Muéstrame tu corazón - Jeff Foster

"¡Manifiesta todo lo que deseas!"
"¡Luce años más joven!"
"¡Vive tu mejor vida!"

Todos hemos sido entrenados, desde una edad temprana, a esconder y manipular aspectos de nuestra humanidad con el fin de complacer a otros y ganar amor y aprobación y protegernos del fracaso y el ridículo y la muerte psicológica.
Todos somos, en mayor o menor grado, actores bien entrenados.
Hasta que despertamos. Esto no es un juicio. Es la condición humana.
Mira, ¡los héroes y heroínas de tu edad! Esas facciones perfectamente maquilladas y retocadas. Esos cuerpos perfectamente tonificados y esculpidos, ni un rastro de grasa, celulitis, nada que nos recuerde mortalidad, enfermedad, confusión, soledad, decadencia física. El alarde perfecto de salud, excelente control de facultades, sonrisas brillantes y actitud positiva. Los pelos contorneados de la cabeza y el rostro, grises y blancos eliminados, todo decolorado, teñido, afeitado, cortado y rapado, sin esfuerzo en la tendencia, sexy sin siquiera tratar de ser sexy, todo transmitido en tiempo real, la imagen como "realidad".
Debes comprender: La belleza externa no es belleza en absoluto - es fealdad y miedo - cuando es usada para disfrazar nuestro dolor auténtico, suavizar nuestra devastación interior auténtica, retocar fuera de nuestro estado salvaje. Solamente en nuestra devastación puede ser encontrada nuestra belleza e identidad verdadera, solamente en nuestra oscuridad y nuestra lucha por la luz puede ser conocida nuestra humanidad más profunda. Un corazón roto, expuesto sin vergüenza - incluso expuesto con vergüenza, qué importa - es lo más exquisitamente hermoso de todo. Nuestras fallas y deformidades, nuestra rabia y nuestra desesperación, nuestros rollos de flacidez, nuestras manchas y bocas secas, nuestras manos temblorosas y vientres ondeantes, nuestra náusea y nuestra culpa ardiente, nuestras verrugas y marcas de nacimiento y nuestro anhelo de conexión - ningún retoque, ni pose "sexy", ni nuevo traje o vestido o fragancia o corte de cabello puede mejorar nuestra divinidad, sanar nuestro trauma no sanado o completarnos nuevamente.
No me siento a juzgar la imagen o el mundo externo - todo es juego de Dios después de todo, todo es su obra de arte y su alegría. Incluso la imagen es sagrada y no me entiendan mal, también amo jugar con las apariencias, me encanta pretender cambiar en torno a las formas de este mundo y hacer cosas que son placenteras a la vista y al oído. Pero, amigo, incluso si creas la forma externa más bella e aún si eres amado y admirado por tu presentación perfecta del "yo", y construyes tu éxito y felicidad sobre tu presentación y ganas un millón de seguidores y amantes y patrocinadores y premios por tu presentación, continuarás sintiéndote abandonado en tu interior y perdido y ateo y fraudulento.
Si tu auto-estima está ligada a tu autoimagen cuidadosamente creada y si olvidas quién eres realmente, y si te pierdes a tí mismo en tu propia presentación y en la aprobación de los "otros", tu éxito no se sentirá como éxito en absoluto, y tu trabajo te agotará eventualmente y tu belleza se volverá fealdad, y desearás morir pronto, desearás hacer explotar todo lo que has construido, incendiar la belleza, desearás adormecer todo con sustancias, y más trabajo y olvido, lo que sería una pena porque eres capaz de tal integridad, estás destinado para algo tan noble y digno, y eres tan bello en tu interior, realmente.
Los labios más brillantes y gruesos, los músculos más tonificados, las extermidades más flexibles en todas las posiciones yóguicas y tántricas. Poses aparentemente sin esfuerzo diseñadas con esfuerzo para hacernos lucir atractivos sin esfuerzo. Las últimas tendencias de dieta y de moda. Frases inspiradoras perfectamente redactadas sobre felicidad, salud y niveles superiores de consciencia. Enseñanzas sobre positividad e iluminación y alegría eterna y dicha y amor. Todo vacío y feo y repulsivo para el alma, cuando no están impregnados con el dolor humano auténtico, infundidos con la rabia y las lágrimas no lloradas de niño huérfano, forjadas en el sudor y el hedor del sufrimiento de años y años de una febril campaña interna por la verdad, alimentada por una feroz y casi erótica nostalgia de Dios.

Quítate tu disfraz ahora amigo.

Bórrate tu maquillaje. Quema el guión.

Gana peso. Usa harapos. Olvida tu propia filosofía.

Duda de todo lo que sabes.

No me importa tu imagen.

Solo muéstrame tu corazón.

- Jeff Foster

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