Integración Cuerpo - Mente - Bibiana Grossi Gallegos

A pedido de algunas personas que se encuentran en la tarea de modificar ciertos hábitos, vuelvo a publicar esta informacion.
Este es un breve texto que preparé para trabajar con personas con problemas de sobrepeso, pero que también es de utilidad para todo tipo de aprendizaje disfuncional.
Intenta explicar como funcionan nuestros "cerebros" en el aprendizaje y posible transformación de los mismos.

INTEGRACIÓN CUERPO-MENTE
“Siembra un pensamiento y cosecha un acto.
Siembra actos y cosechas hábitos.
Siembra hábitos y cosechas un carácter.
Siembra un carácter y cosechas una vida.”

Hablaremos hoy del papel de la integración cuerpo-mente en el logro de esta posibilidad.
Todos somos el producto de lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida y aun, antes, durante la vida intrauterina.
Cuando pensamos dónde ocurre este proceso, tendemos a ubicarlo en nuestra mente; y si bien es correcto, tenemos que preguntarnos dónde está alojada nuestra mente. Casi automáticamente, cuando realizamos esta pregunta, nos tocamos la cabeza.
También es correcto, dado que en nuestro cerebro ocurren las relaciones e inscripciones fundamentales del aprendizaje, pero la estructura de este asunto ocurre en un territorio mucho más extenso: en todo nuestro organismo.
Voy a utilizar el esquema de la computadora para arrimarnos a este conocimiento.
Las procesadoras electrónicas tienen un hardware y un software.
El primero, es fijo y es la estructura del equipo, su “cerebro”, discos, cableado, etc. El segundo, es el programa que le aplicamos y según este, logramos resultados distintos. Los humanos también poseemos una estructura fija.
Nuestro cerebro está formado por tres zonas bien definidas, que han sido producto de la evolución filogenética.
Una zona en la base, llamado cerebro reptiliano (porque lo poseen los reptiles) encargado de los automatismos no conscientes.
Una media, el límbico, patrimonio ya de los mamíferos, donde se asientan centros conectados con la hipófisis, tiroides, timo, suprarrenales y glándulas sexuales, íntimamente relacionados con el sistema inmunológico y las emociones.
Y otra zona, el neocórtex, propio del humano, donde se asientan centros superiores relacionados con el pensamiento lógico, la posibilidad de razonar, del lenguaje, de la creatividad.
Estos tres cerebros marchan como una unidad funcional.
Pero estos “cerebros”, están conectados también en una unidad con el resto del cuerpo a través de diferentes” cableados”: Sistema simpático y parasimpático que lleva la información a todos los órganos, sistemas, huesos, músculos, piel.
Nacemos con esta estructura que nos posibilita la vida, pensar, sentir y actuar.
Pero veamos, que en esta maravillosa complejidad es donde se va a asentar el aprendizaje.
Allí, en toda la extensión de este territorio, se van a instalar los programas, como hemos aprendido a pensar (creencias), a sentir, a comer, a amar, a relacionarnos.
Pero, ¿es posible cambiar estos programas?
La respuesta definitiva es SI.
Con conocimiento, trabajo, re.aprendizaje.
Es necesario conocer las vías inscriptas para poder desinstalarlas y construir otras nuevas.
Les ofrezco ahora una formula para que recuerden y pongan en práctica:

(P + E) x C = M

Paso a desarrollarla:
Para cambiar un hábito es necesario asociarlo con una emoción.
Por ejemplo, asociar sensaciones displacenteras al antiguo comportamiento y sensaciones placenteras al nuevo. Esto se reforzará con la repetición hasta convertirlo en un nuevo cableado que dará por resultado un nuevo hábito más saludable.
Podríamos pensar que cambiaron el software
¿Y porque asociarlo a una emoción?
Porque de esa manera se instaló el antiguo programa, pues no olviden que nuestro cerebro piensa, siente y actúa (3 cerebros) al unísono.
Si aprendí que me calmo comiendo hidratos (placer inmediato), todo mi organismo buscará en automático ese alivio que todo mi organismo conoce.
Entonces, vamos a la formula: un pensamiento (P), ligado a una emoción ( E ) positiva, por repetición consciente (C), dará como resultado la materialización (M) de un nuevo habito.
No podemos olvidar que hay en este complejo sistema una enorme cantidad de neurotransmisores, neuropéptidos, enzimas, hormonas y otros procesos celulares que responden a los estímulos que les proponemos.
Hoy la ciencia ya maneja el concepto de memoria celular.
Pero las buenas noticias científicas también nos cuentan que al modificar los estímulos se pueden modificar los comportamientos celulares.
Re-aprendizaje, conocimiento, trabajo, posibilidad de crearnos una nueva Vida.

EL CONOCIMIENTO NOS HACE LIBRES

Muro: Bibiana Grossi Penagos

Commentaires

Articles les plus consultés