¿Qué hago para no estar triste? ¿Cómo dejo de tener miedo?

Los días de aislamiento aumentan, las malas noticias no se detienen... El futuro no se ve prometedor; todavía falta el pico de la pandemia... y después esperar que baje la curva...
Ya te cansaste de descansar sin estar cansado, ya dormiste más de lo que necesitás, ya ordenaste todo, ya limpiaste lo limpio, ya jugaste, cantaste, miraste todas las series y probaste muchas recetas nuevas... Ya hiciste diez veces las cuentas de todo lo que no sabés cómo vas a pagar...
El aislamiento dejó de ser una novedad para convertirse en una larga y desagradable rutina. Una rutina que deprime, irrita, cansa... Y la tristeza y el miedo empiezan a crecer...

¿Cómo sobrevivir emocionalmente? Permitite sentir... 

Son emociones naturales en esta situación. No las niegues, no te obligues a estar bien. Llorá las veces que lo necesites, llorá en la ducha, llorá abrazada a la almohada si estás solo, o abrazada a tu pareja o a tus hijos. Dejá salir. No es necesario ni útil contener. ¿Tenés miedo? ¡Está bien! Es una emoción funcional. Te permitirá estar alerta para no olvidarte de lavarte las manos, de no tocarte la cara; te ayudará a pensar si de verdad es necesario que salgas. Esta situación que nos toca vivir, a muchos nos hará crecer. Pero será un proceso que se dará de forma natural. No necesitás exigirte tener fortaleza, sentirte siempre bien... No es necesario ni justo que te exijas mantenerte en pie. Permitite caer cuando sientas que todo te sobrepasa. Lo importante no es la cantidad de caídas, sino que te levantes...una vez, y otra y todas las veces que sean necesarias. La tristeza hará que no vuelvas a sufrir por tonterías y que valores lo importante de verdad. El miedo hará que te cuides. Dejalos hacer su trabajo. El tuyo es quererte. Quererte así, triste, miedoso, inseguro, impotente... Quererte aunque no seas todopoderoso... Quererte hoy más que nunca.

Fuente: Muro de Mirta Medici