El otro y yo - Virginia Gawel

Sólo si puedo hacer contacto, poco a poco, con quien REALMENTE SOY, lograré entonces hacer contacto con quien el otro REALMENTE ES. Podré ver qué imágenes proyecto en él. Podré disuadir en el otro, quizás, las imágenes que tenga de mí. Si ese maravilloso fenómeno vincular no se produce, los seres humanos experimentamos algo nítidamente doloroso: HAMBRE DE INTIMIDAD. Y procuramos saciar ese hambre de múltiples formas erróneas.
Millones de personas nacen, viven y mueren sin haber experimentado esa intimidad que, desde nuestra esencia, todos anhelamos. Sin máscaras, sin cáscaras, sin defensas, sin impostaciones: entrelazando nuestras raíces, sin lucha, sin manipulaciones, sin deseo de dominación.
Como ves, el primer paso para acceder a ese tipo de contacto vincular, es comenzar a relacionarnos desnudamente con nosotros mismos. Puede ser doloroso. Puede ser intrincadamente trabajoso. Pero quizás sea una de las cosas más bellas que una persona pueda hacer en este mundo: estar en comunión consigo mismo, y, desde allí, quizás vivenciar la comunión con otro, más allá de las viejas imágenes.
Te deseo que puedas. Nos deseo que podamos.

Virginia Gawel

www.centrotranspersonal.com.ar

Commentaires

Articles les plus consultés