Llanto mágico - Margarita Rosa de Francisco

"Algo raro pasa cuando me dejo fluir en el llanto mágico. Me ocurre cuando ya no me defiendo más del sufrimiento y me tiendo, así como lo hice hoy, en el suelo o sobre la cama, sin cruzar los brazos ni las piernas, y lloro, gritando desde el diafragma, entregada al dolor con plenitud, tocando el piso de todos los órganos del bajo vientre, que es de donde se sacan las fuerzas para volver a nacer. Es un llanto que no puedo provocar voluntariamente, me ocurre igual que si empezara a llover, pero en vez de resguardarme me dejo diluviar toda por dentro, hasta que mi cuerpo escampa. Todas las veces que sucede llega una señal directamente del cielo, o la voz de algún ángel se deja oír cuando ya la tormenta ha pasado y el paisaje de mi mente es un llano quieto y plateado por la inundación. En este remanso de cansancio es cuando he recibido llamadas claves, como la queme hizo una programadora de televisión al hospicio donde me había quedado viviendo en Londres después de participar en un concurso mundial de belleza, para proponerme mi primer papel en una telenovela; o la de la esposa del amante, para ofrecerme el cupo en el curso de actuación; y ahora ésta, tan imposible e inesperada como las otras. Es increíble que esas llamadas hayan sobrevenido como eslabones perdidos en medio de la total desesperanza. El llanto mágico es insondable y aleatorio, es el clímax de todos los duelos, me hace viajar al centro de la nada misma donde todo es potencia pura, posibilidad infinita, es en ese punto absoluto donde se sucitan los milagros. "

El hombre del Teléfono