Consejos de un maestro - Cristóbal Jodorowsky

Recuerda hijo- me dijo ayer mi maestro-antes que nada “el ser”, “lo divino”, la labor consciente del despertar que pule al diamante interior. Antes que nada, hacer el honesto y dedicado viaje del alma donde se muere y renace constantemente. La búsqueda de la verdad es fundamental; sí, el desarrollo de la belleza, la bondad, sabiduría, compasión y la virtud es pilón de vida ¡Y nada de hamburguesas espirituales o aspirinas baratas para justificar sus miedos, su ignorancia y su pereza! Aprende a identificarte al “yo testigo” que te habita y logra vivir en el aquí y ahora; ¡A hacer proceso de auto-conocimiento! A hacer terapia y todo lo que sea necesario para sanar la neurosis y las pasiones defensivas del ego. Atrévete a confrontarte interiormente con amor, rigor, coraje, discernimiento y humor; relativízate y sana los rencores de infancia, que ellos nos mantienen apegados a los mapas del pasado y nos hacen actuar como niñ@s caprichos@s con egos no trabajados, destruyendo a l@s otr@s, haciéndonos sentir falsamente poderos@s por ello.
Re-ordénate, re-únete, re-oriéntate, alinea a todos los aspectos de tu ser al gran espíritu.–Y acercando su voz a mi oído, con ternura siguió susurrándome sus consejos sabios -Hijo, escucha a tu guía interior, siempre pide consejo a lo divino, mantente en la vía y medita, que el misterio sea en tí, ofrécele todo, deja que su amor te bendiga y abrigue el corazón, que su infinita luz y sincrónica existencia ilumine tu mente, que su placer y magia creativa emanen de tu sexo y que, tu cuerpo, espontáneamente sea movido por su gozosa libertad de animal cósmico; adora a esa condición y después desaparece en su silencio de paz. Trabaja para limpiar la negatividad de tu ser y vibrar alto, obra por la plenitud el despertar tuyo y del mundo, conviértete en una herramienta alineada que le sea útil a tus herman@s, sí, perfecciona los dones que te fueron otorgados y contribuye a que el mundo se libere de sus cadenas; y aunque te caigas mil veces, levántate, recordando que en este pluri-universo de amor, somos tod@s alumnos de la milagrosa, perfecta y misteriosa vida-. Cuando mi amado maestro terminó y me abrazó, llorando le agradecí desde lo más profundo de mi corazón por haberme recordado el “por qué” camino sobre esta tierra. Mañana ya tomo mi avión para regresar a “la civilización” y seguir esta maravillosa y apasionada travesía del alma. Abrazos cósmicos.