Dragón - Simbolismo

 Se le tiene erróneamente por figura del mal y en el sueño ha sido relegado al ámbito de las pesadillas. Tampoco es figura del bien: es representación de la fuerza que impide la salida de lo mejor que hay en el ser humano. Es el guardián de la mortalidad, el encargado de que la materia no se sublime y se convierta en espíritu. Cuando aparece en sueños es para refrenar los impulsos del soñante a la elevación espiritual. Por esto se le llama guardián del tesoro. La alegoría alude al tesoro interior de cada cual, cuya salida impedirá lanzando fuego y zarpazos la bestia de los elementos, que en lo humano son las pasiones. En "La Sabiduría de la Fe" obra gnóstica atribuida a la secta de los ofitas, pero de indudable factura iniciática, la Virgen María pregunta sobrecogida a Cristo: "Señor mío: ¿qué forma tiene la tiniebla exterior o qué lugares de castigo existen allí?" Y Cristo responde: "La tiniebla exterior es un gran dragón cuya cola está en su boca; se halla por completo fuera del Cosmos y lo circunda". Es decir, cuida de que lo material siga siéndolo por siempre. Y así será hasta que un caballero solar, enviado por el Espíritu, rescate al ser humano cuya alma está representada por la doncella. Pero, insistimos, no pertenece al plano de las pesadillas sino al de nuestra fuerza interior opuesta a que saquemos lo mejor de nosotros mismos. Hay que vencerlo, pero no es una figura maléfica, por lo cual el dragón en Oriente está incluso ligado al concepto de sabiduría, al igual que la serpiente. Según Confucio, el dragón se alimenta en las aguas de la sabiduría, por lo que los chinos imprimían su imagen hasta en las ropas del emperador, a fin de que su inspiración lo guiase en todo momento. La mitología Griega lo personifica en Tifón, el monstruo de las cien cabezas que hablaba el lenguaje de los dioses. Su aliento flamígero habría dado nacimiento al volcán Etna. En la India se reverencia a Rahu y a Ketu, que son la cabeza y la cola del dragón. 

Commentaires

Articles les plus consultés