Ponerse límites a sí mismo – Virginia Gawel

Todos usamos máscaras…
¿Cómo ponemos límites a alguien del entorno que no es un niño?
A la suegra, a la nuera, a un amigo,
Hay abusos, alguien que viene sin avisar y no trae nada / o trae mucho
¿Cuándo algo es de más?
¿Cuándo es demasiado?
¿Cuándo estoy dando de más?
¿Cuándo está esperando de más?
Dentro nuestro, en cualquiera de nosotros, el de más existe.
Una parte nuestra que ha crecido sin tutor.
Toda persona que trabaja sobre sí, que procura florecer y tener una vida digna, va a necesitar detectar cuándo hay una planta que crece torcida en su jardín.
¿Qué hago por mi cuenta? “yo voy a laborar – esto es dignidad: no voy a dejar que nadie me mantenga, que nadie se ocupe de mí." "levántate y haz algo"
Para que esto suceda debe haber alguien que le sostenga.
Yo no me he puesto límite: ¡basta! Aquí hay que hacer algo. Síndrome del nido lleno…
¿Cómo hago yo para darle de comer a mi hijo?
¿Qué puedo hacer?
Todos tenemos la posibilidad de que dentro nuestro un adulto que existe en el interior nos hable: ¡basta! No voy a permitir que el otro abuse de mí.
Un tutor ayuda a mantener un estilo de vida saludable: me levanto y salgo a caminar.
Voy a cambiar mi estilo de vida

No hay vida feliz si uno no activa al adulto interior. 
Algo adentro, que nos lleve bien por la vida.
El mantenido es un pobre desgraciado.
El tutor pone también límites morales.
¿Cómo genero recursos? ¿Cómo descanso? ¿Qué como?
Hacer terapia es salirnos de la vida para ver con un terapeuta, cómo está.
Cuando uno está no poniéndose límites a sí mismo, casi no se da cuenta. Cuando uno toma de más, cuando uno come de más, cuando se deja utilizar de más.
Podemos auto-educarnos, para eso necesitamos salirnos de nuestra vida y mirarnos.
Cuando es otro que está haciendo algo de más que está siendo malo para él y para los demás – puede estar como en estado de hipnosis. Un loco gira sin sentido, como una pieza en una máquina que no tiene ninguna función.
¿Qué pasa si es otro quien está en mi vida?
Una vida sin proyecto, consumir algo que hace daño… ¿debemos intervenir o no?
Ponerse el límite a sí mismo para no intervenir en la vida del otro.
¿Qué cosas de las que están de más me hacen daño o pueden hacer daño a otros? – se puede ver con el terapeuta.
“mira lo que está pasando aquí, que procuras no darte cuenta, es …” Preferimos no darnos cuenta – no estoy trabajando desde hace mucho tiempo: quiero sostenerme, quiero ganar dinero.
Abrí el camino de la duda… ¿es esta la vida que quiero?
Cada uno de nosotros puede revisar en qué espacios no estamos siendo buenos tutores de nosotros mismos.
“si me gusta… lo como… lo hago… lo compro” un patrón de elección…
Por qué poner excusas si simplemente se puede decir no quiero y no me gusta.
“le hace mal a mi alma estar con esta persona… esta persona me resta, no me suma.”
La habilidad para discernir es sabiduría: esto no me gusta, pero es bueno para mí (voy a trabajar, lo voy a comer porque es bueno para mí, voy a estudiar, etc.)
Muchas vidas se pierden, no es nada más lo que me gusta, sino qué es lo que me hace bien…
¿Qué es lo que me hace mal? Si no me hace bien, no es sano.

Hay cosas que no hacemos, y por no hacerlo, no llegamos a ejercer nuestra etapa adulta.
Hace falta que adentro, generemos esa madre que nos despierta y nos manda a hacer ejercicio
Que los adultos me cuestionen, porque abren el camino de la duda.
La inteligencia no es equivalente a la madurez.
Siempre, pedir permiso: necesito decirte algo – abrir el camino de la duda.
"Por ahora no voy a volver a salir a tomar de más porque no me hace bien".
Poner límites para que no ejerzan lo menos valioso de sí mismos: pereza.
Dibujar mi alfombra… ¿qué me preocupa hoy – y qué tamaño tiene?
Ver si hay una preocupación que esté en demasía
Una vida no auto-observada se repite –es la única oportunidad de ver cómo funciona para cambiarla.
El cerebro repite porque ya le ha resultado eficaz… primero va a hacer lo automático… ¿puedo hacer algo distinto al automático? ¿Dónde necesito hacer algo?
El discernimiento implica que pusimos en duda… “este es el hombre de mi vida” hasta aquí llegó el discernimiento… ¿y si lo pongo en duda? ¿Y si hay alguien que diga lo contrario?
Hay otra manera de concebir la salud…
Ser un tutor de sí mismo es hacerse las preguntas.
Sacro-oficio: “yo quiero generar otro tipo de trabajo” se hace un esfuerzo consciente que es el que crea el cambio
“échate a volar y te crecerán las alas” -