¿cómo puedo yo mejorar, cómo puedo yo contribuir a la paz que deseo?

"Los problemas en el mundo suceden porque no somos comprensivos el uno con el otro. Si tenemos comprensión, la comprensión misma detendrá el problema." Choegyal Rinpoche
En general la expectativa a la que nos aferramos es la de que nuestro amig@ cambie. Que nuestr@ vecino cambie. Que nuestr@ pariente cambie.
Cuando enfrentamos un conflicto con otra persona, ¿cuántas veces nos planteamos ser nosotros quienes cambiemos nuestra actitud interna, para poder resolverlo?
Habitualmente el primer impulso es juzgar al otro. Es señalar el defecto del otro. Es pretender que sea el otro quién cambie su forma de actuar, para nosotros poder estar en paz.
Sin embargo, si buscamos a través del universo infinito, hay una sola persona a encontrar a la que podemos transformar... Siendo algo tan evidente, ¿por qué insistimos en sufrir, yendo en contra de la realidad?
La costumbre es que el dedo apunte todo el día hacia afuera,
la boca pronuncie incesantemente las fallas del afuera y la mente rumie constantemente sobre los defectos de los demás.
¿Y si revirtiéramos el enfoque?
¿Cuánta liviandad obtendríamos,
cuánta armonía -esa que tanto anhelamos- estableceríamos,
cuántos problemas resolveríamos
si el dedo apuntara todo el tiempo al pecho,
si los labios proclamaran las virtudes del afuera,
si la mente reflexionara sobre los propios defectos y una y otra vez se planteara: ¿cómo puedo yo mejorar, cómo puedo yo contribuir a la paz que deseo
en mi #familia,
en mi trabajo,
en mi barrio,
en mi país,
en el #mundo?
La presencia de mi maestro y su vasto corazón e insondable #sabiduría a diario, me deja como enseñanza que no hay mantra más bendito que pueda recitar que: "¿CÓMO PUEDO YO MEJORAR?"
Con #práctica no hay algo a lo que no nos podamos acostumbrar.
Cambiemos el enfoque del dedo.
Seamos el cambio mismo que anhelamos experimentar.
Melisa Biondi
Psicología • Espiritualidad • Arte