Honrar nuestras emociones - Lisa Olivera

No hay nada más humano que honrar nuestros sentimientos no tan encantadores, permitir que nuestras partes no tan "compartibles" estén allí, y permitir que nuestras experiencias no tan placenteras existan tal como son, mientras también permitimos que esos sentimientos, partes y experiencias se transformen y cambien cuando estén listos para hacerlo. Hay tal equilibrio entre permanecer estancado allí y permitirnos a nosotros mismos estar allí cuando lo necesitamos – entre pensar que todo es malo y notar dónde ciertas cosas simplemente no se sienten bien - entre querer dejar nuestra vida y reconocer las cosas que podemos querer cambiar para crear más alineación, presencia y paz en la vida no tan perfecta que tenemos.

El mundo en el que vivimos hace muy difícil el permitirnos encuerpar e integrar esas cosas. Recibimos constantemente mensajes de que deberíamos estar en algún otro lugar, que deberíamos ser más felices si tuviéramos más, que sanar es tan simple como pensar positivamente, que todo es nuestra culpa y entonces todo depende de nosotros, cambiar cómo nos vemos a nosotros mismos y al mundo… se nos ha dado la tarea del trabajo imposible de sostener el peso de ser humano en un mundo que no lo hace seguro, amoroso o fácil para hacer. Merecemos cualquier y todas las formas de encontrar un poco más de alivio, de eliminar las voces interiores duras y así reconocer mejor lo que es y lo que no es nuestro para sostener y volver a lo que es real sobre nosotros mismos.

Esta mañana, indagándome: ¿cómo puedo recordar que mi vida no es algo de lo que necesito escapar? ¿Cómo puedo recordarme que mi cuerpo no es algo de lo que necesito escapar? ¿Cómo puedo confiar en la monotonía del día a día que viene con ser una madre no es algo de lo que tenga que escapar? Porque cuando me permito estar donde estoy, hay sabiduría aquí, también. Hay riqueza aquí también. Hay algo para ser recogido en la vida que tengo, no solo en dejarla. Hay bondad para ser sentida en los momentos ordinarios, no solo en los momentos extraordinarios y bellos en vacaciones. Hay paz encontrada entre el caos del mundo en el que vivo, no solo en medio de un bosque de secuoyas en la costa. Es difícil recordar a veces. Y es verdad.

Por aquellos de nosotros que hemos estado haciendo trabajo de sanación durante un largo tiempo, es fácil sentir como que deberíamos saberlo todo por ahora y nunca volver a lugares en los que hemos estado previamente. Pero esas son solo suposiciones que hacemos basadas en historias que sostenemos sobre nosotros mismos y sobre lo que significa ser humano – esos "deberías" no son verdad. Cuando creamos solo un pequeño espacio para permitir que nuestros cuerpos liberen los deberías como verdad y en cambio los veamos como una oportunidad de aproximarnos a nosotros mismos de nuevas formas, haremos espacio para el crecimiento y la compasión para arraigarnos en nosotros. Hacemos espacio para vernos claramente a nosotros mismos. Y desde este espacio, podemos mostrarnos por nosotros mismos más plenamente.


Commentaires

Articles les plus consultés