Resurección como práctica - Thich Nhat Hanh

Esta Pascua de Resurección estamos felices de compartir una charla de nuestro maestro, Thich Nhat Hanh, ofrecida el 20 de Abril de 2014. La charla total está disponible.

Hoy es un día muy especial - la resurección de Jesucristo.

Las personas viven como si estuvieran muertos. Pero si saben cómo respirar conscientemente y caminar conscientemente, son resucitados. La resurección es una práctica. Si Jesucristo pudo hacerlo, entonces nosotros como seres humanos como él, también podemos hacerlo. Jesús es el hijo de Dios y también el hijo de los hombres y el hijo de la Tierra. Nosotros también somos los hijos y las hijas de los hombres y los hijos de Dios. Siempre podemos volver a la vida practicando el despertar, la atención plena.

Desde un estado de olvido pasas a un estado de atención plena en pocos segundo dando un paso consciente y tomando una inhalación consciente. Entonces sucede el milagro de la resurección. La Resurección no es una creencia o un dogma, es una práctica. Aprendiendo cómo respirar con atención plena, caminar con atención plena, comer con atención plena, conducir con atención plena, nos volvemos personas vivas, y tenemos la oportunidad de vivir profundamente cada momento que nos es dado en nuestra vida diaria. Ya no vivimos como personas muertas.

Si miramos alrededor, vemos que muchas personas están circulando pero no están realmente vivas porque no tienen esa consciencia. Si eres alguien que está despierto, puedes ayudarlos a despertar y estar vivos otra vez. La práctica es simple. Estar vivo es posible. Darle a tu vida un valor real, una calidad real es posible.

Cuando nos despertamos a la belleza y maravillas de la vida, podemos entrar en contacto con estas maravillas que están llenas del poder de sanar y nutrir. Todos necesitamos nutrición y sanación. Si nos llevamos de vuelta a casa al aquí y al ahora, podemos entrar en contacto con esos elementos de la vida refrescantes, sanadores y nutrientes. Si lo hacemos por nosotros mismos, podemos ayudar a quienes nos rodean a hacer lo mismo. Despertamos al hecho de que la alegría y la felicidad son posibles, no son sólo sueños o proyectos.

Como practicantes de la atención plena, sabemos cómo generar una sensación de alegría y felicidad donde quiera que queramos. El principio es muy simple. Cuando inhalamos de manera consciente y traemos nuestra mente de vuelta a casa al cuerpo, estamos establecidos en el aquí y ahora. Reconocemos que tenemos muchas condiciones para ser feliz aquí y ahora, no tenemos que correr al futuro para buscar más. Con esta clase de comprensión y consciencia, crear una sensación de alegría y felicidad siempre es posible. Una inhalación o un paso hecho en atención plena puede ya traernos felicidad, con la revelación de que estamos vivos, es una maravilla estar vivos y estar caminando en el planeta tierra. La felicidad es posible. La alegría es posible.  

Cuando volvemos a casa al aquí y al ahora, podemos entrar en contacto con el sufrimiento. El sufrimiento es una realidad. Hay sufrimiento en nosotros y en el mundo. Nos despertamos al sufrimiento de nosotros mismos y de la humanidad, del mundo. La mayoría de nosotros no quiere reconocer el sufrimiento en nosotros. Nuestro sufrimiento pudo haber sido transmitido a nosotros por nuestro padre, nuestra madre, nuestros ancestros. Es posible que no hayan podido transformar sufrimiento y es por esto que nos ha sido transmitido a nosotros. Entonces, algunas veces sufrimos y no sabemos porqué sufrimos así.

Con atención plena, podemos reconocer el sufrimiento en nosotros, en nuestra nación, en el mundo. La práctica de la atención plena nos ayuda a calmar el sufrimiento, a traer alivio y a transformarlo. Con respiración consciente y caminar consciente, tenemos la energía suficiente de atención plena y concentración para reconocer el sufrimiento en nosotros y abrazarlo tiernamente, sentimos alivio y sufrimos menos.

Si conoces la práctica bien puedes ir más allá; puedes transformar el sufrimiento en algo más positivo, como hacer buen uso del barro para cultivar lotos. Hay una profunda conexión entre el sufrimiento y la felicidad. El sufrimiento es un arte y con cierto entrenamiento, descubrirás que si sabes cómo sufrir, sufrirás mucho menos. Usando la energía de la atención plena y la concentración, abrazas tu sufrimiento, lo calmas y sufres mucho menos. Puedes hacer buen uso del sufrimiento para crear alegría y felicidad.

Jesucristo sabía esto. Sabía que tenemos que atravesar el sufrimiento, aprender del sufrimiento y hacer un buen uso del sufrimiento para crear felicidad. Cuando lees el Evangelio de Lucas, ves que Jesús estaba consciente de que el sufrimiento es importante. Si no sabemos esto, siempre trataremos de huir del sufrimiento y no podemos hacer buen uso de él para crear bienestar y felicidad.

Ese Domingo, tres días después de la muerte de Jesucristo, muchos discípulos vinieron a la tumba y encontraron que su cuerpo no estaba allí. Dos de ellos estaban caminando hacia un pueblo llamado Emaus, cerca de 6 kilómetros de Jerusalén, y hablaron sobre un milagro, la muerte de Jesús. Caminando con ellos había otro hombre que no dijo nada.

Estos dos discípulos no sabían el arte de caminar en atención plena. Sólo hablaban. El hombre caminando con ellos no habló y en un punto, preguntó, "¿De qué están hablando caballeros?" Cleofas dijo, "¿Eres un extranjero en Jerusalén? Todos saben lo que sucedió los últimos dos días. Jesús fue crucificado. Murió y esta mañana volvió de nuevo a la vida". Jesús les dijo, "¿No saben que el hijo del hombre tiene que atravesar esta clase de sufrimiento para llegar a su gloria?".

¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? (Lucas 24:26) Esto prueba que Jesús sabía el rol del sufrimiento. Si no atraviesas el sufrimiento, no comprendes el sufrimiento. Si no sabes cómo hacer buen uso del sufrimiento, no puedes alcanzar el bienestar, alcanzar la gloria que mereces.

Continuaron caminando y estaba oscuro, pero los dos amigos querían detenerse en una posada e invitaron al tercero a unírseles. Cuando llegaron a la posada, descansaron y comieron juntos, el tercer hombre comenzó a partir el pan y servir el vino. A través de sus gestos ellos reconocieron a Jesucristo porque solamente Jesucristo podía partir el pan y servir el vino de esa manera.

Si caminas muchas millas pero no lo reconoces hasta que lo ves partiendo el pan y dándotelo, por su manera de hacerlo que es muy especial, muy consciente. En Plum Village, tenemos una frase - "el pan en tu mano es el cuerpo del cosmos". Cuando sostienes un pedazo de pan, tienes que sostenerlo con tu máximo respeto. Todo el cosmos se ha reunido para ofrecerte este pedazo de pan. Es como la Eucaristía en la tradición Cristiana. Cuando los sacerdotes parten el pan, dicen, este es el cuerpo de Jesús. En Plum Village decimos este pan es el cuerpo del cosmos porque el sol, la luna y la tierra se han reunido para traernos este pedazo de pan. Si sostienes el pan así y lo das a un amigo, esta es la forma de Buda y la forma de Cristo.

Thich Nhat Hanh


Fuente: https://plumvillage.org/articles/resurrection-as-a-practice/

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