Padres narcisistas - the.holistic.psychologist

Ser criado por un padre narcisista crea un adulto que se siente confundido, lucha para conocer sus propias necesidades y que se siente como si fuera “demasiado” o “quebrado”.

Aquí está el por que

Un padre narcisista sufre por su propia herida y es altamente emocionalmente inmaduro. Los hijos son vistos como una extensión de ellos mismos, no como un ser humano único que está desarrollándose.

Ellos tienen típicamente dos personas: una en casa cuando son críticos, humillantes y cerrados.

Y una en público, en la que son cálidos, afectivos y aparentemente padres amorosos.

Esto por supuesto es altamente confuso para los hijos cuando están rodeados de personas y el padre narcisista alardea sobre sus logros pero en casa el niño es ignorado.

Los padres narcisistas culpan a los demás de sus problemas, incluyendo a sus hijos –esto se llama externalizar.

Sus hijos son vehículos para que ellos satisfagan sus necesidades, es por esto que los adultos criados por padres narcisistas se vuelven codependientes o complacientes: han sido condicionados de esta manera desde su infancia.

Tal vez lo más traumático para un hijo de un padre narcisista es cómo todo lo que hacen por el hijo mantiene una puntuación: “hice todo por ti”, “Me sacrifiqué” cuando a menudo estas acciones estaban satisfaciendo una necesidad central para el padre.

Muchos hijos de padres narcisistas son sobresalientes porque así es como ellos recibieron una versión de amor. Silenciosamente sufren de ansiedad, depresión, etc. Porque sus elecciones siempre giraban entorno a su padre y las emociones de sus padres.

Una sensación de ser no podía existir.

Sanar de este tipo de crianza se trata realmente de auto-recuperación. No es un viaje fácil. Requiere que aprendamos cuáles son nuestras necesidades, practicar definir límites y liberarse del rol de cuidador o de triunfador.

Cantidad de culpa y vergüenza surgirá. Y probablemente la voz parental que dice "eres egoísta"

Vale la pena encontrarte a ti mismo otra vez. Vale la pena liberar una vergüenza de tus padres que no deberías haber heredado.

Vale la pena darte la versión de amor auténtico que siempre quisiste.