Patrones
El patrón es como la herida se cumunica contigo y la herida tiene un motivo de existir:
La herida eres tu
¿Sabes cuándo has integrado un aprendizaje?
¿Cuándo has sanado un patrón? ¿Terminado con "la historia"?: Cuando dejas de repetirla.
¿Y sabes cuándo dejas de repetirla?: Cuando la aceptas y te rindes.
Hasta entonces, seguirás presentándote a la prueba una y otra vez. Pero ¡se trata de esto!. Así es como te conoces y te descubres. Mirándote desde todos los ángulos posibles una y otra vez y descubriendo algo nuevo cada una de ellas. Una comprensión más profunda. Otra toma de consciencia.
Ese es el aprendizaje.
Y no estoy diciendo que seas pasiva y no inviertas en tí, que dejes de tener autoconciencia. Rendirse no es dejar de intentarlo o renunciar a ello.
Rendirse es soltar el control y confiar.
Es el rendirse Taoista o Wu-Wei: la rendición que permite el cambio. Sufrimos el triple cuando creamos resistencia a lo que nos pasa.
Esta mañana me escribía una clienta, frustrada, me decía que se caza una y otra vez en lo mismo.
Rechazándolo. Hace un par de días otra me decía que sentía muchas resistencias. Claro. No es fácil.
Abandonar el status quo, la zona cómoda, requiere voluntad y fuerza espiritual. Fuego interno y el proceso lleva tiempo, tiene que hacerse la Alquimia interior. Tienes que conocerte bien por dentro para pegar el salto y hay que honrar el proceso.
El salto, si ese es tu intento, tu intención, llega. SIEMPRE.
El patrón es cómo la herida se comunica con nosotros.
Y la herida tiene un motivo de existir: la herida eres tú.
Si la sigues rechazando, te sigues rechazando. Y rechazas los regalos que contiene, que te hablan de suavidad, de aceptación, de compasión y amor hacia ti misma.
La dureza con una misma, el rechazo, el sarcasmo, la ironía, la autoexigencia, el auto-castigo, es dolor con otros nombres.
En la herida hay una niña en una crisálida, sintiendo miedo y dolor. Tiene uno y cien motivos para sentirlos. Y esa niña, lo que necesita es que la abraces y le digas que ya no hay motivo para seguir sintiendo miedo, porque estás tú. Te tiene a ti.
No necesita mas rechazo, más incomprensión ni más confusión.
Te necesita a ti.
Te necesitas.
Wu-Wei
Lorena Cuendias
¿Cuándo has sanado un patrón? ¿Terminado con "la historia"?: Cuando dejas de repetirla.
¿Y sabes cuándo dejas de repetirla?: Cuando la aceptas y te rindes.
Hasta entonces, seguirás presentándote a la prueba una y otra vez. Pero ¡se trata de esto!. Así es como te conoces y te descubres. Mirándote desde todos los ángulos posibles una y otra vez y descubriendo algo nuevo cada una de ellas. Una comprensión más profunda. Otra toma de consciencia.
Ese es el aprendizaje.
Y no estoy diciendo que seas pasiva y no inviertas en tí, que dejes de tener autoconciencia. Rendirse no es dejar de intentarlo o renunciar a ello.
Rendirse es soltar el control y confiar.
Es el rendirse Taoista o Wu-Wei: la rendición que permite el cambio. Sufrimos el triple cuando creamos resistencia a lo que nos pasa.
Esta mañana me escribía una clienta, frustrada, me decía que se caza una y otra vez en lo mismo.
Rechazándolo. Hace un par de días otra me decía que sentía muchas resistencias. Claro. No es fácil.
Abandonar el status quo, la zona cómoda, requiere voluntad y fuerza espiritual. Fuego interno y el proceso lleva tiempo, tiene que hacerse la Alquimia interior. Tienes que conocerte bien por dentro para pegar el salto y hay que honrar el proceso.
El salto, si ese es tu intento, tu intención, llega. SIEMPRE.
El patrón es cómo la herida se comunica con nosotros.
Y la herida tiene un motivo de existir: la herida eres tú.
Si la sigues rechazando, te sigues rechazando. Y rechazas los regalos que contiene, que te hablan de suavidad, de aceptación, de compasión y amor hacia ti misma.
La dureza con una misma, el rechazo, el sarcasmo, la ironía, la autoexigencia, el auto-castigo, es dolor con otros nombres.
En la herida hay una niña en una crisálida, sintiendo miedo y dolor. Tiene uno y cien motivos para sentirlos. Y esa niña, lo que necesita es que la abraces y le digas que ya no hay motivo para seguir sintiendo miedo, porque estás tú. Te tiene a ti.
No necesita mas rechazo, más incomprensión ni más confusión.
Te necesita a ti.
Te necesitas.
Wu-Wei
Lorena Cuendias
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