Virginia Gawel – La pausa

¿Cómo juego a vivir mi vida?

Hacer una pausa en mi vida: ¿dónde estoy?, ¿necesito descansar?, ¿qué relación necesito hoy?

No hay cambio de estación, pero llueve… 

El amor como lo habría necesitado.

Perfumes, sabores y sonidos traen memorias... Personas que hemos sido antes…

Una porción del todo que viene a vivir la experiencia humana.

Eso precisa un cuerpo y genera un cuerpo, la evolución de esa porción del todo.

Hablar nos permite reemplazar la cosa por la palabra.

Se van a superponer la esencia y la personalidad. La esencia pide espacio, buscamos delicadeza, sensibilidad.

Salimos a un mundo hostil, es difícil ser un "humanito".

Quedarnos en los lugares de cobijo un ratito más.

Asumir que los grandes que nos criaron nos dieron el amor posible para ellos. Un modo de ser amado que en la mayoría no fue cubierto: más abrazos, menos control, palabras de valoración, más tiempo, menos rigidez, que nos preguntaran cómo estábamos… ¿qué necesitamos que no fue posible recibir?

No podemos quedarnos a esperar algo que ya no fue, esto nos lleva a una vida insatisfecha.

Somos producto de su crianza, pero también de una época.

Las mujeres tenemos roles, en esa época, la mujer era la intermediaria emocional. Hoy funciona distinto.

Estamos en las primeras generaciones en que existen las parejas, dos donde los dos pueden hablar sobre lo que les pasa y lo que les pasa a sus hijos.

Ya no soy más la persona que he sido vista por los demás en otros momentos.

“yo no soy más esa persona”

Agradecer lo que sí pudieron darnos