo a hacer mis actividades diarias en un ritmo relajado.

13. Inhabilitar la ansiedad por el desempeño 

Reduzco la procrastinación recordándome que no aceptaré la crítica injusta o las expectativas perfeccionistas de nadie. Incluso si tengo miedo, me defenderé de la crítica injusta. No permitiré que el temor tome mis decisiones.

14. Perseverar respecto a ser atacado

A menos que haya señales claras de peligro, detendré mi proyección de acosadores/críticos del pasado en los demás. La vasta mayoría de mis compañeros seres humanos son personas pacíficas. Tengo autoridades legales que ayudan en mi protección si estoy amenazado por los pocos que no son pacíficos. Invoco pensamientos e imágenes del amor y el apoyo de mis amigos.


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