7 Etapas de la Alquimia Espiritual

Durante siglos, la alquimia se ha convertido en el sinónimo de ganar riqueza e inmortalidad.

Pero esta percepción de alquimia está completamente equivocada: se origina al confundir la metáfora de la alquimia original con la realidad. La alquimia como resultado se vuelve una seudo-ciencia de transformación de plomo en oro.

Actualmente, la alquimia es pensada como algo pintoresco, incluso un poco oculto, una reliquia de edades oscuras.

Pero hay una sabiduría tremenda para ser encontrada dentro de esta filosofía oscura y arcaica. Contrario a la creencia popular, la alquimia no se trata de transmutar metales básicos en oro – en cambio, es la ciencia secreta de la iluminación, liberación interior y despertar a tu Verdadera Naturaleza.

¿Qué es Alquimia Espiritual? (Definición)

“Aurum Nostrum Non Est Aurum Vulgi”: Nuestro oro no es oro común – dicho alquimista.

Ya sea que entiendas la alquimia como una ciencia o como un tipo de psicología espiritual, la alquimia finalmente concierne a la transformación y al cambio.

Mientras que la alquimia física se preocupa de alterar y transformar las propiedades dentro de la materia, la alquimia espiritual se preocupa de liberar tu ser espiritual que está oscurecido en tu interior por las partes sin refinar de tu ego (e.g. tus miedos, creencias personales, auto-odio, etc.)

Cuando se trata de alquimia física versus la alquimia espiritual, la alquimia espiritual es mucho más multifacética.

Tal vez el aspecto más fascinante de la alquimia espiritual es su objetivo: liberarte de tus heridas centrales, creencias centrales, pérdida de alma y otras estructuras de tu personalidad auto-destructivas con el fin de que vivas libre y alegremente.

Existir en la consciencia de “ser puro”, de Unidad espiritual o centrada en el Alma es el estado último de la transformación: el oro de la alquimia espiritual. Este proceso que intenta reestructurar tu personalidad y los varios niveles de apego, evitación e identificación que posees.

Hoy en día podemos agradecer al famoso psiquiatra del siglo XX, C.G. Jung por el interés profundo en alquimia. De hecho, gran parte de su teoría está fuertemente empapada en el rico simbolismo de la alquimia, creando una hoja de ruta colorida y sofisticada por la cual podemos aprender a “salirnos de nuestro propio camino”, dejar de ser nuestro propio enemigo y permitir que se despliegue nuestro potencial total.

Como mencioné anteriormente, el renombrado psiquiatra Suizo Carl Jung es comúnmente reconocido como el principal defensor y promotor de la alquimia.

El señaló que notaba que muchos de los símbolos encontrados en los textos de alquimia aparecían misteriosamente en los sueños de sus pacientes – la mayoría de los cuales no tenían conocimiento previo de alquimia.

Jung también concluyó que la alquimia era una manera estupenda de expresar los símbolos universales de la vida y era entonces una herramienta altamente efectiva para la revelación psicológica. 

En sus palabras, el escribió:

“La alquimia me ha prestado el gran e invaluable servicio de proporcionar material en el que mi experiencia pudiera encontrar el suficiente espacio, y por lo tanto me permitió describir el proceso de individuación al menos en sus aspectos esenciales”.

Tres símbolos alquímicos poderosos

Materia Prima, La Piedra Filosofal y Oro son los tres símbolos relacionados con la alquimia más poderosos y comúnmente conocidos.

La Materia Prima (o “primera materia”) es un símbolo alquímico que refleja la noción de que todo el universo se originó a partir de una base primitiva y sin forma.

La idea de “Materia Prima” se remonta a Aristóteles, quien comprendió que hay una fuerza que sostiene todas las demás formas en existencia conjunta pero es en sí misma invisible – nos referimos a ella como “Espíritu”. 

Materia Prima, como el útero invisible o fuerza nunca antes vista, es un campo de potencial puro que solamente puede llegar a existir cuando es encarnada dentro de una “forma”.

En alquimia, la Materia Prima o material primario es eso que queda después de haber reducido la materia en su esencia pura.

Este proceso es un símbolo psicológico poderoso porque describe la experiencia interna de llegar a una “realización central”, o en otras palabras, hacerse consciente de la causa raíz de una creencia o trauma en nuestro interior.

Al trabajar con la Materia Prima de nuestros seres interiores, podemos continuar un viaje para encontrar la Piedra Filosofal (liberación espiritual) que transforma cualquiera de nuestras cualidades básicas (egoísmo, arrogancia, vanidad) en oro (amabilidad, tolerancia, humildad, etc.). Exploraremos estos símbolos un poco más en la siguiente sección.

¿Por qué aprender sobre alquimia espiritual?

Puedes estar preguntándote ¿Cuál es el punto de aprender sobre alquimia espiritual?

Mi respuesta es que en la vida, todos necesitamos mapas que puedan ayudarnos a orientar nuestros entornos.

En términos del paisaje interior y el viaje del despertar espiritual, la alquimia es una de las prácticas y metáforas más antiguas que existen.

Por definición, podemos usar las diferentes etapas y símbolos de la alquimia para comprender mejor dónde estamos, y dónde vamos en un camino que de otra forma puede sentirse desorientador y confuso.

Las 7 etapas de la Alquimia Espiritual

“Solve et coagula: Disolver y coagular”. – dicho alquimista

La expresión Latina “solve et coagula” se deriva de “solve”, que significa romper y separar, mientras que “coagula” describe el proceso de unir elementos (coagular) en una forma nueva y superior.

De manera interesante, “solve et coagula” es una metáfora psicológica brillante. Al perseguir el Oro (o escuchar nuestro “llamado interior” intuitivo) rompemos partes limitantes dentro de nosotros que están en el camino de nuestra transformación (Piedra Filosofal) en un ser libre y completo (coagulación).

Este viaje de muerte, renacimiento y transformación con frecuencia ha sido resumido en cuatro niveles de alquimia:

1. Nigredo (o “ennegrecerse” – símbolo de la muerte de viejas formas de ser)

2. Albedo (o “blanquearse” – símbolo del proceso de renacimiento y consciencia de Alma)

3. Citrinitas (o “amarillarse” – símbolo del desarrollo de la consciencia del Espíritu)

4. Rubedo (o “enrojecerse” – símbolo del logro de la Liberación Espiritual)

Desglosaré estos cuatro niveles de alquimia a continuación.

Nota: mientras no hay etapas universales de la alquimia debido al gran número de escuelas diferentes afuera, a continuación algunas de las etapas más ampliamente aceptadas y cómo ellas pertenecen al viaje del despertar espiritual:

1. Calcinación 

Calcinación es el proceso de calentar y descomponer la materia prima – o en otras palabras, romper partes de nosotros mismos que están en el camino de nuestra propia felicidad. A menudo preferimos tener razón o cumplir una idea de “perfección” que ser realmente felices, así que seguimos descuidando la exploración de nosotros mismos.

La Calcinación representa la etapa en nuestras vidas donde comenzamos a romper nuestros egos y la duda de uno mismo, testarudez, comportamiento auto-saboteador, orgullo y arrogancia que ellas tienen, poniéndolas a un lado para que podamos averiguar qué hay debajo.

2. Disolución

Una vez que hemos desglosado todas las características de nuestra personalidad que estaban en el camino de nuestra evolución, nos quedamos con el proceso de disolución que es el comienzo de sentir menos identificación con nuestro sentido falso del ser.

Una vez que estamos libres del fuerte agarre del ser egocéntrico, podemos dar un paso atrás y realmente observar nuestras cualidades positivas y negativas.

En esta etapa, nuestra inhabilidad para tomar responsabilidad para nuestras muchas fallas, nuestros traumas reprimidas y otras tensiones interiores surgen a la superficie, haciéndonos tomar consciencia de cómo nuestro comportamiento puede estar afectando a los demás.

Esta etapa es, entonces, el comienzo de la madurez espiritual y el proceso de despertar espiritual.

A menudo, esta etapa de transformación es provocada por enfermedades repentinas, crisis de salud mental o infortunios en nuestras vidas que pueden hacernos dar atención cercana a lo que estamos haciendo, sacudiéndonos de nuestros patrones de evitación (como la adicción al trabajo, adicciones a ciertas relaciones, drogas, hábitos no saludables, etc.)

3. Separación

Separación es la etapa en la que hacemos que nuestros pensamientos y emociones más definidos al practicar introspección, auto-consciencia y auto-análisis.

Un ejemplo simple de este proceso es comprender la diferencia entre nuestro enfado y nuestro duelo o el deseo conflictivo de aislarnos a nosotros mismos pero también conectar con otras personas.

El proceso de la separación involucra realmente hacernos conscientes de nuestras emociones auténticas hacia los demás y nosotros mismos. En esta etapa, escogemos experimentar nuestra ira, frustración o decepción hacia los demás y hacia nosotros mismos, en lugar de volver al viejo hábito de tratar diligentemente de "perdonar y olvidar" porque es lo "correcto" o cómodo de hacer (o, por otro lado, reaccionar y guardar rencor).

La separación está estrechamente entrelazada con el trabajo de la sombra en el sentido de que debemos permitir que todos los sentimientos y pensamientos en nuestro interior salgan a la superficie uno al lado del otro y hacernos conscientes de nuestro “lado oscuro”. Esta práctica nos ayuda a aislar elementos particulares de nuestro carácter para verlos y evaluarlos honestamente, y entonces eventualmente abrazarlos conscientemente y transformarlos.

4. Conjunción

Después de la purificación y clarificación de las primeras tres etapas, debemos integrar y combinar los elementos restantes dentro de nosotros a través del proceso de “Conjunción”.  

Mientras en el paso previo aprendimos a distinguir todos los sentimientos y pensamientos en nuestro interior, la Conjunción proporciona el espacio interior – hirviendo a fuego lento – que se requiere para que realmente y honestamente aceptemos todas las partes de nuestro ser auténtico.

Cuando experimentamos esta etapa de alquimia espiritual, muchos de nuestros pensamientos inconscientes olvidados (o reprimidos) desde hace mucho tiempo burbujean hacia la superficie y dentro de la luz de la alerta consciente.

En esta etapa, llevar un diario, la introspección, la solitud y la meditación son particularmente útiles para facilitar el movimiento hacia la siguiente etapa.

5. Fermentación

La Fermentación es el comienzo de nuestro proceso de renacimiento. Esta etapa puede ser comparada con la muerte de una uva, que luego se convierte en el nacimiento del vino.

Mientras las primeras cuatro etapas involucran trabajar con aspectos de nuestra personalidad antigua, en la etapa de Fermentación comenzamos a experimentar momentos de nuestro ser más “refinado”.

La Fermentación ocurre en dos partes: Putrefacción y Espiritización.

La Putrefacción es la descomposición de nuestros seres antiguos, el proceso de muerte interior por el cual los viejos elementos de nuestras mentes conscientes e inconscientes se dejan pudrir y descomponer. (Algunos llaman esta etapa La Noche Oscura del Alma ya que puede ser seguida por estados mentales problemáticos como la depresión).

Por otra parte, la Espiritización es la etapa en la cual comenzamos a mirar al mundo bajo una nueva luz. Con la guía correcta y con trabajo interior sólido, la Espiritización involucra dejar ir aspectos de nosotros mismos y nuestras vidas que no sirven ni contribuyen a nuestra transformación espiritual. Esto es cuando probamos momentos de una gran paz interior y quietud.

6. Destilación 

Una vez que comenzamos nuestra Espiritización, debemos encontrar una manera de continuar integrando todas estas realizaciones espirituales en nuestras vidas con el fin de permitir que se vuelvan permanentes. La Destilación es el nivel de mayor purificación.

Un ejemplo de Destilación es encontrar formas de vivir desde una lugar de paz interior – incluso en las circunstancias más mundanas.

Con suficiente práctica repetida de morir constantemente y renacer en el momento presente, sin entrar de nuevo en los hábitos, identificaciones y ciclos mentales, experimentamos una transformación interior profunda y fuerte. En Oriente esto es lo que se conoce como auto-realización o iluminación espiritual.

Ciertas prácticas como la atención plena, la meditación, yoga y auto-indagación son útiles en esta etapa para facilitar el movimiento hacia la siguiente etapa.

7. Coagulación

Similar a la habilidad de la sangre para formar coágulos y dejar de sangrar. La Coagulación es el momento en que hemos “roto la cabeza” o en otras palabras, nos hemos liberado de la mente y nuestra conciencia o Alma se une con la Materia Prima: el Espíritu.

Es en este punto que hemos encontrado el Elixir de la Vida, también conocido en alquimia como La Piedra Filosofal.

Este punto de unión no-dualista entre dos opuestos – el Ser espiritual y el ser humano, ego y Alma, mundos interior y exterior – representan la culminación del viaje espiritual, el momento sagrado de libertad espiritual o iluminación. 

El mayor logro de la Alquimia es reflejar la interrelación entre la mente y la materia, ego y alma, ser y mundo. Encarna y señala la unión de opuestos, la trascendencia de la división y la Unidad de todos los seres.

Espero que este artículo haya ayudado a explicar este tema misterioso más en profundidad, proporcionándote un mapa de ruta alquímico para comprender tu progreso espiritual e iluminar tu comprensión.

¿Cuáles son tus pensamientos sobre la alquimia espiritual? Me encantaría escucharlos.


Mateo Sol es un consejero espiritual, guía, bibliófilo, emprendedor y co-fundador de uno de los sitios web ampliamente leído y con mayor influencia en internet. Nacido en una familia con historia de adicción a las drogas y enfermedad mental, aprendió sobre la difícil situación de la condición humana desde una edad temprana. Su misión es ayudar a otros a experimentar la libertad, la plenitud y la paz en todas las etapas de la vida.

Fuente: https://lonerwolf.com/spiritual-alchemy/

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