La intimidad no sufre por amor - Serie Ejercicios

 11. La intimidad no sufre por amor

En un hogar donde una pareja tiene mucho que lograr; hijos, trabajos, dinero, los trabajos de una casa, puede ser agotador para los dos y hay inevitablemente algunos trabajos que surgen a lo largo del camino, que al final de un día agotador, nadie quiere hacer. La mayor trampa en la que la pareja puede caer es en comenzar a competir por “quién ha hecho más recientemente” o “quién está más extenuado”.

Si usted y su pareja comienzan a competir de esta manera para justificar poder descansar, entonces están empoderando y atrayendo una realidad en la que los dos deben sufrir para ganar un descanso. Comienzan a crear una realidad en la que el sufrimiento se vuelve una moneda de cambio. Comienzan a crear una creencia en que los dos deben sufrir por amor.

Esto inevitablemente crea una relación fea y manipuladora en la que las dos personas están inflando su sensación de ser una víctima para satisfacer sus necesidades y compiten por el título del “Mártir mayor”.

Pedir el apoyo que uno necesita de manera vulnerable sin pelear por ello con la expectativa de un rechazo o injusticia, es intimidad. 

1. Un ejercicio honesto. ¿Qué tanto mantiene la cuenta de lo que da e incluso de lo que se le debe? No quiero decir financieramente.

¿Acumula puntos o mantiene una cuenta corriente de todas sus entradas y de lo que ha traído a la relación o a la amistad?

¿Nota los desequilibrios en el dar y el tomar de su vida hogareña?

Haga una lista de todas las cosas que da por las que, en cualquier nivel, espera algo a cambio, incluso “reconocimiento”.

¿Ha sido claro con quienes está dando, respecto a lo que quiere de vuelta por su entrega? No todo dar tiene que ser incondicional, pero si no lo es, entonces el retorno esperado necesita ser expresado clara y directamente. Entonces las personas que reciben pueden decidir libremente si escogen entrar en ese acuerdo.

2. Practique decir “no” sin seguir con una excusa.

No hay nada más sexi que alguien que está en contacto con su “no”.

Estamos tan acostumbrados a esquivar demandas que podemos olvidar nuestro derecho innato de simplemente decir “no” a algo que no queremos hacer.

Excusarse mientras dice “no” es un dispositivo manipulador aplacador para controlar la respuesta de la otra persona a su rechazo. Es también una declaración de que usted duda de su propio derecho a rechazar y necesita respaldarla con justificaciones.

Las justificaciones le hacen sonar como si no creyera en su propia justicia. 

Durante un día – y por el resto de su vida- tome un momento para revisar consigo mismo completamente antes de aceptar cualquier cosa.

Sin una relación Intima con sus propias necesidades y preferencias automáticamente deambulará en situaciones y realidades que no le sirven ni le animan. Practique decir “no” con una presencia total y centrada siempre que sea su verdad. Y no proteja a los demás de sus respuestas a su verdad. Estamos creando un mundo honesto y visible y sus respuestas desagradables son mucho más nutritivas y auténticas que la falsa e insípida “cortesía” y “pertinencia”.

3. Haga una lista de las cosas que entrega en un lado y en el otro lado, liste todas las cosas que recibe o que obtiene de esa forma particular de dar. Es importante reconocer que todo lo que damos, lo hacemos de manera egoísta. Como dice Anthony de Mello, cuando somos generosos “nos permitimos decir que tenemos un gran gusto en nuestro egoísmo”.

Cuando damos, lo hacemos también por nosotros, porque nos da placer o una sensación de justicia o equidad tener ese efecto en una situación. Es por nuestra propia paz y satisfacción que damos.

Así que reconocer esta verdad de manera transparente y disfrutar su generosidad en paralelo total con el hecho de que es simbiótica y que está obteniendo lo mismo de la transacción como “receptor” de su dar.

Algunos ejemplos:

- Pago por todas las veces que salimos.

Tengo la experiencia de ser el proveedor pagando por todo.

- Hago la mayor parte o todo el mantenimiento de la casa.

Tengo todo organizado y funcionando tal como me gusta a mí.

- Cocino

Tengo la satisfacción de disfrutar de mis dones diariamente y saber que mi clan está bien nutrido. 


Fuente: www.jamiecatto.com


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