Maternarse a sí misma - Ximena Nohemí

Sanar la herida con mamá nos lleva a adquirir la madurez emocional necesaria para cuidar de nosotras mismas con sabiduría, enraizando una serie de hábitos diarios que hacen de nuestra vida un hogar con el fuego siempre encendido.

Es por ello que hoy te comparto con mucho cariño un post con prácticas simples para maternarnos ya que es un tema que hace mucho tiempo varías de ustedes me habían estado pidiendo.

Es cuidar de los espacios habitados con suma lucidez, administrando bien la energía vital y creando belleza naciente que nos inspire.

Es una filosofía de vida, que nos impulsa a mantener nuestra salud en todos los niveles y a regenerarnos para expandirnos en nuestro más pleno potencial.

1. Marcar los límites que nos resulten importantes y necesarios

No podemos cuidar de nosotras mismas si no tenemos el espacio suficiente para hacerlo. Por lo tanto, primero que todo, necesitamos asumirnos como mujeres adultas merecedoras de espacios íntimos y además precisamos cuidar la forma en la que nos vinculamos con el mundo.

2. Practicar la meditación diaria

La forma suprema de aprender a identificar a tiempo los patrones no saludables que nos acechan es enraizar una práctica personal que nos mantenga despiertas para tomar decisiones basadas en la madurez espiritual.

3. Mantener mi altar o espacio sagrado

Nos sentimos mayormente conectadas y enraizadas a la vida cuando comenzamos a tomar medidas para mantener el fuego del hogar interno siempre encendido. Lo esencial es preguntarme: ¿Qué elementos me mantienen conectada a la divinidad?

4. Mantener un vínculo con la naturaleza

Tener contacto constante con la naturaleza como un hábito de vida nos entrega el enraizamiento necesario para mantener mi equilibrio interno. Te invito a descubrir ¿Cuáles son los paisajes que tu alma necesita hoy?

5. Practicar rituales de autocuidado

Otorgarnos días fijos para darnos mimos de belleza y autocuidado nos permite asentar la idea de que merecemos y necesitamos tiempo de valor con nosotras mismas. sanando cualquier resabio de culpa que aparezca por hacerlo.

6. Mantener mi entorno limpio, ordenado y plagado de belleza inspiradora

Sea donde sea que me encuentre viviendo, sea por un par de días o durante un año, es de suma relevancia cuidar el espacio que habito manteniendo una rutina de limpieza.

7. Destinar tiempo para retirarme del día y no hacer

En épocas cargadas de sobre-estimulación e información, resulta esencial otorgarme un momento del día para estar sola conmigo misma en absoluto vacío. Esta es una sagrada práctica de mirar el techo, intentando no pensar.

8. Elegir conscientemente mi alimento, prepararlo con amor

¿Qué otras prácticas o formas simples de maternarte a ti misma practicas día a día?