Asertividad femenina: Deje de resolver la tensión - Bethany Webster

La tensión es natural. Hay formas infinitas en que la tensión surge y se disuelve dentro de nosotros como individuos y como grupos. Como una ola primordial, la tensión y su liberación inevitable son como un oleaje antiguo que se forma y se destruye en toda vida. Por ejemplo, la tensión existe en la forma de una línea entre dos puntos. La tensión se construye en el interior de una semilla y se alista para hacer brotar sus raíces en la tierra. La tensión precede a la expansión y a la transformación. La tensión existe en nuestras relaciones siempre que dos o más individuos encarnan su individualidad y luchan por conexión.
En este artículo, hablaré sobre pequeñas formas en que la tensión surge en situaciones normales, cotidianas en las cuales una mujer puede sentir una necesidad compulsiva a resolverla. Esta es una forma de trabajo emocional que tiene sus orígenes en nuestra educación como mujeres y reduce en gran medida la habilidad de las mujeres para apropiarse de su poder real.
Resolver la tensión emocional compulsivamente en las relaciones es un síntoma de la supresión temprana de nuestra individualidad.
Ejemplos de cómo una mujer puede resolver la tensión compulsivamente en sus relaciones:

  • Disculparse mucho, incluso cuando no ha hecho nada equivocado
  • Sentirse obligada a proveer un trato demasiado alegre a otros
  • Constantemente "tomar el camino correcto" o tener que ser "la persona grande" en una relación
  • Minimizar automáticamente el dolor que siente cuando otros le faltan al respeto
  • Asumir que otros no mantendrán su responsabilidad y entonces automáticamente se hace responsable de todo
  • Sentirse obligada a acomodarse a las preferencias de otros antes de las propias
  • Preocuparse excesivamente por las otras personas en su vida y lo que piensan sobre usted
  • Asumir que si no es respetuoso con otros, está poniendo en peligro la conexión

¿Por qué hacemos esto?


Bajo la compulsión de una mujer de resolver la tensión cotidiana en sus relaciones, está con frecuencia la niña pequeña cuyos cuidadores reaccionaron negativamente a su separación e individualidad. Sus sentimientos y necesidades de separación fueron vistas, en cierto grado, como causa de rechazo. Esta es una forma común en que la Herida de la Madre aparece en muchas mujeres.

Resolver la tensión como una manera de calmar a la Madre

Como una forma de sobrevivir al ambiente emocional hostil de sus familias, muchas niñas pequeñas aprenden a suprimir su individualidad para calmar al padre. Lindsay C. Gibson, en su libro Adult Children of Emotionally Immature Parents explica que, "La individualidad de un hijo es vista como una amenaza para padres inseguros e inmaduros porque despierta temores de un posible rechazo o abandono" y "Entonces, sus hijos, en un intento de evitar que sus padres se vuelvan ansiosos, con frecuencia suprimen sus pensamientos, sentimientos o deseos auténticos que alterarían la sensación de seguridad de sus padres". Algunas de las creencias dolorosas que les enseñan a esos niños incluyen: Dar consideración primero a lo que otras personas quieren que usted haga. No hable por sí mismo. No pida ayuda. No quiera nada para sí mismo. Un niño comienza a ver inconscientemente su propia existencia - con sus necesidades y sentimientos separados - como una manera de deslealtad a su madre. Esto crea un quiebre en el niño, una guerra constante entre la lealtad a su madre y el hecho de su existencia separada.

No hay lugar para una niña "real": La capacidad de tensión es tomada completamente por la situación parental

El equilibrio en las familias disfuncionales con frecuencia es tan endeble que la tensión natural que surge de ser un individuo separado en una familia no es tolerable. Enredos y codependencia son lo que mantiene unidos a los miembros de la familia, no la intimidad emocional y la conexión genuina. La tensión en la familia puede ser causada por varios temas como las adicciones, dificultades financieras, violencia doméstica o problemas de salud mental, para nombrar algunos. Los límites poco claros en la familia y los problemas maritales son un terreno fértil en el cual los niños se vuelven "parentalizados", jugando el rol de padres de sus padres. Los niños pueden ver la tensión que ellos causan debido a sus propias necesidades como el problema, de este modo, internalizando la creencia de que ellos son inherentemente malos, equivocados, defectuosos y que necesitan ser mejorados. Esta es la creación de un "falso ser" para complacer a los padres. Esto está más allá de la capacidad del niño de ver la realidad que la tensión dolorosa no está realmente en el niño, sino en el ambiente, llamemoslo padres y la gestión de sus propias vidas, algo completamente fuera del control del niño.

Usted es su propia niña, no una prisionera de la Herida de la madre de su madre

Fue probablemente Alice Miller en su libro, The Drama of the Gifted Child quien mejor describe la tragedia que ataca tanto a la madre como al hijo en esta situación: "Lo que la madre tenía una vez no pudo encontrar en su propia madre pudo encontrarlo en su hijo: alguien a su disposición que podría ser usado como un eco y podría ser controlado, que estaba completamente centrado en ella, que nunca la abandonaría y le ofrecería su total atención y admiración. Si las demandas del hijo se hacen muy grandes (como lo hicieron una vez las de su propia madre), ya no estaría indefensa; podría negarse a permitirse a sí misma ser tiranizada, ella podría criar a su hija de tal manera que nunca llorara o la molestara. Por fín ella podría asegurarse de que recibiría consideración, cuidado y respeto.”

Prepararse para sentirse fracasado

Un hijo nunca puede ser un adulto sin importar qué tan sensible, evolucionado o maduro sear. En su libro, Lost Childhoods: The Plight of the Parentified Child, Gregory J. Jurkovic explica que, "Los continuos problemas de los padres y otros miembros de la familia son recordatorios persistentes para los hijos parentalizados de su inhabilidad de llenar sus roles." Esto les causa sentirse como si fueran una desilusión para sus familias, esto les causa vergüenza, culpabilidad y sentimientos de falta de merecimiento. Muchas hijas están plagadas de culpa no solamente porque experimentaron el dolor y la miseria de sus padres como la propia, sino también porque en lo profundo creyeron que habían fracasado en no ser capaces de solucionar los problemas de la familia. Por ejemplo, pueden sentir que fracasaron en hacer felices a sus madres, fallaron en proteger a un familiar, o fallaron en mantener la paz en la casa, etc.
Esta sensación profunda de fracaso puede persistir en la adultez y socavar en gran medida su auto-estima y confianza en muchas áreas de sus vidas. La verdad es que con frecuencia el fracaso que una mujer teme en el futuro ya ha sucedido en el pasado cuando ella era niña. El temor del fracaso futuro se resuelve a sí mismo cuando ella puede realmente duelar y darse cuenta que el dolor sucedió en el pasado y que ella realmente nunca fracasó. Ella no falló porque nunca fue su responsabilidad como niña en primer lugar gestionar la agitación emocional en la familia. Ver esto y duelar la injusticia de cuánta carga fue puesta en sus hombros es un paso clave para avanzar.

Dejar de correr a resolver la tensión de otros

Una práctica importante para las mujeres que funcionan de más es interrumpir la compulsión para resolver la tensión interpersonal. La tensión natural se manifiesta en muchas formas en las interacciones humanas, incluyendo desilusión, tristeza, rabia, celos y desacuerdos, mala comunicación, para nombrar algunos. Debido a que tenían que resolver la tensión en sus familias de origen y debido a que eso era un medio de auto-preservación emocional cuando eran niños, muchas mujeres absorben compulsivamente la tensión por la otra persona, perpetuando su propio agotamiento. ¡Abstenerse de hacer esto es increíblemente empoderador y liberador! Toda esa energía que iba en sobre funcionar se hace disponible para usted.

Ejemplos de cómo no resolver la tensión:

- Permitir que las personas experimenten desilusión sin correr a arreglarlo
- Definir un límite sin sentirse obligada a dar una explicación
- Decir "No" como una frase completa
- No correr a llenar el silencio en una conversación
- Confiar que otros adultos puden cuidar sus propias necesidades
- No atribuir la insatisfacción de las personas como algo que usted hizo mal
- Permitir que las personas procesen sus emociones negativas sin verlo como un problema
- Confiar en que si las personas tienen un problema con usted, ellas se lo dirán. Hasta entonces, no piense en ello.
- Tomar a las personas por su palabra y no leer la mente o hacer suposiciones
- Permitir que las personas experimenten las consecuencias naturales de sus acciones sin correr a protegerlas de ellas.
- Escuchar a su ser interior y hacer lo que se sienta bien para usted. No usar la posible incomodidad de otras personas como un determinante de sus elecciones.

Apropiarse de lo que es suyo y soltar el resto: Algunas cosas que necesitamos recordar

- Decir "No" no es equivalente a abandono
- No estamos abandonando a otros adultos cuando decimos "No"
- Decir "No" es una forma de asumir responsabilidad
- Decir "No" es una forma de empoderamiento
- Cuando no corremos a resolver la tensión, un espacio se abre para que algo nuevo suceda
- Nuestro afán para resolver la tensión es un reflejo de cómo no teníamos elección sino calmarnos a nosotros mismos como niños. Se trata más de nosotros que de los demás.
- Precipitarse a resolver la tensión que llega con las emociones negativas es privar a las personas su propia experiencia.
- Mantener un espacio, estar presente y ser testigo es una forma de respetar.

Ira y Asertividad Femenina

La palabra "no" es una expresión de individualidad y separación, que es muy amenazante para cualquier sistema de dominación patriarcal ya sea un sistema familiar o un sistema político. Y es precisamente por esto que es nuestro mayor aliado para revertir la opresión en todas sus formas. Muchas niñas pequeñas perdieron la oportunidad de decir "No" sin experimentar la pérdida o el rechazo como consecuencia. Como adultos, aprender a definir límites saludables y fuertes es parte de entrar en nuestra individuación plena. "No" es un músculo que debe ser fortalecido a través de la práctica de expresar activamente nuestra verdad y evitar resolver la tensión para otros.

Creencias nuevas, empoderadoras pueden incluir:

Puedo ser mi propio ser separado y ser adorable
Puedo tolerar que las personas no me comprendan
Estoy segura incluso cuando las personas no me quieren

La asertividad femenina saludable es un subproducto del trabajo interior

La verdadera asertividad se hace accesible como resultado de sentir ira en nombre del niño que fuimos, la niña pequeña que fue explotada en cualquier grado. Encontrar el impulso saludable para proteger el niño que fuimos es la materia prima para no tolerar ninguna forma de explotación como mujer adulta. Si el niño interior cree el "sueño imposible" de que el cumplimiento y el silencio le traerán alguna forma de "mami", entonces una mujer continuará entregando su poder. Dejamos de temer a nuestra ira en la medida en que la disociamos de los ecos del abandono que experimentamos en nuestra niñez. La respuesta es llorar la impotencia que experimentamos en el pasado y despertar la indignación adulta sana sobre lo que sucedió. Siempre que pospongamos hacer este trabajo interior, nos mantendremos creando experiencias impotentes como adultos.
Este trabajo interior es una forma de enjuagar nuestro "No" de los residuos del pasado, trabajando a través de la actitud defensiva del miedo con el que puede estar entrelazado, y así cuando sea expresado, puede estar "limpio", sonando con poder, claridad y radiancia del ser real. Esto crea un impulso increíble en la vida de uno, ya que cada situación se convierte en una oportunidad para vivir en su verdad. Cada "No" es una entrada hacia su mayor "Si".
Lindsay C. Gibson explica, "Las investigaciones sugieren que lo que sucedió a las personas importa menos que si procesaron lo que les sucedió". Tener apoyo con esto es crucial. Trabajar con lo que sucedió y poner nuestra ira en su contexto correcto la libera para transformarse en auto-conocimiento y autoestima. Mientras el "sueño imposible" se disuelve, nuestro poder real como mujeres se revela cada vez más. El mundo necesita más mujeres adultas que se hayan hecho cargo de la verdad sobre sus infancias. Solamente entonces podemos realmente encarar la realidad ahora como es y tomar acción que cambiará el curso peligroso en que nos encontramos.
Las mujeres de color siempre han sido presionadas para resolver la tensión por las mujeres blancas, debido al poder diferencial inherente en una sociedad blanca racista y patriarcal. Así, las mujeres blancas necesitamos acostumbrarnos a que las mujeres de color ya no hagan esto y recoger el peso de lo que hemos desplazado sobre sus hombros como resultado de nuestros privilegios basados en el color de piel, no ganados.

Duelar y seguir adelante

Sin importar las dinámicas específicas con la propia madre, una parte importante de sanar la Herida de la Madre es alcanzar el punto en el que se logra una "sensación sentida" profunda de que la toxicidad de la "maldad" que se internalizó como el resultado de las dinámicas familiares dolorosas no proviene de uno mismo, sino de una situación familiar externa del pasado y cómo fue manejada por los adultos, quienes, por cualquier razón, no tuvieron la capacidad de suplir las necesidades del desarrollo del niño de seguridad, consuelo y protección.
Poner el dolor emocional en su contexto real y adecuado, nos libera para encarnar más plenamente nuestra individualidad con confianza. La niña herida deja de culparse a sí misma. Este es el proceso de retirar la proyección de la Madre que abandona o invada de las situaciones actuales, para que viva más en el ahora, sin ver más su vida actual a través de los lentes distorsionados del pasado. Este proceso es lento y puede tomar años, pero con cada capa, más de su ser real se vuelve accesible y su vida se hace más completamente propia. Su niña interior se siente apoyada a ser "su propia niña" y como resultado, conoce en sus propios huesos que es una mujer que se pertenece a sí misma. Estar separada y ser adorable no son ya necesidades en competencia sino bases entretejidas de si misma. Pardójicamente, esta singularidad interior da lugar a una experiencia cada vez más profunda de interconexión con todo.

© Copyright 2018 Bethany Webster.
All Rights Reserved. Art credits: "Moon Woman" by Elena Ray

Preguntas para reflexionar:

¿Se ve a sí misma precipitándose para resolver la tensión en sus relaciones? Si es así, ¿en qué situaciones?
¿Cómo se relaciona este patrón con su experiencia como una niña pequeña en su familia?
¿Cómo resolver la tención la mantuvo segura cuando era niña?
¿Qué necesita para duelar y dejar ir este patrón?
¿Qué emociones dolorosas puede permitirse para sentir ahora que no pudo sentir en ese momento? (¿y qué clase de apoyo necesita para apoyarse a sí misma?)

Ejercicio sugerido

Escriba una carta a su  niña interior sobre este patrón, enfatizando en cómo ella sufrió en estas situaciones como una niña y calmando sus miedos sobre las situaciones presentes. Explíquele que ahora es diferente porque ella tiene un Ser adulto amoroso, presente que puede mantenerla a salvo.
Asegúrele que calmará sus miedos cuando surjan y así ella puede aprender que ella ya no tiene que resolver la tensión en las relaciones.

Práctica sugerida

Cuando note que siente la compulsión para resolver la tensión en situaciones, detenerse y notar cómo está conectada con el miedo de su niña interior. Haga una pausa y vaya adentro para asegurarle que ahora es diferente y ella no tiene que resolver la tensión. Afírmese a sí misma como una presencia segura y amorosa que está allí para ella. Cambie y haga una nueva elección para permitir la tensión desde un lugar adulto empoderado.

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