Ejercicios para sanar tu matriz

Por lo general, te acuerdas de ella sólo cuando viene la menstruación, te duele y, por supuesto, cuando estás embarazada. Sin embargo, por lo general las mujeres estamos desconectadas emocional y cognitivamente de nuestra matriz.
A continuación, hallarás 3 ejercicios para despejar tu matriz de estas energías perjudiciales. Si los realizas periódicamente notarás cambios positivos en tu estado emocional, en tus relaciones interpersonales y en tu sexualidad:
-Más balance emocional y fuerza interior
-Aumento en la energía y vitalidad física
-Menstruaciones menos dolorosas o sin dolor alguno
-Más capacidad para disfrutar y sentir placer sexual
-Mayor facilidad para experimentar orgasmos
-Mayor creatividad
-Mejor conocimiento de tus propias reacciones, necesidades y prioridades
Para comenzar tus ejercicios, lo primero que necesitas hacer es aprender a ubicar tu matriz y a sentirla en tu cuerpo, desde adentro.

1. Encuentra tu matriz y llénala de buenas energías

Coloca tus dedos pulgares sobre tu ombligo y luego une tus dedos índices cerca del pubis. El espacio que quede entre ambas manos corresponderá, más o menos, a la matriz. Visualízala allí, siéntela. Respira suave y profundamente, mientras ves y sientes tu matriz como si estuvieras dentro de ella. Frota tus manos entre sí hasta que se genere calor y vuelve a colocarlas sobre tu vientre para enviar energía cálida a tu matriz. Siente cómo tu matriz se llena de esta profunda e íntima calidez. Siente cómo tu matriz responde a esta agradable caricia. Haz este ejercicio con amorosa intención.

2. Relaja por completo tu matriz

Contrae los músculos de tu piso pélvico, como si estuvieras conteniendo la orina, partiendo desde tus genitales externos, hacia arriba, pasando por la vagina y finalmente llegando hasta tu matriz. La matriz es un órgano muscular, y cuando lo contraes la parte inferior de tu vientre se mete hacia dentro. Después de unos segundos de contracción, espira con relajación y placer (Ahhhhh!) y suelta completamente los músculos de la matriz y toda la zona pélvica. Repite dos veces más.

3. Limpia tu matriz de energías y emociones negativas

Imagina que inspiras luz blanca (o de tu color preferido) hacia dentro de tu cuerpo y que luego, al espirar, diriges esa luz hasta tu matriz. Sonríe, mientras sientes cómo tu matriz se va llenando de esa radiante y vibrante energía.
Cuando sientas que tu matriz se encuentra rebosante de luz, visualiza tus piernas como dos columnas de energía que te conectan por tus pies con el suelo, la Madre Tierra. Descarga ahora, con cada espiración cualquier tensión, dolor, emoción negativa y energía densa que pudiera estar atrapada en tu matriz. Siente cómo se liberan el dolor, la angustia, la rabia, la tristeza, el resentimiento y toda otra emoción y sentimiento negativos que hayas acumulado a lo largo de tu vida en este importante centro de tu feminidad.

Fuentes: Chia, M. y Carlton A., R. (2006). La mujer multiorgásmica.

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