Detonantes como caminos a tu libertad

Estas son notas de un taller en línea dirigido por Bethany Webster es Coach, escritora, autora del libro, 

Misión: ayudar a sanar la herida de la madre y recuperar nuestro poder. Ha invertido 25 años trabajando en la sanación de su trauma de apego.

¿Qué son detonantes?

Son caminos a la libertad.

Crecimos en familias donde las emociones eran algo así como “tabú”. Debido a que vivimos en patriarcado, tuvimos que ocultar nuestras emociones.

Tal vez nuestros padres eran agresivos, nuestras madres se congelaban… Tal vez no eran conscientes de qué los activaba y el daño que causaban los detonantes.

Como mujeres, podemos romper el ciclo, desmantelar el patriarcado dentro de nosotras mismas, sanar la herida de la madre y limpiar el camino para mujeres más empoderadas…

Los detonantes son tesoros: subvierten lo que hemos aprendido

Los detonantes nos muestran dónde está el dolor, dónde está nuestro corazón, nos señala nuestro siguiente nivel en el camino de la curación – señalan el dolor que requiere nuestro amor. Abrazar el dolor que surge es parte de la sanación… 

Ir hacia el dolor… Emociones no digeridas, energía no digerida, que ahora podemos digerir. El universo trae lo que podemos manejar en el momento. ¿Qué surge en mí?

¿Qué son los detonantes emocionales?

Neurociencia: ¿qué sucede en el cerebro cuando algo nos detona?

Muchas veces no entendemos porqué reaccionamos frente a una situación.

A veces nos detonamos con nuestros propios pensamientos – nos confundimos, pensamos en lo que deseamos y lo que no. Puede que nos sintamos incómodas físicamente – sudor, sensaciones sentidas.

Dos clases de disparadores y cómo responder (tips y herramientas)

Hay dos partes del cerebro: 

- La amígdala, en la base posterior del cráneo – no ha cambiado: respuestas de pelear, huir, o congelarse. Cuando hay una carga de adrenalina. Puede que nos sintamos confundidas por esta respuesta. La amígdala se activa para ayudarnos a responder – se trata de sobrevivencia.

- La corteza prefrontal, maneja funciones más sofisticadas. Podemos tener detonantes originados en esta zona. Cuando nos activamos con nuestro propio pensamiento. 
Creando más ansiedad desde el pensamiento: pensamiento blanco/negro, catastrófico, los "deberías", el perfeccionismo, el miedo frente a algún logro que deseamos, pero nos negamos porque puede que nos asuste ser más visibles.
Podemos también decir algo que no deseamos decir, equivocarnos y el cerebro después nos avergüenza más.
Estos pensamientos no nos ayudan, sino que empeoran todo. El crítico interior es parte de los detonantes de la corteza prefrontal.

Las trampas y qué hacer 

¿Qué errores comentemos con los detonantes?

Creer en los pensamientos, son intensos y se sienten reales.

Error: no cuestionar estos pensamientos.

El pensamiento “no soy suficiente”.

Error: culparnos a nosotros mismos – por qué pensamos de más.

¿Qué hacer en lugar de entrar en esos ciclos de pensamiento?

(1) Notar que yo misma me estoy activando. 

Ser consciente del diálogo mental y hacer algún movimiento para detenerlo, interrumpirlo. Buscar otra evidencia para equilibrar – darle un nuevo contexto.

(2) Trabajar con la niña interior

“estoy contigo, estás a salvo”

Son pensamientos pero no son la verdad… Lo más importante es detenerlos.

Trabajar con los pensamientos de manera proactiva.

Escribir en un diario. ¿De quién es la voz que se manifiesta?

Es energía que no ha sido procesada y surge en el presente para ser procesada.

Error: creer que son emociones del presente 

Los detonantes nos muestran algo que sucedió en el pasado. No nos dice nada preciso sobre el momento presente. Es como una ilusión óptica. 

Es intenso y te convence. Muestra algo que atravesé en el pasado… que tiene la misma “sensación” del pasado… Es como un “viaje”, el momento presente se oscurece con emociones del pasado.

Podemos vivir semanas con la mirada de la niña herida… queremos detenerla tan pronto sea posible. Detener los pensamientos y reemplazarlos por otros.

¿Qué hay en lo más profundo del detonante? 

Momentos en los que fuiste rechazada… abandonada… Vamos con conclusiones equivocadas por la vida – condicionadas por la cultura y la familia desde nuestra niñez. Falsas conclusiones: soy “muy sensible”,  debía ser “ayudadora” o "complaciente" para ser amada…

  • Volver a la niña interior. Ser proactiva. Ir al diario y escribir.
  • Visualización y mantras pueden ayudar.
  • Darnos nuevas experiencias… no soy muy sensible, estoy en contacto con mi cuerpo, con mi emoción – no es algo malo.
  • Desmentir la creencia de complacer para ser amada –  puedo ser amada con mis fallas.

Sobre qué conclusiones equivocadas puedo trabajar. 

Los detonantes son oportunidades, experiencias para ir desmontando modelos mentales… Traer nueva información, nuevos datos a nuestro modelo mental. Nuestro poder es que somos adultos. 

La Amígdala

La amígdala registra todas las emociones dolorosas que atravesamos. Es como una plantilla emocional. Si algo afuera combina con la plantilla, prende alarmas. Es como llamar al 911, se activan los químicos que van por la sangre, adrenalina, cortisol. Son reacciones involuntarias, son los detonantes que activan síntomas físicos. Puede confundir tus pensamientos.

Entramos en un estado donde es difícil procesar la información… En medio de estos detonantes no podemos detenerlos. Después se puede reflexionar … para comprender qué sucedió… 

Áreas en las que te sientes activada: finanzas puede ser, relaciones románticas, 

Es normal experimentar esos episodios en los que la sobrevivencia está en juego.

Cuando te congelas, no sabes qué decir. Alternativas: “lo siento, pero en este momento necesito alejarme” Es un“trabajo emocional”: tener que estar para cuidar al otro. Necesitamos ser buenos en poner limites.

Los disparadores son oportunidades para entrar y poner luz a lo no digerido.

¿Cómo actúa la mujer maravillosa y poderosa que soy?

¿Qué sucede con mi niña interior?

Puedo diseñar mantras para hacer frente a las situaciones desafiantes / activadoras

El poder de la interrupción. 

Esto la ayuda a mostrarse ante el personaje detonante, expresar su pensamiento, mostrarle a su niña interior que estaba protegida. Mantener la sensación de empoderamiento frente al otro.

Escribir

Saber cuál es el detonante y comenzar a prepararse para ese detonante

No evitar el detonante, no ignorarlo, sino trabajar con él.

Los detonantes son portales de consciencia y de sanación

¿Cómo trabajar proactivamente con nuestros detonantes?

Y mostrarnos preparadas frente a ciertas personas o ciertas situaciones. 

En el proceso, construimos conexiones entre la amígdala y la corteza prefrontal. Se activa la neuroplasticidad. Toma práctica construir esas conexiones en el cerebro, de ahí la importancia de las repeticiones. Aceptar que para sanar nuestros detonantes necesitamos muchos ejemplos.

Con el tiempo será más fácil: 

Es trabajar la madre interior (corteza prefrontal). La niña interior es la amígdala.

Es el trabajo de maternarse.

Es como construir un nuevo camino… para que sea la opción alternativa de la autopista que hemos repetido toda la vida. Toma tiempo… se requiere revisitar “temas”.

Ese camino nos abre a nuevas maneras de ser, de pensar… 

¿Cómo trabajar con el detonador de la amígdala?

Es un detonante basado en el cuerpo. Permitir que los químicos sigan su curso… 

Primero cuidar nuestro cuerpo y luego trabajar con nuestros pensamientos.

¿Cómo dar el mensaje al cuerpo que estamos seguros?

Enfocarnos en el cuerpo y comunicarle que está a salvo: 

  • “estoy experimentando un detonador”
  • es el pasado… no tiene que ver con el presente

Suceden usualmente por un estímulo exterior: sonido, expresión, sueño, comportamiento de alguien más que te recuerda algo. Es como si la amígdala secuestrara tu cuerpo.

  • Llevar al cuerpo a relajación – retirar la atención del pensamiento, llevarla a la respiración, respirar lento y profundo…
  • Caminar lentamente… 
  • Mirar alrededor, afuera… desde una ventana… 
  • Hablar con la niña interior, manos en el corazón, “todo está bien” “aquí estoy contigo pequeña” “vamos a ver cuántos colores hay” “estás segura, no hay amenaza ahora” escuchando mi propia voz – es más poderosa
  • Enfocarnos en los sentidos, qué escucho, qué veo, qué colores percibo… darle al sistema nervioso una oportunidad de reiniciarse sin darle más información
  • Volver al presente: Estoy aquí en este momento, no en el pasado… Tocar el cuerpo “estoy aquí en este momento” también lo calma- estás a salvo.
  • Salir y estar fuera, en la naturaleza… mover el cuerpo para que los químicos se muevan. Esto disminuye la posibilidad de reaccionar – es un trabajo de “limpieza”
  • Escuchar música y danzar… estirarnos.
  • Algo del pasado que solo necesita ser “suavizado” – 
  • Cantar el OM
  • Descansar… acobijada. 

Después de la práctica corporal, se puede ir a los tips para la corteza prefrontal.

  • Escribir ¿qué me recuerda del pasado?
  • RE-encuadrar los pensamientos
  • Modelos mentales para apoyarnos a entrar en el dolor.
  • Reconocer que cada emoción es transitoria. Sentir las emociones está bien – no tenemos que almacenarlas como niñas. Son energía poderosa que siempre pasa, no nos pueden hacer daño. “solo emoción del pasado”, todo detonador es pasado.
  • Cuando experimentamos un disparador fuerte, de amígdala, después de calmarse… tomar revelaciones para prepararnos para la siguiente activación.

Niña interior

Cuando le damos mucho amor a nuestra niña interior.

Cultivar una relación con la niña para que los detonantes no sean tan frecuentes.

Si no hay consciencia adulta… se siente un vacío de nutrición, de escucha… Ahora podemos darlo a nuestra niña interior, para ser una adulta soberana.

Cada detonador te va brindando revelaciones para quebrar el ciclo.

Los detonantes son parte de la vida, son tesoros: Triggers are treasures

Estratégico: ser consciente de la ventana de tolerancia – lo que podamos limitar, está bien para no exponernos demasiado, poner límites...

Necesitamos tiempo para recuperarnos de nuestros detonantes

Necesitamos tiempo para integrarlos y tomar la sabiduría de ellos

Esto es soberanía, elegir por mí misma… 

¿qué detonantes innecesarios hay en mi vida?

3C = Calma – Compasión – Curiosidad

Con el tiempo vamos creando el nuevo camino de maternidad interior.

Tendemos a culparnos, castigarnos… 

Lo viejo debe ser activado para poder ser sanado - recableado. Si no somos activados, no podemos sanar.

No sanamos desde la cabeza, ni con conceptos. Tenemos que sentir para sanar… es como somos construidos como humanos.

  • El cerebro necesita nueva información
  • La amígdala necesita nuevas experiencias
  • Necesitamos repetición

Punto óptimo: sentir el detonante y sentirse lo suficientemente segura para poder acceder a una nueva alternativa

Todos traemos dolor del pasado… El dolor nos ha sido confiado para transformarlo

Al trabajar con nosotros podemos ayudar al colectivo, porque todo está conectado.

Cada uno importa… sanamos en espiral… no somos productos, somos humanos, revisitamos cosas muchas veces, cada vez tenemos la oportunidad de mostrarnos más empoderados.

Mi cuerpo me ama y quiere protegerme. Me muestra el pasado, algo que atravesé. Ahora puedo ayudar a mi niña interior, ya no estoy atascada ni abandonada. Ahora tengo una consciencia adulta y soberana.

Voy a ser detonada… el camino es ser amable y amorosa conmigo misma.


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