Cuidar a tu niño interior - Thich Nhat Hanh

Para cuidar de nosotros mismos, debemos regresar y sanar al niño herido que habita en nuestro interior. Tienes que practicar el volver a conectar con tu niño herido todos los días. Tienes que abrazarle o abrazarla tiernamente, como un hermano o una hermana mayor.
Debemos escuchar al niño herido en nuestro interior. El niño herido que habita en nuestro interior está aquí, en el momento presente. Y podemos sanarlo justo ahora. "Mi querido niño herido, estoy aquí para ti, dispuesto a escucharte. Por favor, cuéntame todo tu sufrimiento, todo tu dolor. Estoy aquí, te escucho de verdad" Tenemos que abrazar a ese niño y, si es necesario, llorar con él, tal vez mientras hacemos la meditación sentada. Podemos entrar en el bosque para hacerlo. Y si sabes cómo volver a él o a ella, y escucharle así durante cinco o diez minutos cada día, se producirá la sanación.

Tomado del libro El arte de cuidar a tu niño interior.

Thich Nhat Hanh

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