Constelaciones y Chamanismo

La idea de conjugar las Constelaciones Familiares y el Chamanismo tiene un claro exponente en el libro "La sanación viene de afuera. Chamanismo y Constelaciones Familiares" del holandés Dan van Kampenhout. En él este autor plantea una serie de similitudes entre ambas formas de sanar.

  1. El chamán permite fluir la energía de lo que denomina "Gran Espíritu" en la sanación. Esto significa que la curación no proviene únicamente de su conocimiento, sino de su capacidad para entrar en contacto con la Energía o Consciencia Universal. Así ocurre igualmente al constelador en los Movimientos del Espíritu de Bert Hellinger, en los que el verdadero poder sanador viene de más allá de él mismo.
  2. Las dinámicas que tienen lugar en la terapia de Constelaciones Familiares no incluyen solamente a personas vivas, sino también a los ancestros fallecidos. Éstos muestran qué es lo que debe ser visto y reubicado para que el paciente y los miembros actuales de su sistema familiar puedan ser liberados de las consecuencias de los daños ocurridos en el pasado. A su vez, los vivos, respetando a sus muertos, les permiten retirarse y, finalmente, encontrar la paz.
  3. En el trabajo de Constelaciones Familiares los representantes a veces encarnan fuerzas abstractas: “pareja ideal”, “víctima desconocida”, “la muerte”, “la pobreza”, “España”, “el destino”, “el niño interior”, etc. e incluso elementos extraídos de los sueños del paciente. Según el Chamanismo, todo lo que conocemos existe tanto en el mundo físico como en el del Espíritu. Cuando dicha fuerza o concepto está representado en las Constelaciones Familiares, claramente toma vida propia y no puede ya ser considerada como una abstracción sino como formas de existencia en otros planos o dimensiones. Esto enlaza con un concepto chamánico básico, que el mundo en que vivimos es sólo uno entre muchos otros. Los diferentes mundos son vistos como segmentos de un universo formado por capas superpuestas que interactúan entre sí todo el tiempo. Por eso es posible moverse de uno a otros cuando la gente tiene problemas o sufre enfermedades. Un chamán puede ir y tratar de encontrar información y poder sanador en los otros mundos. Estos otros mundos están habitados por entidades de toda clase. En especial, se trabaja con las grandes fuerzas de la naturaleza: los espíritus de las cuatro direcciones (norte, sur, este, oeste) o los cuatro elementos (agua, tierra, aire y fuego), las montañas, los mares y el trueno; las almas de los animales y las plantas; y también las de los seres humanos que han fallecido. 
En las Constelaciones Chamánicas se conjuga todo lo anteriormente descrito y, cuando el conflicto a resolver lo requiere, se emplean ingredientes materiales propiamente chamánicos, tales como cantos, tambor, sonaja, rezos, sahumerios, aguas de plantas, etc. Con ello, el constelador atrae al campo sistémico elementos que ayudan al trabajo de sanación del cliente.



Commentaires

Articles les plus consultés