Intimidad para pedir claramente lo que necesita - Serie de Ejercicios

 2. Intimidad para pedir claramente lo que necesita

Ha habido momentos en el pasado, tanto en mi relación de pareja como con amigos y colegas, en los que me he sentido avergonzado por pedir protección o espacio o cualquier cosa que pueda sonar necesitada o demandante.

A veces se siente vulnerabilidad al pedir lo que quiero o necesito. Pueden verme como débil. Pueden negar lo que pido y sentirme rechazado. Puede parecer demandante e incluso si me dan lo que pido, podría causar resentimiento o juicios hacia mí.

La verdad es, cuando usted o yo pedimos clara y responsablemente lo que queremos, usualmente es un absoluto placer para el otro darlo. Y además, debido a que hemos sido vulnerables y hemos estado presentes al pedirlo, también les hemos dado el permiso a los demás para estar abiertos y ser tiernos también.

Cuando me resisto a pedir lo que necesito, retiro la oportunidad para que las personas que me rodean me traten amorosamente, y lo peor, reprimo mi propio impulso para amarme a mí mismo al pedir lo que necesito. Bloqueo las oportunidades de amor tanto para mí mismo como para los demás simultáneamente.

Es valiente ser vulnerable y el serlo anima la generosidad y la intimidad con todos los que nos rodean.

Ensaye los siguientes ejercicios:

1. ¿Qué le impide hacer peticiones? Describa algo que se resista a pedir y que indirectamente se niega. Atrévase a experimentar con pedir eso a alguien hoy. Vaya gentilmente, sienta su resistencia a pedir y las creencias que surgen para justificar el no pedir. Escriba cómo se sintió antes, durante y después de hacer su petición. ¿Fue su respuesta distinta o igual a la que predijo?

2. Algunas veces queremos algo de alguien y quedamos tan apegados a la “forma” en la que lo queremos y el de “quién” lo queremos que nuestra definición precisa cierra las posibilidades de recibir esa cualidad de numerosas fuentes. Piense en algo que quiera de alguien más. ¿Tiene que venir de y solamente de esa fuente o ese algo que quiere en su vida puede venir de otros lugares? Reflexione sobre esto. Podemos limitar la abundancia al ser muy específicos con cómo y dónde esto que queremos debe llegar. Sintonícese con la cualidad de esa cosa que quiere de alguien y entonces escriba todas las demás fuentes de donde podría también nutrirse de esto que quiere. Inclúyase a sí mismo como fuente.

3. Cómo pedimos que nuestras necesidades sean satisfechas es clave para la Intimidad. Demandar no es lo mismo que requerir. Si yo le pido algo y me molesto con usted cuando dice “no” entonces esa era una demanda no un requerimiento. Una demanda dice “solo hay una manera en la que está permitido responder a esto y si no hace lo que yo quiero voy a molestarme”. Es una manipulación y apaga la Intimidad casi inmediatamente en mi experiencia. Pero un requerimiento permite a la otra persona el espacio para hacer una elección libre entre “si” y “no”. Es una manera amable y responsable de tratarse uno al otro. Así que juguemos con esto: Con un compañero o amigo, escojan algunas cosas que quieran el uno del otro. Pueden ser cosas que realmente quieran o que inventen para el juego y practiquen pedirse uno al otro lo que desean, tanto responsable como irresponsablemente. Esto es, como un “requerimiento” que sinceramente permite la respuesta “no” y entonces como una demanda, comunicando sutilmente u obviamente que solamente un “si” será aceptable. Mientras juegan con las demandas, permitan que gradualmente sean cada vez más exageradas, que generen culpa y que sean irresponsables. Vayan hasta el final y noten, en el juego, cómo muchos de sus llamados “requerimientos” diarios de uno al otro, son realmente demandas, ocultas en amenazas invisibles de efectos colaterales si somos rechazados. Expóngase en tantas de sus técnicas y estrategias tanto como pueda.

Fuente: www.jamiecatto.com

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