La Sombra Dorada: Entrar al Poder de quién eres realmente

“Hay alturas del alma desde las que incluso la tragedia cesa de lucir trágica”. ~ Nietzsche

La mayoría de nosotros está familiarizado con el arquetipo de la Sombra Oscura: el lado oscuro reprimido escondido en nuestro interior. Pero probablemente no estamos tan familiarizados con el arquetipo de la Sombra Dorada: el oro reprimido escondido en nuestra oscuridad.

La sombra dorada simboliza el coraje retenido, los talentos ocultos, las pasiones reprimidas y la creatividad ahogada. Es el potencial insatisfecho que las personas dejan de ver o desarrollar debido al miedo y la falta de toma de riesgos.

En el espíritu de convertirse en un ser humano más integrado y equilibrado, y más auténtico en nuestro compromiso con nosotros mismos y con los demás, ser curioso respecto a la oscuridad interior es una manera profunda de descubrir el oro oculto.

Hacer consciente la oscuridad

“Mucho del animal distorsiona al hombre civilizado, mucha civilización enferma a los animales”. ~ Jung

Tener una sombra es una parte de ser humano. Todos tenemos una y todos tenemos un lado oscuro. Fue necesario reprimir ciertos aspectos de nuestra animalidad cuando estábamos creciendo.

Con el propósito de encajar en nuestra dinámica cultural inmediata, con el fin de ser miembros civilizados y saludables, funcionales de la sociedad, fue importante y saludable atenuar nuestro lado salvaje, nuestro frenesí desenfrenado, nuestra violencia, nuestra espontaneidad irreflexiva y aprender algo de disciplina.

Esto se convirtió en nuestra oscuridad reprimida, nuestra sombra. Hacer la oscuridad consciente es una forma de arte. Es una empresa precaria, una empresa delicada y peligrosa. Pero ninguna otra práctica es más vital para el florecimiento humano. Ninguna otra tarea es tan crítica para lograr el equilibrio y la integración.

Como Jung dijo famosamente, “Uno no se ilumina al imaginar figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad”.

Esto se debe a que la sombra es primal. Es salvaje e intuitiva. Es umbilical. En nuestra juventud fue necesario reprimirla con el fin de lograr disciplina; en nuestra madurez, es vital que la integremos para lograr iluminación.

Debe ser reconciliada para que no se infecte, se extienda y nos envenene. Si simplemente ignoramos la sombra, se volverá más fuerte, más oscura, más enfurecida. Se volverá demoníaca y dominante, hasta el punto de que eventualmente nos poseerá como meros títeres bajo una nube oscura e implacable.

Toma una valentía feroz enfrentar nuestra oscuridad y toma un cuestionamiento despiadado atravesar las respuestas cómodas en las que nos hemos establecido. Toma vulnerabilidad tierna atravesar la invulnerabilidad rígida que hemos erigido para mantenernos “seguros”.

Pero nada es más importante que hacer consciente la oscuridad, especialmente cuando nuestra meta es la integración saludable, la completitud, equilibrio, auto-realización e iluminación.

Minando el oro

“Los héroes están destinados a ser forjados dorados a partir de las llamas”.  ~ Nikita Gill

Una vez que hemos hecho nuestra oscuridad consciente, podemos comenzar la importante tarea de excavación sagrada. Pero no será fácil. La única cosa más difícil que la minería de otro en la sombra es hacer consciente a la oscuridad.

Esto es porque la sombra es turbulenta y feroz. Es un horno desenfrenado de energía fundida donde toda nuestra ira reprimida, dolor, vergüenza, culpa y desenfreno se ha convertido en un furioso frenesí.

La minería de oro en tal ambiente no es para el débil de corazón. Una buena estrategia, ir adentro, es aprovechar el poder arquetípico del Fénix (el proceso personificado muerte-renacimiento). Al enfrentar un arquetipo (Fénix) contra otro (Sombra) seremos más valientes y adaptables cuando enfrentemos el fuego y más probable que gane la resiliencia del renacimiento. 

Más fácil decirlo que hacerlo, pero el descubrimiento del oro vale la pena. Pues este tipo de oro refuerza nuestra confianza y coraje. Refuerza nuestro amor propio. Nos hace más resilientes, más imaginativos y más robustos espiritualmente. Revela talentos ocultos, pasiones reprimidas y creatividad sofocada.

Lo interesante es que para ganar el coraje necesario para la minería del oro en la sombra, uno debe haber tenido el coraje de hacer lo oscuro consciente.

Es como la paradójica frase de George Orwell: “"Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse revelado, no serán conscientes. Ese es el problema".

Lo bueno (y lo malo) del Inconsciente es lo que funciona detrás de escena a pesar de la consciencia. Si tenemos la suerte suficiente para tener una vida que detone nuestro inconsciente para darnos el coraje tan necesario para hacer consciente la oscuridad, en primer lugar, podremos reforzar nuestro coraje a través del descubrimiento del oro de nuestra sombra, en segundo lugar.

Al final, habiendo hecho consciente la oscuridad, habiendo sido forjados por el fuego, habiendo resucitado en una poderosa Fénix, habremos excavado el oro sagrado de las sombras y desvelado nuestras pasiones más profundas, talentos ocultos, feroz estado salvaje y creatividad innata.

Con nuestra sombra intensa de nuestro lado, como aliada en lugar de enemiga, como completitud en lugar de disociación, como diamante en lugar de demonio, un manto de antifragilidad viste nuestro carácter y el camino de la autosuperación y la iluminación se ensancha ante nosotros.


Gary 'Z' McGee, un ex especialista en inteligencia de la Marina convertido en filósofo, es el autor de Birthday Suit of God y The Looking Glass Man. Sus obras están inspiradas en los grandes filósofos de la época y su visión despierta del mundo moderno.


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