Heridas - Jessica del Mar

Nuestras heridas no son sólo algo que sanamos y dejamos ir de nuestra existencia. Nuestras heridas nos han dado aliento y han dado forma a nuestras vidas de maneras muy significativas. Cuando sanamos, nos descascaramos. Pero las heridas nunca parten, simplemente se transforman en nuestra consciencia.

Nuestra consciencia sostiene nuestras heridas como unidades de nosotros introspectivas. Nuestra consciencia sostiene nuestras heridas como también nos sostiene a nosotros. Pero a medida que nos descascaramos en nuevas capas de consciencia, aprendemos quiénes somos nosotros realmente, pieza por pieza, nuestra consciencia también se lleva nuestras heridas, sintonizando finamente quiénes somos realmente a través del proceso de desmoronar aquello de lo que nos aferramos.

Nuestras heridas nos enseñan muerte. Nuestra sanación nos enseña vida.

Y cuando nos elevamos a una consciencia superior, aprendemos que la inhalación ye exhalación de la vida y la muerte no están separadas sino cohesionadas. Ellas giran juntas a través de cada reino y nivel de consciencia.

Parece que hay un poco de una "nube negra" a través de las tierras en este momento. Hemos llegado al momento de una profunda densidad emocional dentro de la consciencia colectiva. Lo que esto significa es que como humanidad, estamos enfrentando nuevos niveles de nuestra sombra. Lo que pasa en este tiempo es una lección de compasión.

Cuando sentimos nuestra propia sombra o profundidades emocionales, nuestra habilidad para sostener la compasión por nosotros mismos está donde nuestra conectividad con los demás irradia.

La auto-compasión es lo que eleva la oscuridad colectiva. Es algo que cada humano tendrá que aprender de una manera u otra. Porque no solo toma una persona. Toma un colectiva crear una experiencia colectiva. 

Pero cuando comenzamos con nuestra auto-compasión interior, la luz que irradia hacia los demás es incomparable para llegar a áreas ausentes de luz.