Tu cuerpo cuenta una historia - Lorena Cuendías

 Tu cuerpo cuenta una historia basada en el mundo de tus padres

Incluso antes que nazcas.

Tus propias experiencias de vida reforzarán o disolverán para siempre esas historias, que se convierten en creencias sobre ti misma y el mundo.

Vamos con un poco de apasionante biología:

Cuando un feto femenino tiene 10 semanas, ya ha desarrollado todos sus óvulos. Por tanto, desde el final del 1er trimestre hasta el momento del nacimiento, hay 3 generaciones en un mismo cuerpo: La madre, el feto y sus óvulos.

Cuando tu madre estaba en el vientre de tu abuela, tú ya existías como óvulo dentro de ella. 3 generaciones compartiendo la misma sangre, comida y experiencias hormonales y emocionales.

Durante 9 meses, te marinaste en hormonas que te enviaron seguridad o miedo, según lo que estuviera viviendo tu abuela y luego tu madre, programando ya tu información biológica con información vital: ¿El mundo es un lugar seguro? ¿y las relaciones? ¿puedo confiar en la vida?

Así es como se registra en nuestro ADN la información de lo que nuestros ancestros tuvieron que enfrentar y nos prepara para el mundo.

Nos imprime su dolor (trauma) y su sabiduría. Todas ellas viajaron por tu línea de sangre. Es nuestro transgeneracional.

Lo fascinante de trabajar con el cuerpo, es que no necesitamos conocer el contexto, qué pasó, o recordar para poder sanar o validar nuestra experiencia.

Es aprender a sentir esa energía y movilizarla para que no se quede atrapada y se convierta en nuestra identidad o el filtro a través del que miramos la vida, o en enfermedad.