La Doncella Manca

En el interior de la psique, hay vida constante, constante enfrentamiento con la muerte y constante sustitución de ideas, imágenes y energías.
El ciclo vida/muerte/ vida
¿Cómo se puede vivir diaria y simultáneamente en dos mundos: el exterior y el subterráneo? ¿Qué hay que hacer para descender al mundo subterráneo por la propia cuenta? ¿Qué circunstancias de la vida ayudan a la mujer a efectuar el descenso? ¿Podemos elegir entre bajar o quedarnos arriba?

¿Qué ayuda espontánea hemos recibido de la naturaleza instintiva durante este período?

"¿Soy de este mundo o del otro?" y contestando "Soy de los dos".

  • Todas esas partes hacen parte de mí
  • Reto de la heroína: amar los aspectos poco atractivos de nuestra personalidad.
  • Utilizar mis yoes interiores con provecho, sirven para crecer y prosperar 
  • Tarea creativa y de conocimiento: cuidar maternalmente mis yoes interiores
  • Tarea psíquica personal: Enfrentar a la fuerza contraria, que se opone a la creación-hijo. Hacerlo me fortalece. "Soy buena; no soy tan buena. Mi trabajo es muy profundo; mi trabajo es una tontería. Estoy progresando; no voy a ninguna parte. Soy valiente; soy cobarde. Soy lista; debería darme vergüenza." 
  • Hay otras partes que intentan dañar lo nuevo que surge en la psique – por celos. 

En el proceso femenino de aprendizaje de lo subterráneo, cuando se ha dado a luz algo hermoso en la psique, surge también algo desagradable sea por un instante, algo que está celoso, que carece de comprensión o muestra desdén. El hijo recién nacido será menospreciado, calificado de feo y condenado por uno o varios antagonistas. El nacimiento de lo nuevo da lugar a complejos, la madre negativa y el padre negativo y otras criaturas negativas que surgen de la tierra removida de la psique e intentan en el mejor de los casos criticar severamente el nuevo orden y, en el peor, desanimar a la mujer y a su nueva criatura, idea, vida o sueño.
conciencia de las propias debilidades y cualidades
recordando los pensamientos y los impulsos vergonzosos, haciéndolos aflorar a la conciencia, describiéndolos, nombrándolos y catalogándolos con el fin de arrancarles la fuerza.

matrimonio de amor duradero entre el mundo subterráneo salvaje y la psique terrenal se está superando espléndidamente bien.

ser discretas y reservadas para no revelar la propia naturaleza misteriosa,
el hecho de ser una mujer libre y llevar velo a voluntad es conservar el poder de la Mujer Misteriosa.
En la psicología femenina el velo es un símbolo de la capacidad de las mujeres de adoptar cualquier presencia o esencia que deseen
en la segunda Mitad de las fases, el cuerpo se convierte casi por entero en un dispositivo de percepción interior y las mujeres adquieren una creciente sagacidad

El animus emprende sus siete años de iniciación. De este modo, todo lo que la mujer ha aprendido no sólo quedará reflejado en su alma interior sino que también quedará inscrito en ella y se llevará exteriormente a la práctica.
El animus no puede actuar por debajo del nivel de conocimientos de la mujer, so pena de que ésta vuelva a dividirse entre lo que siente y sabe interiormente y la manera en que, por medio de su animus, se comporta por fuera.

  • Abandonar a los ancianos padres de la psique, descender al territorio psíquico desconocido, confiando en la buena voluntad de quienquiera que se cruce en nuestro camino.
  • Vendar las heridas causadas por el desventajoso pacto que hicimos en algún momento de nuestra vida.
  • Vagar psíquicamente hambrientas y confiar en que la naturaleza nos alimente.
  • Encontrar a la Madre Salvaje y su auxilio.
  • Establecer contacto con el protector animus del mundo subterráneo.
  • Conversar con el psicopompo (el mago).
  • Contemplar los antiguos vergeles (formas enérgicas) de lo femenino.
  • Incubar y dar a luz el Yo—hijo espiritual.
  • Soportar la incomprensión, vernos apartadas una y otra vez del amor.
  • Llenarnos de mugre, barro y suciedad.
  • Permanecer siete años en el reino de los habitantes del bosque hasta que el niño alcance el uso de razón.
  • Esperar.
  • Regenerar la vista interior, la sabiduría interior, la curación interior de las manos.
  • Seguir adelante aunque lo hayamos perdido todo excepto el hijo espiritual.
  • Volver a encontrar y asir ávidamente la infancia, la adolescencia y la edad adulta.
  • Reestructurar el animus como fuerza salvaje y natural; amarlo y que él nos ame a nosotras.
  • Consumar el matrimonio salvaje en presencia de la vieja Madre Salvaje y del nuevo Yo—hijo.



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