Ser activado es una parte natural y saludable de la vida - the.holistic.psychologist

Cuando somos detonados emocionalmente, en realidad estamos experimentando una respuesta involuntaria a una experiencia del pasado en el momento presente.

Que sea involuntario significa que nuestro sistema nervioso está teniendo una respuesta inconsciente que no podemos controlar.

Cada día, somos detonados por distintos eventos o interacciones que suceden (algunas veces son menores y otras son extremas)

El tono de voz de una persona cuando nos habla, una situación que nos recuerda de cuando nos sentimos impotentes o irrespetados, una creencia que crea emociones intensas en nuestro interior, todas pueden crear detonantes para nosotros.

En lugar de reaccionar como lo hacemos habitualmente cuando somos detonados, es importante aprender a hacer una pausa y ser compasivo contigo mismo.

Cuando sientes las sensaciones intensas en tu cuerpo, los pensamientos corriendo en tu mente, detente y di “estoy seguro”.

Después, quieres ser curioso. Cuando eres detonado, tu reacción usualmente no cuadra con el evento. La emoción central que estamos experimentando es miedo.

Pregúntate a ti mismo: ¿qué pasa con esta situación que causó esta reacción tan intensa? (pista: puede tomar un poco de práctica ser lo suficientemente autoconsciente  para comprender tus emociones)

Toma un descanso. No respondas, no interactúes ni tomes decisiones en un estado detonado. Haz una pausa. Permite que la energía emocional corra a lo largo de tu cuerpo. Céntrate en respiraciones estables y profundas.

A menos que vivas en medio de la nada completamente solo, vas a ser detonado.

Regularmente. Es parte de ser humano.

Es parte de la vida.

La mayoría de las personas inconscientemente reaccionan a sus propios detonantes emocionales. Ellos atacan, hacen algo impulsivo, se avergüenzan, se apagan o dicen algo de lo que después se arrepienten. Esto tiene sentido porque vivimos en un mundo que no nos enseña a enfrentar nuestras emociones. Para regularlas. O para ser amables y pacientes con nosotros mismos mientras las experimentamos.

La vida no viene con advertencias de detonantes, así que nuestra sanación se trata de aprender cómo estar lo suficientemente seguros para gestionarlas. Cómo tomar responsabilidad de ellas. Cómo hacer una pausa, respirar y permitir que las emociones pasen.

Esta práctica crea relaciones más saludables, mayor autoconfianza y mayor seguridad en ti misma.