Del miedo al amor

Cada uno de los miembros de la pareja ve la frágil y herida parte oculta del otro o ve al otro como algo que no es precisamente un trofeo. Este momento parece un momento espantoso y, sin embargo, es el momento privilegiado en que existe una auténtica oportunidad de dar muestras de valentía y conocer el Amor.
Amar significa permanecer al lado de alguien. Significa salir de un mundo de fantasía y entrar en un mundo en el que es posible el Amor duradero, cara a cara, hueso a hueso, un amor hecho de afecto. Amar significa quedarse cuando todas las células gritan: “Echa a correr”.
Para Amar de verdad hay que ser un héroe capaz de superar el propio temor. El momento decisivo se produce cuando uno se atreve a Amar “a pesar de”, a pesar de mis dudas, a pesar de mi inquietud, a pesar de las heridas que haya sufrido anteriormente, a pesar de mi temor a lo desconocido.
A veces no existen palabras capaces de ayudarme a ser valiente. A veces hay que lanzarse sin más, tiene que haber en la vida de un hombre o de una mujer algún momento en que éste se deje llevar por el Amor, en que le dé más miedo quedar atrapado en el reseco y agrietado lecho fluvial de la Psique que adentrarse en un exuberante pero inexplorado territorio.
Todos hemos cometido el error de pensar que otra persona nos puede curar, emocionar o llenar. Se tarda mucho tiempo en averiguar que no es así, sobre todo porque proyectamos la herida fuera de nosotros y responsabilizamos al otro, en lugar de mirar tu responsabilidad, para tener el poder de curarla dentro de nosotros.

Clarissa Pinkola Estés

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