El Desapego Divino - María José Bayard

Venimos a experimentar una vida de desapegos. Venimos a sentir ese vacío inevitable, y a veces doloroso, que finalmente nos permite CAMBIAR a favor de nuestra evolución interior.
El desapego es parte de un destino humano al que todos deberíamos arribar.
Es parte de la cultura de la tierra, es un sentimiento registrado en cada una de nuestras células y todos lo vivimos por igual. Lo queramos o no todos vivimos el desapego en estos nuevos tiempos:
El desapego de un amigo
El desapego de un amor
El desapego de una ilusión
El desapego a la vida… al miedo…
El desapego hacia las cosas materiales…. A los hijos… a un amor no correspondido… a un correspondido… a todo lo que es y lo que será…

En algún momento todos vamos a despegarnos de este cuerpo humano que nos permite experimentar la vida y la naturaleza del amor. Todos vamos a desapegarnos de un ser querido e inevitablemente la vivencia del “vacío” estará presente. Porque nacimos para experimentar una vida de CAMBIOS, algunos repentinos, otros buscados, programados, co-creados o lo que el destino nos regale para recordarnos que “estamos vivos” y que estar “vivo” en este bendito planeta tierra es sinónimo de afrontar una vez más ese vacío
Vivir la vida de un lado a otro, de un país a otro, de una ciudad a otra, de una cultura a otra… paisajes que cambian… interiores que se movilizan… ecosistemas internos que se adaptan al movimiento de este viaje… todo es parte de un gran DESAFÍO. Todo es parte de la gran aventura que es la vida. Tantos cambios, tantas miradas y tanta búsqueda me llevó a comprender el verdadero DESAPEGO DIVINO, aquel que no se compra ya que solo se puede experimentar sintiendo, desde adentro, desde lo más profundo de tu corazón.
El DESAPEGO DIVINO es un estado de conciencia que se experimenta cuando puedes entrar y salir de cada circunstancia cotidiana con tranquilidad, con paz en tu corazón, siendo consciente, testigo y amigo de ese desapego divino. Ese nivel de la conciencia solo puede ser experimentado durante el camino, en el movimiento y en el destino.
No podemos vivir un estado tan elevado desde el lugar del apego a las cosas.
Hoy me siento más desapegada a la vida, hoy siento que puedo seguir cambiando, que siempre buscaré el movimiento y apostaré al CAMBIO. Porque es la única manera de ser mejores para nosotros mismos, mejores personas para los otros, mejores seres para nuestra próxima vida y mejores para los que vendrán.
Entreguemos a los que vienen una humanidad desapegada de las formas, desapegada de los temores, de los miedos, de los fracasos, de la depresión… entreguemos a los vienen una nueva filosofía de vida, ya no fundada en el temor a perder las cosas, sino construidas desde la base del amor y el entendimiento de que nada nos enseña mejor en esta vida que el DESAPEGO a las cosas, a los lugares, al hábito cotidiano…
Entreguemos a los que vienen una humanidad desapegada de los rencores, del dolor…
Vivamos esta experiencia construyendo conscientemente un mañana que sea mejor, maduro, evolucionado, diferente…
Vivamos cada día sabiendo que las cosas pueden cambiar en un instante y que si cambian siempre será para mejor. La vida siempre nos dará la oportunidad de ser testigos de nuestro camino de evolución, dependerá de nosotros querer verlo o no. Incorporemos el hábito de dejar fluir el agua de la vida y no cortar su sano cause. Permitir que los que vienen alimenten ese río de abundancia que quiere seguir estando, dejarse SER y ESTAR.
El agua que corre por el río nunca está en el mismo lugar, siempre está transitando un espacio nuevo. La molécula de agua que acaba de pasar por un lugar determinado ya no estará más ahí en el próximo instante y cuando quiera recordar el lugar por donde acaba de pasar ya ni siquiera podrá hacerlo porque habrá vivenciado una nueva realidad. Se habrá transportado, movilizado…
No permitamos que el río de la abundancia y de la vida muera. No permitamos que se seque o pierda su esplendor. El río es una metáfora de lo que somos, de lo maravilloso que es fluir con la vida cuando transitas por el camino diseñado.
Me desapego de todo sentimiento negativo. Me desapego de todo sentimiento positivo porque sé que vendrán mejores. Me desapego de todas buenas y malas etapas de la vida porque sé que siempre habrá nuevas por experimentar.
La vida es una espiral ascendente en donde constantemente estamos aprendiendo a expresar nuevas facultades del amor. Vinimos a comprender y ser conscientes de las dimensiones más elevadas del AMOR y la forma que elegimos para hacerlo es a través del DESAPEGO DIVINO.
No permitamos que nuestros sueños se apaguen o sean simplemente sueños y queden en nuestro mundo imaginario por miedo a despegarnos de cosas en el camino hacia la realización de lo que deseamos. Nuestros sueños son más fuertes e importantes que los miedos. Pierde el miedo a lo desconocido y verás que por detrás te espera algo nuevo y distinto.
¿Cómo podremos evolucionar si no soltamos lo viejo? ¿Cómo podemos comprobar que existen otras realidades si nos permitimos cambiar? ¿Cómo podremos vivenciar un nuevo estado de maduración y divino si no estamos dispuestos a dejar nada para hacerlo?
Hemos venido a ser conscientes del estado del DESAPEGO DIVINO y entender esa dimensión de DIOS. El universo constantemente se está desapegando de todo, de lo que es y lo que fue. La vida nace y muere a cada instante en todas las galaxias, la energía se transforma y para hacerlo primero tiene que dejar algo que ya no necesita. Todo es perfecto y no hay errores en la inteligencia celestial.
Dios está muriendo y naciendo a cada instante. Él envía a sus hijos (nosotros) a este mundo y para ello primero se tiene que desapegar. Como ángeles también experimentamos una vida de cambios ya que nunca somos los mismos y a cada instante evolucionamos a una nueva vibración dentro del plano universal.
Doy gracias a DIOS y a la VIDA por darme el don de poder “expresar” lo que siento en este momento y compartirlo.
Tampoco te apegues a lo que diga en este texto y busca tu propia verdad. Toma lo que sientes que necesitas en este momento y deja que el resto fluya por el río de la abundancia. Sigue caminando, no te detengas, sigue evolucionando hacia la maestría interior.
Tampoco me apego a la posibilidad de sentirme siempre libre para comunicar porque todo puede cambiar de la noche a la mañana. La vida puede moverme de mi lugar, pueden transmutarse muchas cosas pero hay algo que conservo hasta el final y es el ARTE DE CAMBIAR. Si aún no has experimentado ese arte ten confianza porque en algún momento la vida te dará la oportunidad. Todos llegamos y nos vamos con la misma impronta de DESAPEGO. Este es el acto de consagración más grande que podemos vivir siendo humanos.
Se fuerte y espontaneo. Deja que la vida te lleve y te muestre tu camino, para ello primero debes pedir y buscar. Luego la vida se encarga de hacer todo para que sea posible: entreteje los caminos, sincronicidades y crea todo el escenario para lo vivas de manera simple y profunda.
Vive de manera simple, sencilla, disfrutando de las pequeñas cosas, para que cuando lleguen las que para ti son grandes hayas acumulado la madurez suficiente como para honrar todo el sendero transitado.
Comprende los procesos naturales de la linealidad humana y pon eso a tu favor. Entiende el sentido del tiempo y hazlo trabajar a tu lado. Entiende que la vida es un gran proceso de maduración y de cambios donde el resultado final para todos ya está programado y es: morir.
Confía en lo que el DIOS/CREADOR tiene preparado para ti. Él te trajo a este mundo y Él te llevará. Él no se equivoca, sabe lo que hace y necesitas.
Vive esta vida como si fuera única sabiendo en el fondo que volverás a la fuente y que la meta principal que todos nos hemos planteado es convertirnos en mejores seres humanos.
Construye el escenario que deseas, lucha por tus sueños y no bajes los brazos. Las demoras del camino no pueden opacar tus anhelos más profundos, en realidad nada ni nadie puede hacerlo, solo si así te lo permites.
No te sientas frustrado. Los fracasos solo son derrotas temporarias que pasarán. Usa a tu favor cada fracaso. El ARTE DE FRACASAR y COMETER ERRORES es lo que nos convierte en lo que finalmente queremos ser. Sin esos desafíos no podríamos aprender nada.
Se humilde para aceptar las cosas que debes cambiar para evolucionar en tu camino.
Aterriza tus sueños, permíteles bajar y manifestarse en este plano. Soñar es el primer paso de la materialización de un CAMBIO. Pero asegúrate que tus deseos no queden en el mundo imaginarios y haz todo lo que está a tu alcance para concretarlo en este plano. Generalmente el que dice que no puede concretar sus sueños y culpa a la vida por esa frustración no tiene las agallas para hacerlo. La vida se encarga de darte todo lo que necesitas si tú tienes un deseo genuino de evolucionar. Todo llega tarde o temprano.
Despierta con buena predisposición todos los días y todo fluirá diferente. Hoy no serás como ayer. Mañana no serás como el que quieres ser en un futuro. ¿Quieres ser algo en un futuro? Siéntete hoy de esa manera y haz de cuenta que ya lo eres. No pierdas de vista ese sentimiento y lo habrás naturalizado tanto al cabo de un tiempo que solo llegará a ser real.
No temas a tener que cambiar y dejar cosas en el camino. Lo que debes dejar no se compara con la consagración final que te espera luego del largo viaje. No temas a cambiar de trabajo, de casa, de filosofía, de lugar…. Hay cosas que hasta hoy han sido útiles para tu tránsito por esta vida, pero a partir de ahora ya no lo serán más. Recuerda que el río sigue fluyendo, si pierde su cause se estanca y dejar de ser lo que es, por lo tanto el agua dejar de ser limpia y pura.
Hay nuevas cosas que vendrán hacia ti cuando estés listo/a, no tienes que ir a buscarlas porque llegarán a ti en el momento de maduración necesaria. La búsqueda se realiza antes de llegar. No temas a dejar morir lo viejo para que lo nuevo renazca porque eso es lo más grande que puedes obsequiarte. No temas a que tus partes internas mueran y revivan en una nueva experiencia y realización.
Ten paciencia y comprende que los grandes procesos de la vida son graduales. Cuanto más largo y sinuoso es el camino es mejor la recompensa final que te espera.
Vive como si nunca hubieras vivido y como si nunca fueras a volver a vivir. Vive como un niño, como un guerrero, como un ser de luz que transita firmemente en esta tierra sabiendo que nada puede opacar tus sueños.
Desapégate
Vive
Ríe
Canta
Baila
Se feliz
Ama el amor
Abraza
Di mucho “te quiero”, “te amo”
No prives a los otros del placer que es conocerte y compartir contigo
No tengas miedo a entregarte, la vida es una rueda, todo viene y todo va
Quítate las corazas de protección, al final del camino tendrás que sacártelas ya que no podrás ir con ellas al lugar donde ascenderás cuando abandones este cuerpo, por ello hazte más fácil la tarea ahora.
Vive cada día y disfruta. La sana diversión, el sano amor y la sana sonrisa, son los alimentos predilectos que nuestra alma requiere revivir a cada momento.
Simplemente vive.
Vive simplemente.
Con amor infinito,

María José Bayard

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