Anima y Animus: La necesidad de relacionarse

Como discutimos en un post anterior, un arquetipo es un organizador de la experiencia psíquica y lo que produce es un patrón de funcionamiento psíquico. Los conceptos de Jung de anima y animus (es decir, sizigia) son dos de los más importantes y a menudo son arquetipos mal comprendidos en el léxico jungiano. Por lo tanto, una discusión adicional sobre su significado está en orden. Así como ningún hombre es puramente masculino, ninguna mujer es puramente femenina. Los dos géneros comparten cualidades tanto masculinas como femeninas, lo que podría decirse que bordea lo andrógino. La misma idea de roles de género sugiere una cierta cualidad arquetipal. Por ejemplo, mujeres en general son vistas como más dispuestas para ejercer misericordia y paciencia en la mayoría de las situaciones, mientras que los hombres están más propensos a demandar justicia rápida. Naturalmente, hay siempre excepciones a la regla, sin embargo, la regla general usualmente se cumple. En el sentido más fundamental, anima y animus son personificaciones de la imagen del alma interior de sí. La imagen del alma, ya sea en su configuración de anima o de animus, media la relación del ego con el otro (interior o exterior). De esta forma, a menudo son vistos como un mediador o mediadora, una tercera parte que negocia a través de la relación. En un trabajo temprano, Jung (1921/1971) explicó como el aspecto contrasexual del arquetipo anima/animos funcionaba: "Para un hombre, una mujer está mejor ajustada para ser la real portadora de su imagen de alma, por la calidad femenina de su alma: para una mujer, será un hombre" (CW6, para. 809). En otro lugar, Jung (1951/1959) indicó lo siguiente:
La mujer es compesada por un elemento masculino y entonces su inconsciente tiene, por así decirlo, una huella masculina. Esto resulta en una diferencia psicológica considerable entre los hombres y las mujeres y en consecuencia, he llamado el factor que hace la proyección en las mujeres, el animus, lo que significa mente o espíritu. (CW9ii, para. 29)
En un tiempo de vicisitudes culturales y cambio de roles sociales siempre en evolución, el punto de vista tradicional de Junt respecto a los roles de género puede parecer como dicen antiguado, y como dicen "pasado de moda". Sin embargo, pienso que Jung nuevamente estaba recurriendo a la regla general, que uno podría decir aún aplica hoy. Debo agregar, sin embargo, y pienso que Jung acordaría, cualquier edad tendría que dar cuenta de sus excepciones. Fracasamos en honrar la diversidad psicológica cuando tratamos de subjugar lo universal por el bien de lo particular, o de pauperizar lo particular para avanzar más en lo universal..
El anima ha sido a menudo asociada con el principio de Eros, el principio de relación, mientras que el animus ha sidu usualmente asociado con el principio de Logos, la capacidad para estructurar y discernir. Aunque hay paralelos entre el principio de Eros y Anima, también, como el principio de Logos y el Animus, es importante señalar que Jung estaba simplemente subrayando distinciones generales con los dos principios que podrían, pero no tendrían que, aplicar a los conceptos de anima y animus. Jung también asocióo la imagen del alma con la cara de nuestro ego que mira hacia adentro, mientras que la cara que mira hacia afuera, la llamó persona. La persona media la actitud exterior de la personalidad, lo que relaciona el mundo externo de las coas y objetos, mientras la imagen del alma media el mundo interior, que consiste en imágenes e ideas. Esta es una distinción muy importante. La persona mira afuera, y el anima/animus mira hacia adentro, es decir, hacia lo inconsciente. Dada esta ilustración, uno debería notar que la psique, como el dios romano Jano, tiene dos caras, y puede mirar tanto adentro como afuera. El anima facilita la mirada intrior hacia el inconsciente, mientras que la persona facilita la mirada exterior hacia el mundo exterior.
Es importante señalar que en otra parte Jung se refirió al anima como "el arquetipo de la vida en sí mismo" (1934/1959, CW9i, para. 66). En una forma peculiar, anima y animus caracterizan la vida y tal vez incluso el impulso de vivir. Es una idea dificil para ser articulada discursivamente de forma adecuada porque uno prácticamente necesita sentira para saber que es cierta, sin embargo, esa es la imagen del alma, sentimiento y valores sobre los hechos duros y fríos. Uno necesita solamente leer la grabación de Jung (2009), de su encuentro con Salome en Liber Novus para apreciar cómo funciona la imagen del alma (p. 246). Por último, un sueño reciente parece apropiado para ilustrar cómo el anima aparece en sueños. No hace mucho tuve un sueño donde mi esposa, mi hija y yo, estábamos todos descendiendo rápidamente en agua oscura. Aunque no podía verlas directamente, sabía que ellas estában allí y este conocimiento me trajo consuelo. Aunque el sueño sugiere algo premonitorio, el descenso oscuro no generó terror en mi corazón, sino que me ayudó a darme cuenta de lo que es realmente el anima, un medio para relacionarnos con nuestro propio femenino interior. Para ello me dio orientación en un lugar oscuro. Tanto mi esposa como mi hija, madre o hermana pueden simbolizar el anima en un sueño, justo como un esposo, hermano o tio pueden representar el animus de una mujer. Dichas relaciones y roles apuntan después de todo hacia una actividad vital, lo que corresponde finalmente con relaciones. Debo agregar que donde esas distinciones se vuelven más borrosas es en el medio.

Referencias:

Jung, C.G. (1959). The concept of the collective unconscious. In H. Read, M. Fordham, G. Adler & W. McGuire (Eds.), The collected works of C.G. Jung (R. F. C. Hull, Trans.) (2nd ed., Vol. 9i, pp. 290-354). Princeton, NJ: Princeton University Press. (Original work published 1934).
Jung, C.G. (1959). Aion: Researches into the phenomenology of the self. In H. Read, M. Fordham, G. Adler & W. McGuire (Eds.), The collected works of C.G. Jung (R. F. C. Hull, Trans.) (2nd ed., Vol. 9ii). Princeton, NJ: Princeton University Press. (Original work published 1951)
Jung, C. G. (1971). Psychological types. In H. Read, M. Fordham, G. Adler & W. McGuire (Eds.), The collected works of C.G. Jung (R. F. C. Hull, Trans.) (2nd ed., Vol. 6). Princeton, NJ: Princeton University Press. (Original work published 1921)
Jung, C.G. (2009). The Red Book: Liber novus. Sonu Shamdasani (ed.). Philemon Series. New York, NY: W.W. Norton and Company.

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