Duelar no es enfurruñarse - Jamie Catto

Hemos perdido el permiso para nuestras lágrimas. Padres y cuidadores ignorantes y educados precariamente nos han dicho en nuestra niñez que deberíamos sentirnos avergonzados de nuestras lágrimas, que deberíamos disculparnos cuando estallamos en lágrimas y que deberíamos esconder nuestros rostros y no lucir como si estuviéramos haciendo un escándalo, pero la verdad es que nuestro duelo es una parte central de nuestra sanación y la de los demás.

Nuestro duelo visible es una parte vital de la intimidad que todos necesitamos para compartir en estos tiempos, desde las pérdidas de miles de especies, la pérdida de nuestra intimidad natural, la pérdida de nuestro permiso de ser tiernos, de sentir todas las separaciones y decepciones y soledad.

Si estás duelando puedes sentirte avergonzado. Puedes sentirte mal, que parece que estás de mal humor, o que estás haciendo un escándalo, ¡pero este no es el caso! La verdad es que eres un ejemplo maravilloso de lo que exactamente necesita el mundo ahora mismo, así que por favor comparte tus lágrimas con nosotros. Por favor no te disculpes. Por favor no pongas tu mano frente a tu rostro. Por favor deja tu corazón abierto en esta ternura profunda como un ejemplo para que otras personas se sientan seguras de ser auténticas y tiernas.

Tus lágrimas son un tesoro precioso, sanan al mundo, cuando nos das permiso a todos de duelar juntos. Sin esto, la represión se convierte en rabia, se vuelve enfermedad y se convierte en desconexión y es esta desconexión lo que ha ido dañando al planeta y alimentando nuestras adicciones.

Gracias por tu duelo. Gracias por tus lágrimas.

Vamos a sentir esto juntos en un abrazo humano.


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