Pausa - Mirta Medici

 Tenemos el falso concepto de que debemos estar en acción todo el tiempo, de que no está bien estar "pausado", sin un propósito, sin un resultado por obtener. Ni siquiera el ocio está bien visto; tiene que ser un ocio creativo para ser "permitido".

Muchas veces llegan a consulta personas que no tienen ningún tipo de trastorno. Se sienten mal, y no se dieron cuenta que, simplemente, están cansadas. Y no es el cansancio físico que se va durmiendo. Es el llamado "cansancio del alma". Son personas que persiguen todo el tiempo "la zanahoria delante del burro". Corren...y corren... para llegar a dónde??? Luchan todo el tiempo porque se supone que la vida es eso, aunque no saben contra quién ni para qué... Intentan, inútilmente, responder a todos los "debería", "tengo que"... La mente "se pasa de revoluciones", rumiando permanentemente pensamientos que evocan el pasado, cuestionan el presente o se anticipan al futuro. Y las emociones negativas se alimentan hasta el hartazgo. "Tomate cinco minutos (5 min!!!!) al día para no hacer nada", les digo. "Imposible!!" Aparece una larga lista de excusas, como si uno fuera imprescindible y el mundo se destruyera si uno se detiene...

La mente necesita descansar. Basta con que te pongas "en pausa" unos minutos al día. "¿Y cómo hago para frenar la cabeza?" El mindfulness o atención plena es una técnica eficaz. Recuéstate o siéntate cómodamente. Fija tu atención en el aire que entra y sale de tu cuerpo, en tus músculos que se relajan en esa postura, en los colores de la habitación, en como se refleja la luz, en las sombras que se dibujan, en lo que perciban tus sentidos. "Eso es una estupidez!" ¿Y acaso rumiar todo el día sobre el pasado y el futuro o cuestionar el presente no lo es? Y si lo fuera, ¿cuál es el problema? ¿Dónde está demostrado que es necesario pensar siempre en cosas profundas y trascendentales? La mente, para descansar, necesita bajar su nivel de esfuerzo, (desactivarla es imposible) y focalizar la atención en lo que captan los sentidos requiere de un esfuerzo mínimo.

Disfrutar unos minutos de hacer "nada", para nada y por nada, ayuda a combatir el trastorno de ansiedad y el stress, y equilibra nuestras emociones y sus respuestas neuro-vegetativas.

Ojalá lo logres. Ojalá te des el permiso, libre de culpa y prejuicios, de "estúpidamente" hacer "nada".


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