Diosas y Dioses Interiores

Nuestra relación cambiante con los arquetipos masculinos y femeninos
Entrevista con Jean Shinoda Bolen, por Lila Forest
Uno de los artículos en Gender (IC#16)
Publicado originalmente en Primavera de 1987 en la página 10
Copyright (c)1987, 1997 Context Institute

Jean Shinoda Bolen, M.D., es la autora de El Tao de la Psicología y Diosas en cada Mujer. Es una analista Junguiana y profesora de Psicología Clinica en la Universidad de California en San Francisco. Ella está en la junta de directores de la Ms. Foundation for Woman y enseña y lidera seminarios localmente y a lo largo del país.

Lila: En su libro Las Diosas en Cada mujer, dibuja retratos de cualidades femeninas encarnadas en las diosas de la mitología Griega y describe su manifestación en las mujeres de nuestro tiempo. En términos psicológicos, uno puede referirse a un “dios” o “diosa” como un arquetipo. ¿Podría comenzar con su definición de un arquetipo?

Jean: Veo el arquetipo como una posibilidad. Es lo que puede desarrollarse en la personalidad. Se establece en la forma en que pondría cierta cantidad de, digamos, sales en una solución. La estructura cristalina es inherente pero no la ve hasta que hay suficiente sustancia para hacerla cristalizar. Es lo mismo en la personalidad humana: dada una cierta energía vital, un cierto patrón, una cierta experiencia, una cierta cultura, ciertos arquetipos constelarán.

Lila: Piensa que, a medida que evolucionan los seres humanos, ¿los arquetipos evolucionan con nosotros?

Jean: Si, yo creo que ellos evolucionan. Rupert Sheldrake, quien desarrolló la teoría de los campos morfogenéticos, postula que cuando un cierto número de seres humanos cambian sus patrones instintivos o comportamentales, se hace más fácil para otros el cambio. Así el está describiendo un mecanismo por el cual los arquetipos pueden cambiar. Parecería que en la historia de la raza humana, ha habido una evolución de funciones especializadas. Ha habido una diversificación cultural en el tiempo, especialmente en lo que es posible para las mujeres.
Probablemente ahora es el momento más rico en la historia para que las mujeres vivan una variedad de experiencias. De hecho, estamos llamadas a hacer un acto de malabarismo y combinar relaciones con trabajo, con juego, con creatividad y el desarrollo de múltiples facetas es estimulado en la infancia. Pienso en mi niña de 7 años uniéndose al equipo de fútbol, junto con casi todos en su clase. Se que está aprendiendo sobre trabajo en equipo y competencia y la alegría de ser físicamente competente en formas que mi generación nunca lo hizo. Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de encarnar varios arquetipos.
La razón para hablar sobre arquetipos más que roles tiene que ver con la profundidad en la cual experimentamos lo que hacemos. Si, por ejemplo, como en los años del baby boom, se esperaba de todas las mujeres que tuvieran bebés, algunas siguieron el movimiento y trataron de realizarse como madres, pero de alguna forma el arquetipo de Madre no se activó en sus psiques y eso significa que el rol no tuvo un significado especialmente profundo e importante para ellas. Usualmente sus hijos experimentaron esa carencia.
Y ahora las mujeres en sus años fértiles tardíos con un arquetipo maternal fuerte, que yo identifico con la diosa Deméter, pueden tomar decisiones para convertirse en madres solteras (por más dificil que sea ser madre soltera) porque en las profundidades de sus almas, ese rol les da significado a sus vidas. La elección es satisfactoria, mientras alguien más que no quiere un hijo y le niegan un aborto, se atasca en un rol que la disminuirá y tal vez la hará sentir bastante amargada. Algunas mujeres saben desde que son jóvenes si tener un bebé es realmente algo que quieren hacer; el arquetipo es fuerte desde el principio. Otras mujeres, como yo, no experimentamos el arquetipo hasta que se da el embarazo. El acto de tener un hijo y el cambio hormonal, activó el patrón madre en mi psique. Me alegro de haber llegado a mi edad fértil en el momento en que no estábamos decidiendo si tendríamos o no hijos, porque podría no haberlo elegido. No tenía un impulso fuerte para tener un hijo.

Lila: Pero, ¿está diciendo que para algunas mujeres, incluso tener esa experiencia física no desencadena el arquetipo?

Jean: Si, eso es realmente triste, porque sienten una carencia, y el niño siente una carencia y se sienten culpables de algo que está más allá de su elección consciente.
Hablo sobre los arquetipos que tienen que ver con las relaciones como los arquetipos vulnerables y Deméter, la madre, es uno, y Hera, la esposa es otro. Si tiene ese arquetipo en su interior, ser esposa es algo que siente que necesita. No solo está siguiendo lo que otras personas le dicen que debe hacer. Y a menudo una mujer puede tener una vida muy plena pero sentir, como una mujer lo describió, “un hueco en su centro”, porque no tenía pareja. Ahora, alguien tiene el patron de Artemisa, que es una diosa “virgen”, o una en sí misma, vería la experiencia del matrimonio como potencialmente aprisionadora, más que gratificante y una mujer fuerte en el tipo de Perséfone podría considerarlo una abducción, como si no solamente le quitaran su libertad sino que fuera arrebatada de sí misma.
Para algunas mujeres, la soledad es una expresión natural de quienes son. Ellas prefieren invertir sus vidas sin otro íntimo. Se acostumbraba que pudiera entrar en una orden contemplativa para satisfacer ese patrón, pero nuestra sociedad lo hace lucir como si hubiera algo mal si está sola.

Lila: Si inventáramos el panteón de diosas Griegas ahora, ¿habrían nuevas diosas o arquetipos?

Jean: Lo que es nuevo no es otra deidad de un aspecto. En cierta forma, todas las diosas emergen de la Gran Diosa, ella era todo. Entonces cuando el patriarcado vino, la Gran Diosa desapareció de la consciencia, y las cualidades más especializadas se separaron de la única. Y veo que lo que vamos a hacer ahora es tomar esas partes separadas de la Gran Diosa y a re-combinarlas e integrarlas en la psique. Así que lo que está emergiendo como posible es una mujer que tiene los atributos de muchas diosas, pero el resultado final es integrado.
Estoy trabajando en un libro sobre los arquetipos para los hombres, y una de las cosas que se han aclarado sobre los dioses Griegos, en oposición a las diosas Griegas es que las siete diosas sobre las que escribí casi cubren la mayoría de los aspectos de la mujer contemporánea, pero los dioses Griegos no lo hacen para los hombres. Especialmente, el dios compasivo hace falta. Siento que esa cualidad ha evolucionado en los hombres desde entonces. Los arquetipos que evolucionaron después de los dioses Griegos fueron los arquetipos Cristianos, con la figura de Jesucristo. El no se parecía a los dioses Griegos. El tiene la dimensión de la compasión que les hace falta a ellos.

Lila: ¿Diría que si añadiera a Jesús al panteón de los dioses Griegos tendría el conjunto completo de las cualidades masculinas, o faltan más?

Jean: Pienso que lo que hace falta es lo que sucede cuando un niño o una niña nace en una cultura donde hay un aspecto masculino o femenino de la Deidad, donde hay un femenino y un masculino igualmente fuertes y diferenciados. Algo nuevo evolucionaría de eso. Los dioses y diosas Griegos especialmente fueron el producto de una cultura patriarcal donde el poder era el tema principal y todos estaban dominados por un padre muy poco paternal: primero Urano, después Cronos, y después Zeus. En el tiempo de Zeus, el muestra alguna preocupación paternal, pero el lado paternal de los hombres está emergiendo más potencialmente en los 80s. Hoy estaba hablando con un hombre en mi oficina que es padre de un niño de trece años y una niña de once años y el necesita más tiempo para sí mismo. Se siente culpable por irse porque su esposa tiene que hacerse cargo mientras el no está. ¡Esta es una nueva consciencia para un hombre! Significa que no solamente se ve a sí mismo como ayudándola, no ve el cuidado de los hijos y la casa primariamente como el trabajo de su esposa. Cuando la psique cambia para abrazar una situación de verdadera co-paternidad, estamos hablando sobre la cualidad que usualmente referimos como maternal, lo que realmente debe ser llamada paterna.

Lila: Hablemos sobre el tema que Robert Bly plantea sobre la necesidad de los hombres de ir más allá del lado de la crianza y entrar en contacto con la energía masculina cruda. Muchos hombres están confundidos respecto a cómo lidiar con esto, y para empeorar las cosas, muchas mujeres dicen que ellas quieren que los hombres sean gentiles y compasivos y aún parecen estar atraídas en realidad por las cualidades más fuertes, más tradicionalmente “masculinas”. 

Jean: Bien, pienso que las mujeres están confundidas repecto a lo que quieren de los hombres, porque estamos en un período de transición y tenemos dos opciones de cómo se supone que deben ser los hombres. Cargamos los dos patrones en nuestras cabezas. Por lo tando una tendencia podría ser, si un hombre más el macho fuerte, asertivo y tradicional, hay un lado en una mujer que se da cuenta que es posible para él ser más gentil y compasivo, y cuando ella lo ve siendo muy macho, no le gusta, y habla por esto. Entonces cuando salta a través de un par de aros por ella o por la cultura y niega esa parte más asertiva de sí mismo y es mucho más un alma sensible y compasiva, entonces ella se hace consciente del otro lado que hacía falta. Los dos polos de lo que un hombre puede ser no han sido integrados en su cabeza –de mujer. Y como tampoco han sido combinados necesariamente en la de él tampoco, a menudo el hombre de la nueva era se encuentra a sí mismo en un dilema al tener que ser un verdadero padre. La energía del padre es diferente a la energía de la madre, debe tomar una postura y estar firme. Los hombres con frecuencia están en una posición de tener que establecer límites y fomentar la autodisciplina, y no han sido necesariamente educados para poder de hacerlo. Ya sea no lo hacen en absoluto, o lo hacen con una mano demasiado dura. El arquetipo del buen padre aún no ha sido bien expresado.
Cuando la fuerza positiva masculina está integrada con la compasión y la sensibilidad, tenemos seres humanos (de ambos sexos) que son conscientes de lo que sienten y han tenido suficiente experiencia de vida para tener algunas filosofías básicas, opiniones y estándares de comportamiento, y ellos saben lo que les importa en términos de intimidad, de espiritualidad. Luego, cuando surgen los problemas, ellos tienen la habilidad de decir su verdad. Esto significa tener un encuentro con alguien que es una presencia. No es un tema de poder o de dominar o ser empujado. Es que una persona toma una posición, basada en su autenticidad y la sostiene. El puede escuchar a la otra persona, pero no es una cuestion de lucha de poder que es perdido si se comporta como un debilucho.
A menudo las mujeres no hablan directamente a los hombres, porque no confían en que ellos puedan manejar la verdad. Entonces se pierde el respeto, porque comienzan a separarse, como si el hombre no fuera lo suficientemente grande o fuerte para escuchar. Toma coraje hablarlo, a menudo diciendo “Me siento diferente respecto a esto de lo que crees”.

Lila: ¿Y Bly y otros involucrados en este trabajo están animando a los hombres a descubrir y valorar esa clase de fuerza?

Jean: He visto por lo menos tres hombres que han ido a los fines de semana de Bly y los han encontrado muy valiosos. Parte de esto es la celebración de la energía masculina en la sala. Recuerdo el tiempo de “Negro es bello” y la consciencia de orgullo de las mujeres – recuerdo sentarme por primera vez en una sala llena de mujeres que eran doctoras como yo y sintiendo “hey, somos un grupo de mujeres bastante bueno” mientras que antes cada una de nosotras sentía que era una excepción. Ahora entiendo que los hombres están sintiendo un orgullo similar. Ellos pueden tener una sensación de poder y todo eso, pero lo importante es que han tenido muchas décadas de sentirse como que hay algo mal con ellos, y cuando van a Robert Bly y sienten una clase de fuerza tribal junto con la capacidad de llorar y sentir, hay esa misma emoción que sentimos en el movimiento de mujeres. Es reclamar toda su persona de alguna manera significativa.
También, de los hombres que he visto en el tiempo, tengo una sensación de que estar en el cuerpo de un hombre afuera en el mundo es una posición más solitaria que ser una mujer. Pienso que los hombres, especialmente en la edad mediana, a menudo están atrapados en un dilema. Se espera que tengan éxito en el mundo en el que están, y mientras el tiempo pasa, su trabajo se hace menos importante y esa es su fuente primaria de identidad. Así que se deprimen. Lo que falta para ellos a menudo es una conexión con sus seres interiores, un conocimiento de quiénes son más allá de sus roles.
La mayoría de los hombres hablan más a las mujeres que unos a otros. Pero en el movimiento de Robert Bly, hay una apertura entre sí, que es, supongo, el mayor valor de cosas como la guerra. Cuando los hombres comparten experiencias en tiempo de guerra, hay un derrumbe de barreras y una autenticidad que no sucede en otras situaciones.

Lila: Entonces, tal vez una de las cosas que necesitamos para alejarnos de la guerra es que los hombres encuentren formas de conectarse entre sí en sus propios términos, a su manera, no en situación social normal, sino en circunstancias extraordianrias, en algunas experiencias dispuestas para ello. 

Jean: También, desde el comienzo de la vida en el útero, los niños son más vulnerables. Más niños son abortados naturalmente, más niños mueren en edad temprana, más niños son disléxicos. Hay cierta clase de vulnerabilidad que está presente y luego se cubre, así esos hombres a menudo crecen sintiéndose un poco falsos, debido a que tuvieron que albergar a una persona falsa de sentirse más fuertes y más adecuados de lo que son realmente. Se remonta al jardín infantil. Este negocio del macho que vemos en el hombre adulto no es algo que los hombres hayan acabado de inventar cuando llegaron a la universidad. Ellos esconden su vulnerabilidad desde el tiempo que comienzan el colegio. Las niñas pueden pasar el rato con la maestra en el patio de la escuela pero es mejor que los niños no lo hagan. Cuando van al jardín infantil, ellos son emocionalmente, como grupo, menos maduros que las niñas a la misma edad. Ellos han tenido la experiencia de gastar gran parte de su tiempo con sus madres y entonces salen al jardín y se espera que no estén cerca de una figura maternal. La situación social de desplegar una persona falsa que dice “soy fuerte, y no quiero ser como estas niñas” comienza muy temprano y es un estrés.

Lila: Con los hombres dedicándose más a la paternidad, ¿piensa que las cosas cambiarán para los niños?

Jean: Eso creo,porque pienso que Bly está en lo correcto cuando dice que los niños no experimentan a sus padres y que tienen un anhelo de padre.

Lila: Como alguien que ha pensado mucho sobre todo esto y que ve a las personas atravesando esto en sus vidas individuales, ¿tiene algunas intuiciones sobre hacia dónde vamos? ¿Piensa que nos estamos moviendo hacia un matriarcado?

Jean: No, pero pienso que nos estamos moviendo hacia un tiempo de espiritualidad femenina que afectará la cultura. Pienso que lo que está sucediendo es que nos estamos moviendo desde una inclinación religiosa patriarcal hacia una mucho más de Madre-Padre Dios, con variaciones del retorno de la Diosa, con el descubrimiento de los manuscritos del Nag Hammadi y el trabajo de ElainePagel sobre los Gnosticos, con el retorno de Sofía al Cristianismo, con el foco en el Shekinah en el Judaísmo – hay un retorno del rostro femenino de Dios. Y cuando esto sucede, pienso mucho que las cosas comienzan a cambiar. Específicamente pienso que esto lleva un cambio en la ética. El trabajo de Carol Gilligans indica que la ética de las mujeres es generalmente diferente a la de los hombres, tiene que ver con la afiliación más que principio. El motivo de afiliación es también uno espiritual. Tiene que ver con estar relacionado con toda vida y con la Tierra. Es una espiritualidad encarnada.

Lila: Diría que, en lugar de estar dirigiéndonos al matriarcado, lo que implica control de la sociedad por las mujeres, ¿estamos dirigiéndonos a una era donde nuestros valores son feminizados, es decir, que los valores que han sido pensados tradicionalmente como femeninos están tomando un lugar primordial?

Jean: Ellos van a entrar en lo suyo, no sé si tendrán un rol principal, pero si un rol más central que el que ha tenido. Pienso que lo vemos con el movimiento antinuclear, con el movimiento Verde, con la ecología, como también con el movimiento de mujeres y elm ovimiento hacia la consciencia global. Todos están relacionados. Lo que sucede entonces es que la ética patriarcal, jerárquica, de dominación de otros se transforma en una ética más afiliativa, de relación con los otros. No es matriarcal. Necesitamos encontrar una palabra para ello. Afortunadamente no vamos a cambiar de tal forma que el poder vaya de los hombres a las mujeres, sino que el poder se equilibra con un sentido de relación e interdependencia. Esto es muy realista por supuesto.

Lila: ¿Pero las semillas están allí, no lo cree?

Jean: Las semillas parecen estar allí, y también parece que es mejor que lo hagamos o lo haremos explotar.

Fuente: https://www.context.org/iclib/ic16/bolen/

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