Cómo me convertí en un guerrero - Jeff Foster

Hace tiempo, huí del miedo
así que el miedo me controló.
Hasta que aprendí a sostener el miedo como a un recién nacido.
Escucharlo, pero no rendirme.
Honrarlo, pero no venerarlo.
El miedo ya no puede detenerme.
Caminé con coraje hacia la tormenta. 
Aún tengo miedo,
pero él no me tiene.
Hace tiempo, me avergonzaba de quién era.
Invité a la vergüenza a mi corazón.
La dejé arder. 
Me dijo, "Solamente estoy tratando
de proteger tu vulnerabilidad",
Le agradecí sinceramente,
y entré en la vida de todas formas,
sin vergüenza, con la vergüenza como un amante.
Hace tiempo, tenía una inmensa tristeza
enterrada en lo profundo de mi interior. 
La invité a salir y a jugar.
Lloré océanos. Mis ductos lacrimales se secaron.
Y encontré alegría justo allí.
Justo en el centro de mi tristeza.
Fue el desamor lo que me enseñó a amar.
Hace tiempo, tuve ansiedad.
Una mente que no paraba.
Pensamientos que no se silenciaban.
Así que dejé de intentar silenciarlos.
Y me salí de la mente
y en la Tierra.
En el barro.
Donde estaba sostenido fuertemente
como un árbol, firme, seguro.
Hace tiempo, el enfado quemó en las profundidades.
Invité al enfado a la luz de mi ser.
Sentí su poder estremecedor.
Permití que mi corazón palpitara y mi sangre hirviera.
Lo escuché, finalmente.
Y el gritó, "¡Respétate a ti mismo ferozmente ahora!"
"¡Expresa tu verdad con pasión!"
"¡Di no cuando quieras decir no!"
"¡Camina tu camino con coraje!"
"¡No permitas que otros hablen por ti!"
El enfado se convirtió en un amigo honesto.
Un guía veraz.
Un bello niño salvaje.
Hace tiempo la soledad cortó profundamente.
Traté de distraerme y anestesiarme.
Corría hacia personas, lugares y cosas.
Incluso pretendí que era "feliz".
Pero pronto ya no pude huir más.
Y caí en el corazón de la soledad.
Y morí y renací
en una soledad y quietud exquisitas.
Que me conectaron con todas las cosas.
Así que ya no estaba solo, sino solitario con Toda la Vida.
Mi corazón Uno con todos los demás corazones.
Hace tiempo, huía de las emociones difíciles. 
Ahora, ellas son mis consejeras, confidentes, amigas,
y todas tienen un hogar en mi
y todas pertenecen y tienen dignidad.
Soy sensible, suave, frágil,
mis brazos rodean a todos mis niños interiores.
Y mi sensibilidad, poder. 
Y mi fragilidad, una Presencia firme.
En la profundidad de mis heridas, 
en lo que he llamado "oscuridad",
encontré una Luz flameante
que me guía ahora en la batalla.
Me convertí en guerrero
cuando me giré hacia mí mismo.
Y comencé a escuchar.

Author ~Jeff Foster


Commentaires

Articles les plus consultés